miércoles, 9 de diciembre de 2009

"Ladronzazos, "papases", "ídolas" y "relocos" conviven en la Nueva gramática


Madrid, 9 dic (EFE).- La "Nueva gramática" es una auténtica mina de oro, si uno quiere buscar ejemplos de la diversidad del español. En sus páginas conviven diminutivos como "ahoritica" y "tiernitico", aumentativos como "ladronzazo", plurales del tipo de "papases" y "mamases", femeninos como "ídola" y adjetivos como "reloco".
Cada capítulo de la "Nueva gramática de la lengua española", cuyos dos primeros volúmenes (Morfología y Sintaxis) se presentan mañana en un acto presidido por los Reyes, refleja el español actual del conjunto de países hispanohablantes, pero también sus variantes geográficas y sociales.
Si uno se adentra en las locuciones adverbiales, tropieza con que la expresión "en las chimbambas", más empleada en España que en América, pasa a ser "en las sínsoras" en el área antillana; y ve que en Cuba leen "de carretilla" y no "de carrerilla", mientras que en el habla popular del área andina, Colombia y buena parte de Centroamérica lo hacen "a la fija".
Quien mata sin escrúpulos mata "sin ascos" en muchos países americanos, y quien camina con los pies desnudos va "a pie pelado" o "a pata pelada" en Chile, Centroamérica y zonas caribeñas.
"Salí poco menos que a la disparada", se dice en el área rioplatense con el sentido de "al momento" o de "precipitadamente", en tanto que "al cohete" significa "en vano" en El Salvador y en países próximos.
Cuando uno es poco propenso a pagar y va "de gorra", en El Salvador, Honduras y Guatemala va "de fai"; en este último país iría también "de grolis" y en Puerto Rico, "de cachete".
"Me lo sé de paporreta", dice Bryce Echenique en "Magdalena peruana y otros cuentos", lo que en otros países se sabrían de memoria. Y "poner en berlina" es poner en ridículo en el español culto de Ecuador.
Emplear locuciones latinas da categoría a quien las usa, pero hay que tener cuidado con ellas, porque lo correcto es decir "motu proprio" y no "de motu propio", y también "grosso modo" y no "a grosso modo".
Tampoco conviene confundir la locución adverbial "ex abrupto" (repentinamente) con la salida de tono que supone un "exabrupto".
Al parecer, el sufijo diminutivo "-ico" va perdiendo fuerza, pero en algunos países andinos y en parte de Centroamérica y Caribe se ha desarrollado la variante "-itico/-itica: "ahoritica", "cerquitica", "pueblitico" y "tiernitico".
Y ¿qué decir del sufijo -"ingo/-inga"? Resulta que tiene "gran vitalidad" en regiones andinas, tanto con adjetivos ("quietingo", "friingo") como con sustantivos ("casinga", "mesinga") y adverbios ("ahoringa", "cerquinga"), se afirma en la "Nueva gramática", publicada por Espasa en España e Hispanoamérica.
En el capítulo dedicado al género se recuerda que no es correcto decir "este hacha", "todo el hambre" o "poco agua", sino "esta hacha", "toda el hambre" y "poca agua", y se insiste en que los sustantivos masculinos de persona "designan todos los individuos de la clase o el grupo que se mencione, sean varones o mujeres".
Por lo tanto, es innecesaria esa costumbre tan extendida entre los políticos de decir "los ciudadanos y las ciudadanas", "los argentinos y las argentinas", "los peruanos y las peruanas", "los alumnos y las alumnas"..., etc.
El sustantivo "fiscal" es común en cuanto al género (el fiscal/la fiscal), pero se registra también "la fiscala" en Paraguay y en algunos otros países hispanoamericanos. Y no es correcto decir "miembra", por mucho que algún político se empeñe.
"Jueza" está extendido en Chile, en parte del área rioplatense, Caribe continental y Centroamérica, y se prefiere "la juez" en España, México o Perú.
Hubo un tiempo en que se usó "cónsula" como mujer del cónsul, pero hoy se dice "el cónsul", "la cónsul", aunque en varios países americanos emplean "consulesa".
A las mujeres poetas no les suele gustar que les llamen "poetisa", y rechazan esta variante quizá porque "lleva a veces asociada la connotación de 'poeta menor'".
En las áreas chilena y rioplatense dicen "sos 'un flor' de tipo" porque utilizan "flor" como común en cuanto al género. Y en la lengua juvenil de estas mismas zonas se extiende el femenino "ídola". Y cuando de plurales se trata, las veintidós Academias de la Lengua Española, autoras de la "Nueva gramática", recuerdan que están muy desprestigiados los "sofases" y "cafeses".
Sin embargo, en zonas rurales de algunos países americanos se registran "papases" y "mamases". En el lenguaje publicitario actual se extiende el prefijo "-tele" para designar lo que se entrega a domicilio: "telebocadillo", "telepollo".
Y entre los jóvenes del área rioplatense se dan adjetivos inusitados en otras zonas, como "regrande", "reloco" o "relindo".
Ana Mendoza.
ar.news.yahoo.com

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