viernes, 13 de agosto de 2010

Lavarse las manos después de ir al baño evitaría el 39% de las infecciones alimentarias

En EEUU no es extraño ver un cartel en los lavabos de bares y restaurantes que recuerda que 'los empleados deben lavarse las manos antes de volver al trabajo'. La advertencia tiene sentido, según las últimas cifras de infecciones alimentarias que acaban de darse a conocer.
Según los Centros de Control de las Enfermedades de aquel país (CDC), los trabajadores que manipulan alimentos y no se lavan las manos después de ir al baño o no mantienen una correcta higiene en general son responsables del 39% de las infecciones alimentarias que se registran en EEUU.
El patógeno que transmiten estos trabajadores "poco escrupulosos con su higiene" es el norovirus, responsable de aproximadamente nueve de cada diez brotes de gastroenteritis no bacteriana en todo el mundo. En líneas generales, los CDC (organismo dependiente del gobierno) indican que en 2007 se registraron un total de 1.097 brotes, 21.244 personas infectadas y 18 muertes como resultado de esos brotes.
Tras el norovirus, la bacteria de la 'salmonella', presente en alimentos poco cocinados o huevos crudos, fue el segundo agente causante de infección más común, provocando un 27% de las dolencias. Por otra parte, en los 235 brotes en los que se identificó un solo alimento como causante, las aves de corral fueron las mayores transmisoras de enfermedad, seguidas de la carne de ternera y las verduras de hoja.
En total, los brotes de enfermedades relacionadas con la ingesta de alimentos cayeron un 8% en EEUU durante el 2007 y las dolencias se redujeron un 15% comparado con los cuatro años previos. No obstante, "estas reducciones reflejarían más un cambio de patrón de las enfermedades que mejoras en la seguridad alimentaria", explican los autores del informe.
En este último informe, los CDC atribuyen la caída en el número de enfermos por intoxicación alimenticia al brote de dos nuevas cepas de norovirus en el 2006 y a comienzos del 2007. Eso habría provocado un aumento de la inmunidad al norovirus en el 2007, lo que explicaría el descenso del número de casos.
No obstante, "la enorme cantidad de brotes de intoxicaciones alimenticias por norovirus indican la necesidad de continuar en alerta para prevenir que los empleados que entran en contacto con alimentos listos para consumir infecten a sus clientes", señalan los CDC en su análisis.
Además, "la magnitud de las enfermedades por intoxicación alimentaria probablemente está subestimada, ya que muchos casos nunca se informan", aseguran. En este sentido, los CDC estiman que 76 millones de personas enferman gravemente cada año en este país debido a una intoxicación con alimentos y que 5.000 fallecen por ello.

elmundo.es

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