Sebastián A. Ríos
Enviado especial
ORLANDO.- No hay que tratar enfermedades, sino pacientes. Pero durante décadas las terapias oncológicas han sido dispensadas en función del tipo de tumor por combatir, de su localización o de su estado. La persona detrás de la enfermedad, con sus características individuales, no era considerada una fuente de información para determinar qué tratamiento habría de ajustarse mejor a su situación.
El desarrollo de las llamadas terapias dirigidas, que actúan sobre blancos específicos de las células tumorales, y de modernos métodos diagnósticos genéticos y moleculares está abriendo camino hacia la personalización del tratamiento del cáncer. "Cada paciente con cáncer es diferente, y un abordaje terapéutico único para todos no es lo óptimo", declaró el doctor Richard L. Schilsky, presidente de la Asociación Americana de Oncología Clínica (ASCO, según sus siglas en inglés), que hasta mañana reúne a unos 30.000 especialistas en su 45° encuentro científico anual.
"Incluso cánceres del mismo diagnóstico difieren en sus características genéticas y moleculares en formas que pueden influir sobre el pronóstico del paciente y su respuesta al tratamiento -agregó Schilsky-. Estas características pueden llevarnos a usar un tratamiento en particular o a concluir que esa terapia no será efectiva en la situación particular del paciente."
La lista de avances en este tema presentados aquí en Orlando es extensa. De hecho, "Personalizar el tratamiento del cáncer" es el eslogan del congreso. Se han identificado nuevos marcadores biológicos o genéticos que permiten determinar qué pacientes tienen más posibilidades de beneficiarse con el uso de ciertas drogas, como también fueron presentados nuevos estudios diagnósticos que permiten predecir cómo evolucionará la enfermedad luego del tratamiento. Abordaje personalizado
Según señaló Schilsky en conferencia de prensa, un ejemplo de personalización de los tratamientos bien establecido es el gen KRAS, que permite identificar a los pacientes con cáncer colorrectal que pueden beneficiarse del uso de un anticuerpo monoclonal llamado cetuximab. El medicamento es efectivo en aquellos pacientes en los que el gen KRAS no está mutado, y para saberlo basta con un test genético (ver infografía).
"Claramente, la evidencia muestra que haciendo un simple test podemos evitar dar el medicamento a quien no se va a beneficiar y darlo a quienes sí", dijo Schilsky, profesor de medicina de la Universidad de Chicago, Estados Unidos.
La lista de nuevos biomarcadores que permiten determinar si un paciente se beneficiará o no de determinado tratamiento alcanza no sólo a las terapias dirigidas, sino también a las quimioterapias convencionales. También hay indicadores clínicos que, ahora se sabe, deben ser tomados en cuenta antes de indicar un tratamiento. Aquí, un resumen de los estudios más relevantes:
Investigadores de la Universidad Pierre y Marie Curie, de Francia, hallaron que los pacientes con cáncer de pulmón tratados quirúrgicamente que presentan niveles bajos de dos proteínas (MSH2 y ERCC1) en los tumores tienen más chances de responder a la quimioterapia con cisplatino.
En los pacientes con cáncer de estómago avanzado en los que el tumor es positivo para el test que determina la presencia del receptor HER-2, la adición del anticuerpo monoclonal trastuzumab a la quimioterapia permite extender la sobrevida. Sólo el 22% de los cánceres de estómago son HER-2 positivo.
La adición de oxaliplatino a la quimioterapia convencional sólo es útil en los pacientes menores de 70 años, concluyó un estudio de investigadores de la Clínica Mayo y del Instituto del Cáncer Dana Farber, de los Estados Unidos.
El test genético Oncotype DX, desarrollado en la Universidad de Oxford, Inglaterra, permite determinar qué pacientes con cáncer de colon tienen mayor riesgo de que, una vez extirpado el tumor, la enfermedad vuelva. El test estará disponible en 2010 y permitirá identificar a los pacientes que deben recibir quimioterapia; los demás, podrán evitar sus efectos secundarios.
Un nuevo análisis del estudio FLEX señala la existencia de un factor clínico predictor de mayor sobrevida en los pacientes con cáncer de pulmón que reciben cetuximab. "Aquellos que desarrollan una reacción o rash cutáneo después de recibir el medicamento tienen una mayor chance de respuesta", dijo a LA NACION el doctor Jan Vermorken, director del Departamento de Oncología Médica del Hospital Universitario de Amberes.
Otro estudio, en este caso sobre cáncer orofaríngeo, halló que los tumores que contienen virus papiloma humano (HPV, según sus siglas en inglés) responden mejor a los tratamientos convencionales que aquellos que son HPV-negativos.
"Más allá de mejorar los resultados de los pacientes individuales, un abordaje personalizado del cáncer puede reducir sustancialmente el costo del tratamiento", opinó Schilsky.
"El futuro del tratamiento del cáncer es la personalización de las terapias: el tratamiento adecuado para la persona adecuada en el momento adecuado", concluyó. Un futuro que comienza a tomar forma.
ORLANDO.- No hay que tratar enfermedades, sino pacientes. Pero durante décadas las terapias oncológicas han sido dispensadas en función del tipo de tumor por combatir, de su localización o de su estado. La persona detrás de la enfermedad, con sus características individuales, no era considerada una fuente de información para determinar qué tratamiento habría de ajustarse mejor a su situación.
El desarrollo de las llamadas terapias dirigidas, que actúan sobre blancos específicos de las células tumorales, y de modernos métodos diagnósticos genéticos y moleculares está abriendo camino hacia la personalización del tratamiento del cáncer. "Cada paciente con cáncer es diferente, y un abordaje terapéutico único para todos no es lo óptimo", declaró el doctor Richard L. Schilsky, presidente de la Asociación Americana de Oncología Clínica (ASCO, según sus siglas en inglés), que hasta mañana reúne a unos 30.000 especialistas en su 45° encuentro científico anual.
"Incluso cánceres del mismo diagnóstico difieren en sus características genéticas y moleculares en formas que pueden influir sobre el pronóstico del paciente y su respuesta al tratamiento -agregó Schilsky-. Estas características pueden llevarnos a usar un tratamiento en particular o a concluir que esa terapia no será efectiva en la situación particular del paciente."
La lista de avances en este tema presentados aquí en Orlando es extensa. De hecho, "Personalizar el tratamiento del cáncer" es el eslogan del congreso. Se han identificado nuevos marcadores biológicos o genéticos que permiten determinar qué pacientes tienen más posibilidades de beneficiarse con el uso de ciertas drogas, como también fueron presentados nuevos estudios diagnósticos que permiten predecir cómo evolucionará la enfermedad luego del tratamiento. Abordaje personalizado
Según señaló Schilsky en conferencia de prensa, un ejemplo de personalización de los tratamientos bien establecido es el gen KRAS, que permite identificar a los pacientes con cáncer colorrectal que pueden beneficiarse del uso de un anticuerpo monoclonal llamado cetuximab. El medicamento es efectivo en aquellos pacientes en los que el gen KRAS no está mutado, y para saberlo basta con un test genético (ver infografía).
"Claramente, la evidencia muestra que haciendo un simple test podemos evitar dar el medicamento a quien no se va a beneficiar y darlo a quienes sí", dijo Schilsky, profesor de medicina de la Universidad de Chicago, Estados Unidos.
La lista de nuevos biomarcadores que permiten determinar si un paciente se beneficiará o no de determinado tratamiento alcanza no sólo a las terapias dirigidas, sino también a las quimioterapias convencionales. También hay indicadores clínicos que, ahora se sabe, deben ser tomados en cuenta antes de indicar un tratamiento. Aquí, un resumen de los estudios más relevantes:
Investigadores de la Universidad Pierre y Marie Curie, de Francia, hallaron que los pacientes con cáncer de pulmón tratados quirúrgicamente que presentan niveles bajos de dos proteínas (MSH2 y ERCC1) en los tumores tienen más chances de responder a la quimioterapia con cisplatino.
En los pacientes con cáncer de estómago avanzado en los que el tumor es positivo para el test que determina la presencia del receptor HER-2, la adición del anticuerpo monoclonal trastuzumab a la quimioterapia permite extender la sobrevida. Sólo el 22% de los cánceres de estómago son HER-2 positivo.
La adición de oxaliplatino a la quimioterapia convencional sólo es útil en los pacientes menores de 70 años, concluyó un estudio de investigadores de la Clínica Mayo y del Instituto del Cáncer Dana Farber, de los Estados Unidos.
El test genético Oncotype DX, desarrollado en la Universidad de Oxford, Inglaterra, permite determinar qué pacientes con cáncer de colon tienen mayor riesgo de que, una vez extirpado el tumor, la enfermedad vuelva. El test estará disponible en 2010 y permitirá identificar a los pacientes que deben recibir quimioterapia; los demás, podrán evitar sus efectos secundarios.
Un nuevo análisis del estudio FLEX señala la existencia de un factor clínico predictor de mayor sobrevida en los pacientes con cáncer de pulmón que reciben cetuximab. "Aquellos que desarrollan una reacción o rash cutáneo después de recibir el medicamento tienen una mayor chance de respuesta", dijo a LA NACION el doctor Jan Vermorken, director del Departamento de Oncología Médica del Hospital Universitario de Amberes.
Otro estudio, en este caso sobre cáncer orofaríngeo, halló que los tumores que contienen virus papiloma humano (HPV, según sus siglas en inglés) responden mejor a los tratamientos convencionales que aquellos que son HPV-negativos.
"Más allá de mejorar los resultados de los pacientes individuales, un abordaje personalizado del cáncer puede reducir sustancialmente el costo del tratamiento", opinó Schilsky.
"El futuro del tratamiento del cáncer es la personalización de las terapias: el tratamiento adecuado para la persona adecuada en el momento adecuado", concluyó. Un futuro que comienza a tomar forma.
Hormonas y cáncer de pulmón
ORLANDO (De un enviado especial).- Un nuevo análisis del estudio Women?s Health Initiative (WHI), del que participaron 16.608 mujeres de entre 50 y 79 años, halló que el uso de terapias hormonales para la menopausia que contienen estrógeno y progesterona aumenta un 61% el riesgo de morir en aquellas personas que padecen cáncer de pulmón. El estudio encontró que este riesgo es significativamente mayor en las mujeres que fuman.
"Hallamos que las mujeres que habían tomado progesterona más estrógeno y que tenían cáncer de pulmón presentaban un riesgo significativamente más alto de morir que las mujeres que no habían recibido esa terapia", dijo a La Nacion el doctor Rowan Chlebowski, investigador del Centro Médico de la Universidad de California en Los Angeles, Estados Unidos.
Análisis previos del WHI habían mostrado que las terapias hormonales combinadas aumentan el riesgo de infarto y de cáncer de mama, por lo que esta nueva revisión de los datos se centró en el cáncer de pulmón. "Pareciera que la combinación estrógeno-progesterona es un estímulo más: cuando el tabaco causa cáncer de pulmón, la terapia hormonal combinada hace que se desarrolle más rápido", comentó el investigador.
"Esto parece ser un riesgo muy alto si uno simplemente recibe esta terapia para el manejo de los síntomas [de la posmenopausia], y las mujeres deben estar informadas de este nuevo riesgo potencial", concluyó Chlebowski, que actualmente realiza un nuevo análisis del WHI para evaluar si el uso de estrógenos sólo presenta el mismo riesgo que las terapias combinadas.
lanacion.com
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