Por Valeria Vera
De la Redacción de lanacion.com
El dramático destino del avión de Air France, con más de 200 personas a bordo, incrementó las consultas en organizaciones especializadas en el tratamiento de la fobia a volar, y reavivó los temores de quienes ya sufren este trastorno.
"Están siendo horas muy intensas. El teléfono anduvo sonando todo el tiempo", afirmó a lanacion.com Carlos Plá Alem, director de Poder Volar, asociación dedicada a brindar recursos a las personas que temen viajar en avión.
Según el psiquiatra, el miedo a volar constituye "una alarma originada en la parte más primitiva del cerebro de los seres humanos", por lo que todos los pasajeros de un avión pueden desarrollarlo en mayor o en menor medida, sin llegar a padecer la fobia.
Conductas evitativas. En casos como el del avión francés, según describió Plá, sucede que el bombardeo de noticias, sumado a las imágenes de familiares destruidos por la situación, "hacen aflorar de nuevo la irracionalidad y se activan las fantasías" que una persona puede reunir. Incluso, en determinadas ocasiones, situaciones como ésta llevan a posponer vuelos programados con anticipación o viajes pendientes.
El director de Poder Volar señaló que la mala experiencia de un vuelo, asociada con algún estrés personal y con la herencia de una familia con un patrón de conducta aprensiva, provocan que en la persona se afiancen conductas evitativas, como la de oponerse, suspender, o buscar argumentos para explicar que "no es el momento de enfrentar la situación [de emprender un vuelo].
Por su parte, el licenciado y miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) Enrique Novelli describió a las fobias como "miedos irracionales a objetos, personas o lugares que el paciente liga a alguna situación que está atravesando y que le provoca angustia".
Según Novelli, la conducta general que manifiestan quienes padecen fobias es la de evitar aquello que les suscita temor. "Muchas veces, con el paso del tiempo, las evitaciones se amplían a más temas y objetos, y la persona permanece inundada de angustia", destacó.
No obstante, en determinados casos, puede ocurrir exactamente lo contrario, es decir, que la persona desarrolle una actitud "contrafóbica" que la lleva a "enfrentarse de lleno con aquello que le significa fobia, mediante conductas impulsivas".
"La fobia es un problema que, aparentemente, puede parecernos algo muy fácil de sobrellevar, pero no es así. La persona que la padece vive en un estado de encerramiento muy profundo", advirtió Novelli.
"Están siendo horas muy intensas. El teléfono anduvo sonando todo el tiempo", afirmó a lanacion.com Carlos Plá Alem, director de Poder Volar, asociación dedicada a brindar recursos a las personas que temen viajar en avión.
Según el psiquiatra, el miedo a volar constituye "una alarma originada en la parte más primitiva del cerebro de los seres humanos", por lo que todos los pasajeros de un avión pueden desarrollarlo en mayor o en menor medida, sin llegar a padecer la fobia.
Conductas evitativas. En casos como el del avión francés, según describió Plá, sucede que el bombardeo de noticias, sumado a las imágenes de familiares destruidos por la situación, "hacen aflorar de nuevo la irracionalidad y se activan las fantasías" que una persona puede reunir. Incluso, en determinadas ocasiones, situaciones como ésta llevan a posponer vuelos programados con anticipación o viajes pendientes.
El director de Poder Volar señaló que la mala experiencia de un vuelo, asociada con algún estrés personal y con la herencia de una familia con un patrón de conducta aprensiva, provocan que en la persona se afiancen conductas evitativas, como la de oponerse, suspender, o buscar argumentos para explicar que "no es el momento de enfrentar la situación [de emprender un vuelo].
Por su parte, el licenciado y miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) Enrique Novelli describió a las fobias como "miedos irracionales a objetos, personas o lugares que el paciente liga a alguna situación que está atravesando y que le provoca angustia".
Según Novelli, la conducta general que manifiestan quienes padecen fobias es la de evitar aquello que les suscita temor. "Muchas veces, con el paso del tiempo, las evitaciones se amplían a más temas y objetos, y la persona permanece inundada de angustia", destacó.
No obstante, en determinados casos, puede ocurrir exactamente lo contrario, es decir, que la persona desarrolle una actitud "contrafóbica" que la lleva a "enfrentarse de lleno con aquello que le significa fobia, mediante conductas impulsivas".
"La fobia es un problema que, aparentemente, puede parecernos algo muy fácil de sobrellevar, pero no es así. La persona que la padece vive en un estado de encerramiento muy profundo", advirtió Novelli.
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