miércoles, 10 de junio de 2009

Modelo argentino de exportación


Fabiola Czubaj
LA NACION
Tras un año de búsqueda, la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF, por sus siglas en inglés) halló lo que buscaba: un servicio médico "amigable" de atención integral de chicos y adolescentes, que desde hoy será el modelo a seguir por centros de salud en 150 países.
"Lo elegimos porque consideramos que es un servicio de atención con una visión amigable y de equidad social, porque está abierto a todos los adolescentes y los adultos responsables, es gratuito, multidisciplinario y con un trabajo muy serio. El equipo se actualiza constantemente con las evidencias científicas disponibles, y respeta el derecho de los niños y los adolescentes a recibir atención médica que le garantice autonomía y confidencialidad", resumió la doctora Carmen Barroso, directora regional del IPPF, con sede en Nueva York.
Ayer, Barroso presentó ante la prensa la Declaración de Derechos Sexuales, un documento internacional que los reafirma e insta a poner en práctica la eduación sexual. En la Argentina, se informó ayer, cada 5 minutos una adolescente se transforma en madre.
La declaración, que posee siete principios y 10 derechos fundamentales (
http://www.ippfwhr.org/ ), recuerda en su segundo principio: "Los derechos y las protecciones garantizados para los menores de 18 años difieren de los de los adultos y deben tomar en cuenta las capacidades evolutivas del menor como individuo para ejercer sus derechos en su propio nombre".
"Vemos que no se está cumpliendo, como se debería, con la educación sexual en las escuelas. Los adolescentes no están recibiendo información comprensible e integral, según sus propios valores, como una verdadera práctica de libertad. Y los padres deberían involucrarse en esa enseñanza", indicó Barroso.
Justamente con esos principios se trabaja en el Argerich. "Celebramos esta declaración porque prioriza la asistencia a los adolescentes con respeto de la confidencialidad (del acto médico) y con la sola demanda de ellos de ser asistidos. Además, nos da un marco teórico al trabajo que venimos haciendo en un hospital público desde hace 30 años. El mal asesoramiento y otras barreras que les impone el sistema hacen que los chicos queden en muchos casos con daños irreversibles para la salud", dijo el doctor Enrique Berner, jefe del Servicio de Adolescencia y presidente de la Fundación para la Salud del Adolescente del 2000 (FUSA 2000).
Durante esta semana y a pedido de las autoridades del IPPF, Berner y su equipo participan de un encuentro con más de 70 especialistas hispanohablantes, a los que les explican en qué consiste el modelo elaborado por FUSA 2000 e implementado en el Argerich para que lo puedan replicar en sus países.
Sala de espera
Ubicado en el barrio de La Boca, el trabajo de los 23 profesionales que integran el Servicio de Adolescencia del Hospital Cosme Argerich. es un modelo de referencia para la atención de chicos de entre 10 y 20 años. Con o sin turno previo y con o sin la compañía de un adulto, este equipo de médicos porteños atiende a 16.000 consultas anuales.
La atención no comienza en el consultorio, sino en la sala de espera. Allí, chicos y adolescentes, con o sin adultos acompañantes, participan de talleres sobre prevención de accidentes, nutrición y trastornos alimentarios, discriminación, violación y educación sobre salud sexual y reproductiva. Escuchan, opinan, debaten, leen, dibujan, escriben sus reflexiones y aprenden cómo cuidar su salud. Desde 2002, participaron de esos talleres 4590 niños y adolescentes, y 1720 acompañantes adultos.
Luego, los chicos ingresan a la consulta. "En el 100% de los casos indagamos sobre la salud sexual y reproductiva, además del ambiente familiar, la escolaridad, las adicciones, el tiempo libre, el peso, la presión y hasta si tienen al día las vacunas. Aunque la consulta sea por fiebre, no queremos perder esa oportunidad de tener a los pacientes en el sistema de salud", señaló la doctora Sandra Vázquez, especialista en ginecología infantojuvenil y coordinadora del servicio del Argerich.
Y esa estrategia ha dado buenos resultados, ya que la adherencia a los tratamientos que logró el servicio es muy alta, así como el regreso de los pacientes a las nuevas consultas pactadas. En la primera mitad de 2008, por ejemplo, el servicio recibió unas 45 consultas diarias; 2298 fueron de primera vez y 5400, para seguimiento (el 80% tenía entre 16 y 21 años).
Otro punto fuerte del modelo es la consejería para prevenir embarazos no deseados. El 40% de las pacientes internadas en el Servicio de Obstetricia del hospital por complicaciones por abortos clandestinos son menores de 24 años. Por eso, en el caso de adolescentes embarazadas o sus parejas, los médicos informan claramente sobre los riesgos médicos en caso de querer optar por la interrupción del embarazo.
"El adolescente necesita un interlocutor en quien confiar, que lo escuche sin una actitud paternalista ni amiguista, y que a través de su saber pueda ayudarlo en esa transición de la niñez a la adultez de máxima vulnerabilidad", sostuvo Berner.
Para comunicarse con el servicio, se puede llamar al (011) 4121-0740.
lanacion.com

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