No elegimos a la familia, pero sí a los amigos. Al menos eso creíamos hasta ahora. Durante la última década, el sociólogo holandés Gerald Mollehorst ha llevado a cabo un estudio con 1.000 sujetos de edades comprendidas entre 18 y 65 años para intentar comprobar hasta qué punto tenemos el “control” nuestra red de contactos.
Y ha llegado a la conclusión de que las elecciones personales a la hora de elegir amigos están muy limitadas por las escasas oportunidades de conocer nuevas personas. Algo que demuestra el hecho de que “habitualmente establecemos nuevas relaciones en los mismos entornos en los que conocimos a nuestros antiguos amigos”, asegura Mollehorst.
Además, según Mollenhorst sólo el 48% de nuestros amigos permanece con nosotros transcurridos 7 años. Y sólo un 30% de nuestros contactos cercanos se mantiene en la misma posición de confianza y cercanía pasado ese tiempo.
Una fórmula predice la duración de la amistad
El físico húngaro Tamas Vicsek, de la Universidad Eötvös de Budapest, ha estudiado la evolución de las relaciones sociales analizando una red de 30.000 individuos y las listas de contactos de los teléfonos móviles de 4 millones de usuarios. Uniendo los datos ha llegado a la conclusión de que los grandes grupos persisten durante más tiempo si sus miembros se renuevan.
“La capacidad de cambiar la composición de los grupos grandes supone una mayor adaptabilidad”, asegura el investigador. Por el contrario, ha demostrado que los grupos pequeños suelen ser más estables, y que sólo si las relaciones entre sus miembros son duraderas el grupo permanece unido durante mucho tiempo.
Con estos resultados, Vicsek ha desarrollado una fórmula matemática que permite predecir si un individuo permanecerá en un grupo o lo abandonará. Este físico, experto en modelizar el comportamiento social, también ha puesto números a algunos patrones de comportamiento de multitudes, como la creación de una “ola” en el público de un espectáculo deportivo.
Según concluyó Vicsek hace unos años, se requiere un mínimo de personas para comenzar la ola, concretamente 30, y generalmente la ola circula en el sentido de las agujas del reloj y avanza a 12 metros por segundo (20 asientos).
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