viernes, 12 de junio de 2009

Parques temáticos sexuales


Los museos del sexo son conocidos desde hace años, los hay con cierta fama en algunas grandes ciudades, como el Museo de la Erótica, abierto en Barcelona en 1996. Un fenómeno más reciente es la construcción de parques temáticos sexuales, con la vocación de interactividad y disfrute lúdico que ofrece cualquier parque temático.
En pocos años, varios proyectos de parques temáticos sobre sexo se han puesto en marcha. En la isla de Jeju (Corea del Sur), el Love Land o Jeju Loveland, que permanece abierto desde 2004. En realidad se trata de una suerte de exposición al aire libre de escultura mostrando genitales y parejas en diferentes posiciones del Kama Sutra, todo ello combinado con proyecciones de vídeos de educación sexual y dispositivos interactivos para los visitantes.
El inicio del parque estuvo más bien relacionado con el hecho de ser una isla de tradición turística para las parejas de recién casados, como forma de incitar al sexo en un país en donde hasta muy recientemente han sido numerosos los matrimonios de conveniencia arreglados por las familias.
Inspirado en el Jeju de Corea, en el centro de China, en la villa de Chongguing, ha sido destruido el que estaba destinado a ser
su primer parque temático dedicado al sexo. Junto a las "obligadas" réplicas de genitales y parejas en diversas posiciones coitales, algunas de tamaño gigante, proyectaba realizar exposiciones didácticas sobre aspectos de educación sexual. Debía abrirse al público el próximo octubre, pero acaba de ser demolido porque las autoridades han decidido que era una influencia negativa para la sociedad china. Ciertamente nos sorprendió la noticia sobre su construcción, pues conocemos a través de nuestros colegas sexólogos en Hong Kong y China las tremendas contradicciones que el Gobierno mantiene respecto a la sexualidad.
Un país que prohíbe formalmente la pornografía y la prostitución, al tiempo que están ampliamente difundidas; donde impera la doble moral que permite que dispongan de amantes los ricos empresarios y funcionarios del Partido Comunista; un país en el que la educación sexual prácticamente no existe... difícil era entender que de pronto encajara la presencia de un parque temático sobre sexo.
Por cierto, nos gustaría decir aquello de que cuesta imaginar que exista un país así, pero nos resulta demasiado familiar, y es que la represión sexual, la doble moral y la escasa educación sexual son todavía moneda común en prácticamente todo el planeta, siendo únicamente cuestiones de grado, de intensidad, las diferencias entre unos y otros.
Desde luego, en cuanto a promoción de los derechos y la salud sexual, no estamos tampoco en el occidente desarrollado en el mejor de los mundos que imaginar cabe. En el caso de China, la mera mención a los derechos humanos, supone poner en riesgo hacienda, empleo y libertad, como alguna vez hemos relatado. Cuando organizábamos el XIII Congreso Mundial de Sexología en Valencia en 1997, al que pusimos por lema 'Sexualidad y derechos humanos', un profesor universitario chino nos escribió solicitándonos, como suele ser habitual para obtener el permiso de su universidad, una invitación formal para atender el congreso, pero rogándonos que por favor no hiciéramos mención al lema del congreso, ya que sexualidad y derechos humanos eran temas a los que era muy sensible su Gobierno.
En Londres,
Amora, 'La Academia del Sexo y las Relaciones', ha sido también un parque temático sexual que, asesorado por profesionales de la sexología, ha permanecido abierto desde el 2 de julio de 2007 al 30 de abril de 2008. Algo más refinado, con menos esculturas de genitales y posturas de Kama Sutra, y con más proyecciones e interactividad se planteó.
La idea de parque temático sexual nos parece buena, entendemos que es una forma más de suscitar la educación sexual de la población, ahora bien, qué difícil resulta no escorarse en una zafia representación de un erotismo de escaso gusto. Y es que, como todos sabemos, de lo sublime a lo ridículo, no hay más que un paso. Desde el punto de vista sexológico preferiríamos que no cobrara demasiado protagonismo el enfoque genitalizado y coitocéntrico. Sin que esto quiera decir que se destierre esta parcela, no se trata de poner trabas al sexo explicito, al fin y a la postre el disfrute de la pornografía podría salir de la penumbra de la compulsión solitaria a la luz del disfrute erótico abierto y honesto. Sería bueno que estos parques contaran con el asesoramiento de sexólogos para convertirlos en auténticos parques temáticos sexuales, como creativas y lúdicas opciones de educación sexual para adultos.
¿Cuál ha sido tu experiencia si has visitado algún parque temático sexual? ¿Has visitado algún museo del sexo? ¿Tienes curiosidad? ¿Crees que podrían aportarte algo?
soitu.es

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