jueves, 5 de agosto de 2010

En Gran Bretaña, ver al Papa costará hasta 40 dólares

Elisabetta Piqué
Corresponsal en Italia
ROMA.- Ya comenzaron las polémicas por el viaje que Benedicto XVI hará del 16 al 19 del mes próximo al Reino Unido, la primera visita de Estado que hace el Santo Padre a tierra anglicana. ¿El motivo? Por primera vez en la historia de los viajes pontificios, los fieles deberán pagar entrada para ver al Papa.
Serán 20 libras esterlinas (unos 32 dólares) para participar en la misa que oficiará en Glasgow, Escocia, donde será recibido por la reina Isabel (ese evento prevé la actuación de la famosa Susan Boyle, estrella del programa de TV Britain´s Got Talent ).
Diez libras esterlinas (unos 16 dólares) costará participar de la vigilia de oración en el Hyde Park del 18 del mes próximo, que incluye la exhibición de The Priests, un exitosísimo trío de curas irlandeses que ganó el disco de platino. Y habrá que abonar 25 libras (unos 40 dólares) para estar al día siguiente en Birmingham durante la ceremonia de beatificación del cardenal John Henry Newman, el evento central del viaje.
Con la entrada, de todos modos, el participante también recibirá el kit del peregrino, que contiene un pase, un CD con información sobre el viaje de Benedicto XVI, material sanitario y de seguridad, y un libro de oraciones.
"Nadie paga nunca para ver al Papa", explicó hace unos días el padre Federico Lombardi, director de la Sala de Prensa del Vaticano, al intentar aplacar la tormenta mediática que se desató en todo el mundo por el tema del ticket para ver al Papa. No se trata de pagar una "entrada" en sentido estricto, sino de "una contribución para los gastos generales" del viaje, detalló Lombardi. "De todos modos, quien no pueda permitírselo podrá no pagar", agregó.
Lo cierto es que el viaje de Benedicto XVI al Reino Unido costará una cifra exorbitante: según la prensa británica, algo así como 23 millones de libras esterlinas (36 millones de dólares), dos tercios de las cuales estarán a cargo de los contribuyentes.
Más allá de la "contribución" para pagar los gastos, fuentes informadas explicaron que, en verdad, la cuestión de las entradas se debe a las estrictas medidas de seguridad que se han puesto a punto para la visita. El gran temor, de hecho, son las eventuales protestas de grupos gay, en desacuerdo con el rechazo de la Iglesia al matrimonio homosexual, así como al ingreso en los seminarios de los sacerdotes con esas tendencias; o de grupos de víctimas de sacerdotes pedófilos, otro tema aún candente.
No hay que olvidar que desde hace ya algunos meses dos famosos intelectuales ingleses ateos, Richard Dawkins y Christopher Hitchens, junto con Jeffrey Robinson, uno de los abogados más prestigiosos del mundo en derechos humanos, hasta pidieron el arresto del Papa por su presunto encubrimiento de sacerdotes en el escándalo por abusos de niños por parte del clero.
Justamente para prevenir el terrible escenario de un intento de captura del Papa -como ocurrió con Pinochet en octubre de 1998-, el 22 de julio pasado el gobierno británico dictaminó por decreto que ningún juez puede ordenar la captura de un jefe de Estado extranjero sin su aprobación.
Tensión con los anglicanos
Aunque hay otros motivos de tensión, que tienen que ver con la relación con la Iglesia anglicana, que les abrió las puertas a las mujeres sacerdotes (y obispos), y que creó diferencias también en las bases de algunos grupos católicos progresistas.
Por ejemplo, un grupo de mujeres católicas decidió alquilar durante todo el mes de septiembre carteles publicitarios que decorarán los famosos autobuses de dos pisos londinenses con una leyenda: "Pope Benedict, ordain women now " ("Papa Benedicto, ordena mujeres ya").
La beatificación del cardenal Newman (1801-1890), un anglicano que se convirtió al catolicismo, muy conocido en la Argentina, es el gran objetivo de la visita del Papa. Desde que fue elegido, en 2005, Joseph Ratzinger ya no celebra personalmente las beatificaciones, pero para este famoso teólogo británico, al que admira particularmente, hará una excepción (como también sucederá con Juan Pablo II).
Y también en este punto hay polémicas. Hace unos años la noticia de que el cardenal pidió ser enterrado junto a su más estrecho colaborador, el padre Ambrose St. John, causó júbilo entre los grupos gay británicos, que lo erigieron como precursor de su comunidad, pues aseguran que entre el cardenal y el padre había habido una relación.
Para Sheridan Gilley, uno de sus máximos biógrafos, sin embargo, nunca hubo nada de eso, sino una fuerte amistad entre hombres. "Era normal en esa época que se desarrollaran vínculos muy estrechos entre hombres y que quisieran ser sepultados juntos", aseguró en una entrevista con el diario Avvenire . "Además -agregó-, quien estudió a Newman joven y adolescente se da cuenta perfectamente de que era absolutamente heterosexual."

CRITICAS POR EL FINANCIAMIENTO DE LA VISITA
LONDRES (DPA).- Los costos del viaje papal vienen siendo objeto de debate público en Gran Bretaña desde hace meses. En mayo, la Iglesia Católica británica convocó a sus fieles a realizar donaciones para financiar el viaje "de forma tan generosa como les sea posible". En ese momento, críticos de la Iglesia local -en Gran Bretaña, casi uno de cada diez ciudadanos se dice católico- criticaron que el erario debiera hacerse cargo de una parte de la visita papal. El gobierno británico destinará entre 10 y 12 millones de libras (entre 12 y 14,5 millones de euros) para garantizar la seguridad y la policía durante los tres días.

lanacion.com

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