Venden sus órganos para pagar la hipoteca

Dos riojanos pusieron en venta sus órganos para evitar el remate de las viviendas en las que viven junto a sus familias. Se trata de Edgar Melián y Gustavo Cortez, habitantes del barrio Mis Montañas, ubicado en la localidad riojana de Chilecito, cuya construcción fue financiada por el Banco Hipotecario.

“Estoy en una situación extrema, me exigen que pague 50.000 pesos en los próximos 15 días para evitar el desalojo”, dijo Melián, padre de tres hijos menores cuya casa ya fue rematada. “Con tal de salvar mi hogar para que no nos quedemos en la calle, soy capaz de cualquier cosa, tengo cuatro chicos menores y nuestro estado es desesperante”, aseguró Cortez, cuyo proceso aún no tiene sentencia, pero aguarda el remate “de un momento para el otro”, al igual que otras 30 familias de esta humilde barriada riojana.

Melián tiene 41 años y ocupa la casa que obtuvo gracias a un crédito bancario desde mediados de 2000. Su esposa, Candelaria, explicó: “Con la situación económica se nos complicó para seguir pagando la cuota del Hipotecario y desde el 2005 nos iniciaron acciones legales”.

Como la casa fue rematada por decisión de la justicia, la única forma de impedir el desalojo y obtener la refinanciación es abonando una suma equivalente al monto adeudado. “La única forma que tengo de conseguir esa plata es vendiendo un riñón, ya averigüé y me explicaron que con uno solo puedo vivir sin complicaciones. Y si hace falta, mi esposa también ofrece el suyo”, relató Melián.

La situación de Cortez es levemente mejor, “porque todavía no nos remataron la casita”, pero su desesperación lo llevó a adoptar idéntica determinación que su vecino. “Soy empleado público y tengo un sueldo de 600 pesos mensuales, me resulta imposible pagar la cuota del crédito, que es más de la mitad de lo que cobré, y encima ahora me piden 60 mil pesos para no rematarme”, contó el hombre. “Es la única salida que nos queda para salvarnos del jaque en el que todos los vecinos estamos a punto de caer, todos tenemos hijos menores, es nuestra única vivienda y tenemos voluntad de pago, pero el banco pide sumas que no están a nuestro alcance para llegar a un acuerdo”, añadió Cortez.

“Por ahora sólo somos dos los vecinos que queremos vender un riñón para poder salvar la casita, pero seguramente si siguen presionando a la gente, muchos otros seguirán nuestro camino”, finalizó Melián.

A pesar de la gran cantidad de avisos que se publican en internet, en la Argentina, la venta de órganos está prohibida por la ley 26.066. También es ilegal la actuación de los profesionales que realicen la procuración y la ablación de órganos comercializados. Hay penas de hasta seis años de prisión para médicos, enfermeros e intermediarios que intenten lucrar con estas situaciones.

Hasta el presente, no se detectó ningún caso de venta de órganos en toda la historia jurídica del país. Según la Organización Mundial de la Salud, el 10 por ciento de los trasplantes involucra a algún órgano proveniente del comercio ilegal.

criticadigital.com