lunes, 22 de junio de 2009

Eyaculación precoz: ¿un problema epidémico?


NUEVA YORK.- La eyaculación precoz está dejando la cabecera de los lechos para encabezar los titulares: algunos estudios sugieren que afecta a un tercio de los hombres. Pero si el problema es realmente epidémico o si está siendo exagerado para vender más medicamentos es difícil de decir porque los expertos aún no se han puesto de acuerdo en su definición.
El debate coincide con los esfuerzos de la industria farmacéutica por lograr la aprobación de la dapoxetina, droga antidepresiva cuyos efectos secundarios incluyen la postergación del orgasmo. Al mismo tiempo, y en gran medida gracias al financiamiento de la industria farmacéutica, el campo de la salud sexual ha explotado, aclarándose el mecanismo de la eyaculación e invitando a discutir abiertamente un tema hasta ahora tabú.
Un signo de la transformación que ha sufrido el tema es la creación de nuevas siglas (PE, en inglés) que dan un tinte más médico y neutro a la expresión eyaculación precoz, como sucedió con ED, en inglés, para referirse a la disfunción eréctil en lugar de denominarla impotencia, lo que fue un paso clave para el éxito del viagra.
No es que hasta ahora no haya habido ningún recurso médico para este trastorno. Cremas específicas han estado dando vueltas desde los años 40, y las técnicas conductistas también ayudaron al hombre a retardar el orgasmo. Estas fueron introducidas por los pioneros en investigación sexual Masters y Johnson, y son consideradas efectivas a pesar de que requieren la cooperación de la pareja sexual del paciente.
Por otro lado, el uso indiscriminado de antidepresivos para ayudar a "calmarse" a quienes padecen este problema ya no es un secreto. De ser aprobada, la dapoxetina sería la primera droga específica para la eyaculación precoz. Su mayor ventaja es que se podría tomar sólo cuando se necesite. Siete minutos
Sin embargo, los médicos no se han puesto de acuerdo sobre la definición misma del problema. Estudios recientes sugieren que más del 30% de los hombres lo sufren y que el promedio de duración del encuentro sexual es de siete minutos. Sin embargo, otros estudios menos promocionados muestran que la duración varía según las culturas. En Medio Oriente, donde la eyaculación rápida es vista como signo de virilidad, las tasas de eyaculación precoz son más bajas que en América Latina, según un estudio publicado en The Journal of Sexual Medicine.
El doctor Marcel Waldinger, neuropsiquiatra del Layenburg Haga Hospital, de Holanda, que dirige una clínica de salud sexual, opina que el número de hombres que sufren eyaculación precoz es más bajo del que los estudios propiciados por los laboratorios sugieren. Estos tienden a involucrar cuestiones subjetivas sobre la satisfacción y el control, mientras que Waldinger considera que la cantidad de tiempo de la eyaculación, llamado tiempo de eyaculación latente intravaginal, es el único criterio objetivo.
"Mi preocupación es que la investigación independiente se vuelva más difícil mientras las empresas farmacéuticas den mensajes de que el PE prevalece y que muchos hombres deben tomar la medicación, la de ellos, por supuesto."
A pesar de esas preocupaciones, muchos expertos están de acuerdo con que la eyaculación precoz no es sólo un flagelo de los novatos sexuales, sino un fenómeno por el cual el hombre siempre llega al clímax antes de lo que desearía, habitualmente en menos de dos minutos. En casos extremos, los hombres eyaculan ante la más mínima estimulación, aunque no sea sexual.
Hoy, los urólogos y los terapeutas sexuales afirman que éste es un frecuente motivo de angustia genuina y ya no se puede tratar como un tema frívolo. "Hace que los hombres duden en salir con una mujer. Causa que las parejas casadas eviten el sexo", afirmó el doctor Stanley Althoff, terapeuta sexual y profesor de psicología del Departamento de Urología de la Case Western Reserve University.
"Para las esposas y compañeras sexuales de los eyaculadores precoces -agregó Althoff-, no es sólo mal sexo, es un abrupto corte de la intimidad." Además, es humillante para el que la sufre.
Pero, para algunos expertos, el sexo es muy individual y no puede medicarse. "Determinar cuán satisfactorio es el sexo que uno tiene es un tema muy complicado y hay también un componente psicológico en ello", aseguró el doctor Sidney Wolfe, director del Public Citizen´s Health Research Group, organización sin fines de lucro que lucha por la salud.
"¿Por qué uno querría consumir una droga por el resto de su vida si en realidad el problema podría responder bien a una psicoterapia breve?" De la necesidad de drogas como la dapoxetina, Wolfe dijo: "Esto es sólo promoción, una promoción muy masiva."
Barry W. McCarthy, terapeuta en sexo de Washington y coautor del libro Hacer frente a la eyaculación precoz: cómo superar el PE, complacer a su compañera y tener buen sexo", propone un tratamiento con drogas y psicoterapia.
"Con otros problemas médicos, presión alta, obesidad, diabetes, el médico no le da sólo una pastilla, le dice que tiene que hacer dieta, ejercicios y también cambiar su estilo de vida -aseguró McCarthy-. Lo que está sucediendo con estos medicamentos para problemas sexuales de los hombres es que la gente que lo comercializa es la que controla su uso y no los médicos ni los científicos."
Los escépticos afirman que una serie de estudios publicados últimamente, patrocinados por la industria farmacéutica, son todos parte de una muy bien planeada campaña de marketing. En abril, The Journal of Sexual Medicine publicó el comentario de un estudio patrocinado por la industria que encontró que los eyaculadores precoces tienen en efecto un tiempo más rápido de eyaculación, igual que un sentido disminuido del control de sus orgasmos y menos satisfacción sexual.
El estudio logró apenas y con dificultad dar una definición de eyaculación precoz, pero se lo considera el más extenso de su tipo ya que incluye a 1587 hombres y sus parejas.
En julio último, luego de semanas de publicidad, se dieron a conocer los resultados de dos pruebas con dapoxetina en una convención de urólogos. En esos estudios, que abarcaban a 2614 hombres, la dapoxetina más que triplicó la duración del encuentro sexual llevándolo a 2´78´´ y 3´33´´ en aquellos en los que antes era de menos de un minuto, dependiendo de si los hombres recibían dosis de 30 o 60 miligramos. Pero estos tiempos son todavía breves comparados con los siete minutos considerados promedio.
Los niveles de satisfacción también crecieron a 39 y 47% luego de tomar 30 y 60 miligramos, en alrededor del 21% que describió el sexo como bueno o muy bueno sin ninguna droga. Pero más o menos la mitad de los sujetos permanecieron casi igual luego de haber tomado la píldora.
Es más, destacó el doctor Wolfe, que no participó en la prueba, los ensayos clínicos mostraron fuertes efectos por placebo y también reacciones adversas. Algunos hombres que recibieron placebo duplicaron el tiempo para eyacular y el 20% de los que tomaron mayores dosis de dapoxetina informó tener náuseas. "La respuesta al placebo es la prueba de que algo sucede allá, detrás de algún problema psicológico", afirmó el doctor Wolfe.
Pero para el doctor Jon Pryor, profesor del departamento de cirugía urológica de la Universidad de Minnesota, en Minneapolis, que dirige las pruebas de la dapoxetina, el resultado todavía brinda esperanzas.
"Cuando uno ve a esa gente que se toma un tiempo de su día para llegar y que realmente pide ayuda, es triste que tengamos tan poco para ofrecerles. Por eso, potencialmente es un gran avance para estos pacientes."
Pryor reconoce que las técnicas para controlarse, desarrolladas por Masters and Johnson, pueden ayudar en la eyaculación precoz, pero, según él, esos métodos conductistas requieren de tiempo y disciplina, y los pacientes que no son constantes pueden experimentar recaídas.
"La gente no quiere hacer eso -concluye el doctor Pryor-. Sólo quieren lograrlo."
Por Leslie Berger De The New York Times
Traduc. María Elena Rey
lanacion.com

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