lunes, 8 de marzo de 2010

¿Qué tienen las mujeres en la cabeza?

Por Eduardo Chaktoura
Especial para lanacion.com
Cuando ella comió la tostada, el pájaro quedó libre. Lo que nadie sabe es que el "carpintero taladrador" voló derecho a esta redacción para contar los secretos más preciados del cerebro femenino. ¿Qué piensan las mujeres de hoy? ¿Qué tienen en la cabeza?
"El pájaro representa lo que ellas piensan, así como refleja la presión social y cultural que modelan los pensamientos de la mujer de hoy", cuenta Gabriel Huici, director creativo de la agencia BBDO , quienes dieron vida al "pajarraco" de la publicidad de las tostadas con el que en el último tiempo se identificaron la mayoría de las mujeres.
El equipo de creativos disfruta del aprendizaje que les dejó la invención del "pajarito". "Nos sorprendió que las mujeres pudieran reírse de sí mismas -cuenta Huici-, nos llena de orgullo haber encontrado un camino más comprometido con la mujer. Creo que logramos hablarles desde un lugar diferente, más sincero, más inteligente".
A muchos hombres les costó entender cómo las mujeres de su entorno caían a los pies de ese espejo con plumas y copete, enchufado a 220. Así como el hombre puede tardar años en conquistar a una mujer, en un aleteo, este "pájaro loco" lograba pasarlas por todos los estados. De la sorpresa al pánico, de la sonrisa a la carcajada. De la inacción frente a la pantalla a correr directo al teléfono para buscar la risa cómplice de una amiga. El plumífero llegó a convertirse en una mezcla rara de oráculo y gurú en las redes sociales. Al parecer, un pajarito las conocía mejor que los hombres.
A diferencia de otros comerciales que requieren largos meses de testeos e investigaciones de mercado, los creativos de esta agencia de publicidad se dedicaron a observar a las mujeres de su entorno (esposas, novias, madres, compañeras de trabajo, en fin...). Y si en algo coincidieron todos es en que "las mujeres tienen muchas cosas en la cabeza, muchos temas, que taladran todos juntos, a veces, sin jerarquía".
Más allá del contenido que identifica a cada mujer, parece ser que al ritmo del taladro es como piensan las mujeres de hoy.
La doctora Alejandra Vieitez Bussalleu, médica psiquiatra, ayuda a entender el sustento biológico, a cerca de las particularidades del cerebro femenino: "Hasta las ocho semanas de gestación, hombres y mujeres tienen un mismo cerebro. Por entonces, las oleadas de hormonas propias de cada género se encargan de tejer estructuras bien diferenciadas. Con el aprendizaje, factores genéticos se combinarán con cuestiones ambientales y culturales que marcarán las diferencias individuales, sea hombre o mujer. Así como habrá cerebros femeninos y masculinos los habrá acordes a cada experiencia de vida".
Al parecer, el cerebro femenino tiene estructuras que facilitan el desarrollo de ciertas capacidades a las que el hombre no puede acceder.
"Sin ánimo de caer en tecnicismos -baja al llano la doctora Vieitez- las particularidades del cerebro femenino lo explican todo. Hay zonas del cerebro que justifican el por qué las mujeres pensamos en eso o lo hacemos de esta forma. El hipocampo, por ejemplo, el área del cerebro que facilita el desarrollo de la memoria, es mucho mayor y activo en las mujeres que en los hombres. Esto explica cómo la mujer nunca olvida detalles muy precisos, ya sea de una discusión fatal, de una noche inolvidable o de la cara que puso o de lo que dijo X persona aquel día de invierno... (la doctora se ríe mientras saca de la cartera esta construcción tan femenina). Sí era invierno, fue una tarde de sol, yo tenía puestos unos zapatos turquesa, esos que a la semana siguiente me los pidió prestados una amiga que... cierto, no me los devolvió... y eso que yo se los pedí pero... en fin, siempre me envidió...".
La psicoanalista Marisa Chamizo coincide con la idea inicial de que "es propio de las mujeres tener la capacidad de hacer malabares con muchos temas en la cabeza" a lo que suma la realidad de "cuán desilusionadas solemos sentirnos las mujeres frente a la imposibilidad de conciliar todos estos temas que surgen al mismo tiempo".
Chamizo cree que "los hombres piensan en torno a un objetivo muy preciso, generalmente relacionado con el éxito personal o profesional. En el caso de las mujeres este no es un tema central. Aunque muchas puedan pensar en ser exitosas, hay otros temas que también dirigen de por vida los pensamientos cotidianos".
El Día Internacional de la Mujer suele ser excusa para hablar de la larga lucha de las mujeres por conquistar la igualdad de condiciones con el hombre. Es fiesta nacional en algunos países, en homenaje a las 146 mujeres que, ese día de 1908, murieron calcinadas dentro de la fábrica textil de Nueva York en la que se atrincheraron reclamando por las infames condiciones laborales. Las bombas incendiarias que se arrojaron para combatirlas las quemaron en esa hoguera de pasiones y deseos conquistados mucho tiempo después.
Si bien, como escribe la filósofa Esther Díaz, "la mujer sigue siendo construida socialmente desde las exigencias del poder masculino", a más de 100 años de aquella revolución industrial, hoy resulta más interesante construir, entendiendo un poco más acerca de sus pensamientos y deseos, que seguir haciendo pausa en el duelo interminable de hormonas y géneros.
"Es cierto que la mujer ya no es mero objeto de deseo y sumisión. Ha comenzado a ser sujeto legal, laboral y sexual. Pero los nuevos derechos no la eximen de sus deberes tradicionales", escribe Esther Díaz en su artículo Las mujeres se construyen diferente .
Lo conquistado y lo que le preocupa a la mujer de hoy es tan intenso que atrasa el hombre que no reconozca de qué viene la novela de la que hoy todos somos protagonistas.
"Así como la glándula pituitaria produce las hormonas de la fertilidad y nos facilita la producción de leche y el comportamiento de crianza -detalla la psiquiatra- la amígdala en las mujeres es más pequeña que en los hombres. Eso les da a ellos la posibilidad de ser dominados por los impulsos o instintos más salvajes. Más allá de la pasión, la mujer es más racional que el hombre. De hecho, la corteza prefrontal es mayor en las mujeres y eso nos ayuda a gobernar las emociones, aunque algunas veces creamos enloquecer de bronca o histeria".
La psicoanalista Marisa Chamizo no puede pasar por alto que "si bien hay temas universales en el mundo femenino, hay pensamientos y preocupaciones propios de cada condición social y cultural. Hoy hay mujeres que sostienen un hogar con posibilidades de progreso profesional y otras que viven al límite en busca de lo mínimo e indispensable que necesita una persona, ni que hablar de un grupo familiar".
Es cierto, los tiempos definen. La realidad se construye y determina. Hoy la mujer tiene tantas cosas en la cabeza como deseos y ambiciones puedan cruzarse a su paso. "La insatisfacción define hoy la estructura de pensamiento femenino. El deseo nunca termina de satisfacerse. Es tanto lo que se desea, es tanto el esfuerzo por encontrar la satisfacción plena, que nada alcanza", postula la psicoanalista.
"Muchas de las insatisfacciones de estos tiempos están relacionados con la compulsión por el consumo", sostiene Chamizo, convencida, cuando se le pregunta si la estética y la imagen también gobiernan el pensamiento de la mujer de hoy. "Es entendible el temor al envejecer por la proximidad con la muerte, pero el valor de no envejecer a cualquier precio degrada y es una exigencia mortífera", dice.
Ya hay varias pistas para seguir haciendo camino. Si bien parece que por estructura es muy difícil que las mujeres cambien su manera de pensar, tal vez sea un buen momento para revisar y jerarquizar el contenido de esos pensamientos que les taladran cada día el cerebro.
Hoy, quizás, siguiendo con la excusa de la efemérides, algunas mujeres tengan ganas de redefinir, sin exigencias, palabras como amor, placer, felicidad, deseos...
Si en algo no están de acuerdo, no se olviden: no fui yo, me lo contó un pajarito.

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