La tradición nació en 1999 cuando un profesor de la Universidad de Boston, William Anthony, propuso celebrar una práctica muy arraigada pero poco valorada en las sociedades occidentales: la siesta. Anthony notó que el dormir durante un pequeño periodo en el medio del día no sólo es un hábito muy extendido sino también ayuda a mejorar la salud y a tener un mejor desempeño laboral.
Según comentó al Huffington Post Anthony, la elección del 14 de marzo como el día nacional de la siesta (en los Estados Unidos) se debe al cambio de horario que se realiza en todo el país, extendiendo una hora más las horas de vigilia. El principal objetivo de la movida iniciada por el profesor norteamericano es concientizar de la importancia y las ventajas que brinda una buena siesta a la sociedad. El Día Nacional de la Siesta no fue incorporado todavía al calendario de feriados oficiales, sin embargo esto no le resta importancia a su encomiable objetivo: procurarnos una siesta entre horas laborales.
Ahora bien, no hace falta que en Argentina alguien nos venga a contar de las siestas, su arraigo en nuestra cultura y los beneficios de tomarnos una horita después del almuerzo. En la mayoría de las ciudades de las provincias la hora de la siesta ya está institucionalizada. Sólo en Buenos Aires, y en algunas otras capitales, la hora del almuerzo se limita exclusivamente a una hora de comida. Sin embargo, ¿no te parece que nos vendría bien un día para homenajear a la siesta? ¿En qué momento del año te parece que deberíamos celebrar la siesta? ¿Cuáles serían las reivindicaciones?
Según comentó al Huffington Post Anthony, la elección del 14 de marzo como el día nacional de la siesta (en los Estados Unidos) se debe al cambio de horario que se realiza en todo el país, extendiendo una hora más las horas de vigilia. El principal objetivo de la movida iniciada por el profesor norteamericano es concientizar de la importancia y las ventajas que brinda una buena siesta a la sociedad. El Día Nacional de la Siesta no fue incorporado todavía al calendario de feriados oficiales, sin embargo esto no le resta importancia a su encomiable objetivo: procurarnos una siesta entre horas laborales.
Ahora bien, no hace falta que en Argentina alguien nos venga a contar de las siestas, su arraigo en nuestra cultura y los beneficios de tomarnos una horita después del almuerzo. En la mayoría de las ciudades de las provincias la hora de la siesta ya está institucionalizada. Sólo en Buenos Aires, y en algunas otras capitales, la hora del almuerzo se limita exclusivamente a una hora de comida. Sin embargo, ¿no te parece que nos vendría bien un día para homenajear a la siesta? ¿En qué momento del año te parece que deberíamos celebrar la siesta? ¿Cuáles serían las reivindicaciones?
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