jueves, 11 de septiembre de 2008

Crece una nueva obsesión: tanorexia o la adicción al bronceado




La adicción excesiva al tono moreno, que los medios bautizaron como tanorexia (por la palabra inglesa "tan", que significa broncearse) se refleja en una encuesta realizada a 400 estudiantes de la Universidad de Virginia, que reveló que un 27% de ellos podría considerarse "tanoréxico".
La doctora Carolyn Heckman, del Centro de Cáncer Fox Chase y autora de un estudio sobre el tema que publica American Journal of Health Behavior, destacó que "lo más sorprendente es que el 40% de estos adictos consigue su objetivo en cabinas de rayos UVA que empiezan a utilizar con tan solo 17 años".
El diario El Mundo publicó que la obsesión por conseguir una piel dorada es peligrosa, "ya que muchas personas no se protegen lo suficiente de los rayos solares y ultravioletas, porque creen que así se van a broncear más rápido, y pueden sufrir fotoenvejecimiento prematuro o, lo que es peor, cáncer de piel".
Este tipo de tumor es uno de los más frecuentes y se calcula que se diagnostican dos millones de casos nuevos al año en el mundo, de los cuales el 90% se debe a las radiaciones ultravioletas.
"Parece que la gente sigue sin ser consciente de los efectos dañinos del sol", dijo Heckman, para cuyo estudio realizaron un cuestionario que incluía preguntas relacionadas con la exposición al sol y la asistencia a centros de rayos UVA, el uso de cremas protectoras, con factores relacionados con la salud como el índice de masa corporal y también sobre otros hábitos como el consumo de tabaco o alcohol.Los resultados arrojaron que la cuarta parte de los participantes podría incluirse dentro de la categoría de los tanoréxicos, que la mayor dependencia la generan las máquinas de rayos UVA –que llegan a utilizar hasta 14 veces al año-, más que broncearse en el exterior y que son los individuos de raza blanca, delgados y fumadores los que más riesgo tienen de sufrir esta adicción.
"El hecho de que las personas delgadas sean más propensas a la tanorexia tiene que ver con que están más acostumbradas a mostrar su cuerpo sin complejos y se ven bien en bikini, algo que no ocurre con todas las personas obesas, que al no sentirse a gusto con su cuerpo prefieren no bajar a la playa o no exponerse demasiado al sol", consideró la profesora del centro Fox Chase.
Aunque la comunidad médica no aceptó aún el término tanorexia, que lo vincula con trastornos como la anorexia nerviosa, sí advierten que es un fenómeno que hay que vigilar de cerca. Entre los síntomas para reconocer está nueva adicción, los especialistas citan la ansiedad que genera en la persona perder una sesión de sol o de rayos UVA y el hecho de que nunca se ven suficientemente bronceados.

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