lunes, 14 de diciembre de 2009

Obesos: los viajes les cuestan el doble

Laura Reina
LA NACION
¡Hola!, quiero sacar un pasaje en ómnibus a Mar del Plata para mi padre.
Son 90 pesos por tramo.
Muy bien. Mi papá es obeso, ¿podrán darle un asiento grande?
No tenemos butacas para personas con obesidad. Si su padre no se siente cómodo en una butaca, debería sacar dos asientos. O puede optar por la opción "ejecutivo suite", que tiene asientos un poco más grandes y sale 110 pesos por tramo.
Este diálogo se repite cada vez que un obeso debe sacar un pasaje en ómnibus o en avión para trasladarse. A pocos días del comienzo de la temporada estival, son muchas las personas que padecen de sobrepeso y que deben pagar hasta el doble del pasaje para poder viajar.
A pesar de que una ley sancionada en 2008 considera la obesidad como una enfermedad y obliga a todas las empresas de medicina prepaga y obras sociales a cubrir el tratamiento y la cirugía bariátrica en los casos en los que esté indicada, todavía hay pocos avances respecto de cuestiones más cotidianas para las personas obesas, como tomar un colectivo, viajar en subte o en avión.
La primera empresa que se ocupó del tema fue Aerolíneas Argentinas, que en mayo instrumentó el asiento doble sin cargo para las personas obesas en todos los vuelos de cabotaje propios y de Austral.
"En cuanto a los vuelos internacionales, si bien no es obligatoria su aplicación, se analiza cada caso en particular", según dijeron a La Nacion fuentes de la compañía. Propuesta legislativa
La medida se instrumentó a partir de un proyecto de ley de la diputada Mariel Calchaquí (Tierra del Fuego, Frente para la Victoria), en el que se prohíbe el cobro de tarifas diferenciadas a las personas obesas en medios de transporte público de pasajeros. Además, se plantea la obligatoriedad de brindarles las comodidades necesarias para el viaje, como el doble asiento sin cargo o butacas más grandes.
"Me basé en la ley de obesidad, ya que este proyecto está relacionado con el artículo 17 de la esa norma, que dice: «Los proveedores de bienes o servicios con destino al público en general no podrán negarse, ante el requerimiento de una persona obesa, a proporcionar el bien o servicio solicitado en las condiciones que al respecto establezca el Poder Ejecutivo. Tal negativa será considerada un acto discriminatorio»", explicó la diputada.
Si bien el proyecto todavía no se convirtió en ley, Calchaquí espera que la medida también se instrumente en los vuelos internacionales de la aerolínea de bandera y que esta iniciativa sea el puntapié para que la apliquen otras aerolíneas y transportes públicos.
"Los obesos, además de estar expuestos a la discriminación social, tienen muy limitada su vida. Hay que facilitarles las cosas, no complicárselas. Es una barbaridad que, encima de sufrir discriminación, tengan que pagar el doble por ser discriminados", comentó Calchaquí.
El cobro de dos pasajes es una práctica habitual, aunque son pocas las empresas que lo manifiestan abiertamente. Una de ellas es United Airlines, que en abril pasado informó que era obligatoria la compra de un pasaje adicional o de un ascenso de clase en los casos en los que el pasajero no entre en el asiento, no pueda bajar el apoyabrazos y/o abrocharse el cinturón de seguridad.
"Serán reacomodados, sin cobrarles de más, en dos asientos vacíos si hay espacio disponible. Si el vuelo está lleno, serán sacados del vuelo y tendrán que comprar un segundo billete, al mismo precio de la tarifa original", según informaron por entonces voceros de la aerolínea, que justificaba la medida a partir de las 700 quejas que habían recibido de otros pasajeros que habían sido "forzados" a compartir su butaca con una persona con sobrepeso. Sólo para gente común
Según el doctor Alberto Cormillot, director de la carrera de Nutrición de la Universidad Isalud, "el mundo no está hecho para los obesos". Detalló que, aunque depende del tamaño de la cadera, una persona con más de 50 kilos de sobrepeso no entra en el asiento convencional, que en promedio es de 50 cm de ancho. "Si la persona es baja, con 30 kilos de más ya no cabe", precisó Cormillot.
Y agregó: "Una persona muy alta que pesa 120 kilos entra, pero no puede estirar las piernas. Los únicos que viajan cómodos en los asientos de turistas son las personas que miden 1,65 metros y pesan 65 kilos. El resto, lo padece", dijo el especialista.
La doctora Vicky Chaia, directora médica de Dietas Alto Rendimiento (DAR), confirmó que varios de sus pacientes deben pagar el doble para trasladarse. "Esto hace que los gordos se aíslen y no salgan, para no exponerse", comentó.
Pero el tamaño del asiento es sólo uno de los tantos problemas que deben afrontar los obesos cuando viajan en transportes de media y larga distancia.
"Están los que pueden pagar doble pasaje, pero, por ejemplo, no entran en el baño. Los aviones no están preparados para los gordos; no sólo son pequeñas las butacas: también lo son los pasillos y los baños", dijo la directora del DAR.
Según Chaia, la solución es que las aerolíneas y las empresas de transporte terrestre les cedan dos asientos a los pasajeros. "La obesidad es una epidemia. No se es obeso por elección. En la Argentina, todavía hay mucha discriminación, a pesar de que hubo avances, como la ley de obesidad", comentó.

Causa de discriminación
Según un informe del Instituto Nacional contra la Discriminación y la Xenofobia (Inadi), la obesidad es una de las principales causas de discriminación en el país.
Es la segunda entre las más nombrada, luego de las ofensas a personas pertenecientes a sectores populares, y la primera cuando se pregunta a los encuestados qué tipo de discriminación sufrió u observó.
"Recibimos muchas denuncias de gente que se sintió mal al acudir a aerolíneas y a empresas de transporte terrestre para ir a comprar un pasaje o abordar una aeronave", confirmaron en el Inadi, instituto para el que la medida de cobrar pasaje extra a los obesos es discriminatoria y, por supuesto, pasible de sanción.
Doble boleto en nueve aerolíneas de EE.UU.
En los Estados Unidos hay nueve compañías aéreas que obligan a comprar dos boletos a los pasajeros obesos, entre ellas, United Airlines, Robin Urbanski, Continental, Delta, JetBlue y Southwest. "El año pasado tuvimos 700 quejas de pasajeros que tuvieron que compartir sus asientos", dijo en abril Robin Urbanski, vocera de United. Los pasajeros obesos (definidos como los que no pueden bajar el apoyabrazos y abrocharse el cinturón) serán reacomodados, sin cobrarles de más, en dos asientos vacíos si hay espacio disponible. Pero si el avión está lleno, serán sacados del vuelo y tendrán que comprar un segundo billete, al precio de la tarifa original.

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