domingo, 7 de marzo de 2010

Lo que ellas quieren

Los hijos. La familia. El trabajo. El estudio. El país. El tiempo para una. Los sueños. Los valores. La salud. Todo importa.
Pero a la hora de privilegiar qué por encima de cualquier otra cosa, la respuesta de ellas fue clara, al borde de lo unánime: "La familia -construirla, cuidarla, protegerla- sigue siendo el eje principal de las metas de las mujeres, sin distinción de edad, nivel educativo o estrato socioeconómico", explica la socióloga María Laura Calí, directora de Sel Consultores, frente a los resultados de un estudio, realizado por el equipo que encabeza, entre 300 mujeres de 18 a 65 años del área metropolitana (ver ficha técnica).
"Los resultados nos permiten interpretar que, a pesar de todos los cambios registrados en las últimas décadas, el imaginario social no ha cambiado -añade Calí-. La familia es lo primero. Y la respuesta se dio aun entre mujeres sin hijos, que era más del 30% de la muestra: familia, en estos casos, son la pareja, los parientes más cercanos, y también la red de afectos y relaciones más importantes."
El hecho de ser madres tuvo una altísima valoración: a la hora de responder cuál había sido el momento más importante de su vida, el 71% de las mujeres que eran mamás señalaron que había sido cuando nacieron sus hijos, seguido del haber formado una pareja (pero sólo marcado como "hito" por el 10% de las encuestadas) y el haberse recibido (el 9%, pero el 21% entre las más jóvenes). ¿Qué lugar ocupa entre las mujeres la importancia de "la libreta" a la hora de definir una relación amorosa? "Para el 88 por ciento, lo más importante resultó ser el desarrollo laboral o profesional y para el 83 por ciento, tener hijos -menciona Calí-. Sólo menos de la mitad, el 46%, valorizó más el casarse (legalmente) que otras opciones."
La socióloga agregó que la pérdida de los valores y la conciencia ciudadana son preocupaciones que aparecen con más fuerza a partir de la adultez, en tanto valores como el amor, el respeto, la honestidad y la solidaridad fueron los primeros cuatro que mencionaron. "Las mujeres -dijo Calí- consideraron que debería haber más participación femenina en la política, en el ámbito laboral, en el hogar y en la crianza de los hijos («disponer de más tiempo para no delegar estas tareas», manifestaron)."
Y... hablando de tiempos, ¿cómo perciben las mujeres la distribución de sus días? "Una de cada tres, como una ecuación deficiente entre la familia y los afectos [por un lado] y las responsabilidades laborales [por el otro] -dijo la socióloga-. Y la insatisfacción se acentúa cuando se evalúa la relación entre el tiempo disponible para ellas mismas y la familia, sin tener en cuenta el trabajo fuera del hogar: en ese caso, la mitad está disconforme." El trabajo, los hijos y la atención de la casa son los factores que determinan que el tiempo que las mujeres destinan para ellas mismas no sea todo el que quisieran, y esta sensación se incrementa -como es dado esperar- entre las de 30 a 49 años, con hijos y que además trabajan fuera de la casa.
Sin embargo, el 52% dijo que el momento más lindo de su día es el encuentro con la familia, "todos reunidos, en casa, con los afectos", y el 18% "cuando me levanto a la mañana", posiblemente -hipotetiza Calí- un hecho vinculado con comenzar un nuevo día, y el hacerlo con optimismo. El 9% dijo que el mejor momento del día era cuando estaba tranquila, "haciendo cosas que me gustan".
La socióloga Calí comentó también que la investigación apuntó a saber cómo se sienten las mujeres con respecto a una situación frecuente en la vida de la mayoría de ellas: el desarrollo de múltiples tareas a la vez. Esta condición multitasking del género femenino a menudo se asocia a una carga extra de estrés. Sin embargo, el estudio encontró que el 47% de las encuestadas se siente cómoda a pesar de tener mucho y variado para hacer, en tanto el 34% reconoció la sobrecarga pero dijo poder "manejarlo sin estresarte" y en cambio solo el 19% admitió, sin anestesia, que el exceso de tareas les provoca estrés.
Los miedos y preocupaciones se vincularon en una proporción altísima (casi la tercera parte) con la inseguridad física ("los robos, la violencia") y el temor a que "algo malo" le pase a su familia. Las deficiencias políticas, sociales, económicas, sanitarias y educativas, así como el desempleo, fueron las preocupaciones mencionadas en segundo y tercer lugar, al tiempo que conservar (o perder) la salud es visto como una preocupación por un lado y un temor por otro, como las dos caras de una moneda.
A la hora de describir los grandes temas "pendientes" de sus vidas, un 63% de las encuestadas dijo que querría viajar, pero un 29% señaló que entre sus proyectos inconclusos está estudiar o terminar una carrera, una respuesta más elegida tanto por mujeres jóvenes como por aquellas de menores recursos.
Según pasan los años
Uno de los aspectos más interesantes de la encuesta consistió en invitar a las mujeres a recordar cuáles eran sus preocupaciones más frecuentes cuando jóvenes y cuáles creían que serían en una década o más.
Para las de 30 a 49 años, a los 20 "la educación, el trabajo y formar una familia" eran las preocupaciones dominantes, en tanto manifestaron que se imaginan a los 60 preocupadas "por el bienestar y cuidado de la familia, la situación del país y mantener la salud".
Las mujeres mayores, de 50 a 65 años, dijeron que a los 20 años las preocupaba "formar una familia, conseguir un buen trabajo y formarse", mientras que a los 40 el ranking de preocupaciones era encabezado por "la crianza, la educación y el futuro de los hijos, el bienestar y el cuidado de la familia y el mantener un buen trabajo".
Como a las jóvenes solo les está dado el futuro, las de 18 a 29 años dijeron que a los 40 se imaginaban preocupadas en primer lugar por "formar una familia y cuidar su bienestar, educar y criar a los hijos y desarrollarse laboralmente"; en tanto, si se pensaban a los 60 la primera preocupación sería la salud, seguida de la familia y, finalmente (jóvenes, pero ya aprendida la lección), "que la jubilación me permita vivir razonablemente bien."
Por Gabriela Navarra
Ficha técnica
El estudio fue desarrollado por SEL Consultores para la iniciativa Sumando Valores, de Kimberly Clark, del 4 al 11 de enero de 2010. El universo analizado fueron mujeres de 18 a 65 años residentes en el área metropolitana, y la muestra -probabilística, segmentada en cuotas etarias- abarcó 300 casos. El instrumento de recolección fue el cuestionario, con preguntas de respuesta múltiple espontánea en su mayoría.
Se trabajó con tres tramos etarios: 18 a 29 años (jóvenes); 30 a 49 años (adultas); 50 a 65 años (mayores), tres estratos socio-económicos (ABC1, clase alta y media alta, 23% de los casos; C2_C3, clase media, 44% de los casos; D1_D2, clase baja, 33% de los casos).
El 60% de las encuestadas tenía secundario completo y/o terciario incompleto y un 40% tenía terciario completo hasta niveles de posgrado. El 41% era casada; el 20% estaba en pareja y el 39% era soltera o separada, sin pareja. El 68% tenía hijos (en promedio, 2) y el 66% dijo estar trabajando.

lanacion.com

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