sábado, 12 de marzo de 2011

Ni manzana, ni pera: toda grasa es mala

 
 

Se creía que personas con obesidad abdominal tenían más riesgo de tener un ataque cardíaco que aquellas con obesidad general. Pero 200 científicos de 17 países analizaron a 200 mil personas y concluyeron que no es cierto.
Un grupo de investigadores de más de 17 países se propuso dilucidar cuál es la grasa más benigna: la que se acumula en la zona abdominal y central, o aquella que está distribuida por todo el cuerpo. La investigación desafió la teoría que postula que las personas “con forma de pera” tienen menor riesgo cardíaco que aquellas “con forma de manzana”, dado que estas últimas portan más grasa alrededor de la cintura, y por ende se exponen en mayor medida a sufrir infartos o accidentes cerebrovasculares.
El estudio, del cual participaron 200 mil personas y cuyas conclusiones integran la reciente edición de la revista científica The Lancet, concluyó que más allá de la forma que tenga el cuerpo, ser obeso o tener un índice de masa corporal superior a 30 es un factor de riesgo cardíaco sumamente importante. “Ser obeso siempre es malo para el corazón”, expuso el doctor Mike Knapton, director médico asociado de la Fundación Británica del Corazón, uno de los responsables del estudio.
“Estudios previos sugerían que las personas con obesidad central, identificada comúnmente como forma de manzana, conviven con un riesgo tres veces mayor de tener un ataque cardíaco, en comparación con aquellas que tienen obesidad general o forma de pera. Sin embargo, otros expertos cuestionan esos hallazgos. Por esa razón, nos dispusimos a crear un consenso de científicos, con el objetivo de esclarecer el tema”, añadió Knapton. En la investigación participaron casi 200 científicos pertenecientes a 17 países.
La doctora Mónica Katz, médica especialista en Nutrición y directora del Posgrado de Nutrición de la Universidad Favaloro, dijo a la agencia PRO-SALUD News: “Hace un tiempo comenzaron a compararse las características de las diferentes grasas: la de localización abdominal que se degrada rápidamente y va a parar a diferentes órganos vitales, y la de localización en la cadera que es mucho más benigna y a diferencia de la anterior no es ‘pro-todo’, es decir que no favorece la acumulación o el desarrollo de patologías, sino que por el contrario es ‘anti-todo’”. Y agregó: “Debemos darle un mensaje claro a la gente: si una mujer tiene más de 88 centímetros de perímetro de cintura, o si un hombre tiene 102, es importante que realice una consulta con el médico para saber hasta que punto su salud está en riesgo”.  
elargentino.com

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