martes, 30 de agosto de 2011

Quistes en las manos: muy pocas veces son formaciones malignas

Cuando aparecen en la mano, los quistes pueden hacerlo con dolor o molestias para realizar las actividades habituales. Esos bultos redondeados y bastante visibles pueden causar temor o incertidumbre por lo que esconderían en su interior.
Sin embargo, una revisión de las consultas recibidas el año pasado en servicios especializados en cirugía de la mano en cuatro hospitales permite concluir, por ahora, que en la mayoría de los casos se trata de crecimientos benignos de origen desconocido en alrededor del 60% de los pacientes. En el resto, las causas pueden ser un traumatismo, inflamación u otras lesiones de los ligamentos.
"La aparición de estos bultos en la mano es un motivo de consulta y de cirugía bastante frecuente, lo que coincide con las estadísticas internacionales", indicó ayer a La Nacion el doctor Alvaro Muratore, secretario general de la Asociación Argentina de Cirugía de la Mano (AACM) e integrante del Servicio de Ortopedia y Traumatología del Hospital Británico.
Sólo en ese centro, la cirugía de miembro superior más frecuente el año pasado fue para extirpar quistes de la mano, la muñeca y los dedos. En números, eso se traduce en 125 intervenciones de un total de 932 operaciones durante el año. Y las biopsias revelaron que se trataba de crecimientos benignos en el 100% de los casos.
"Esas proporciones replican lo que sucede en los hospitales Fernández, Italiano y Alemán", confirmó el cirujano. Pero inmediatamente aclaró: "Eso no quiere decir que en 2010 no hayamos visto un tumor maligno de mano, sino que cuando encontramos un quiste, ninguno era maligno".
De ahí la importancia de estudiar esos crecimientos. La consulta inicial se realiza generalmente en los consultorios externos de traumatología. El primer paso, como aconseja la AACM, es descartar que se trate de un tumor, que puede ser de hueso, nervio o músculo.
Con un primer examen clínico, el médico conoce si es tejido blando o sólido. Luego, una radiografía y una ecografía van eliminando más sospechas. "Si es blando, está lleno de líquido (espeso y gelatinoso) y se trata definitivamente de un quiste -señaló Muratore-. Si es sólido, se realiza una resonancia magnética para saber más o menos qué tipo de tejido sería y una biopsia. Como médico, no es serio decir que es beningno hasta no hacer una biopsia."
El 70% de estos quistes sinoviales o gangliones aparecen hacia el final de la adolescencia y hasta los 40 años, más en las mujeres que en los hombres. Pueden desaparecer sin tratamiento, pero uno de cada 10 casos reaparece en el mismo lugar, en un sitio distinto de la misma mano o en la otra mano, aun cuando se haya extirpado con una cirugía "abierta" o mínimamente invasiva (ver infografía).
Según la AACM, estos bultos aparecen alrededor de los tendones y las articulaciones, sobre todo en la muñeca, el dorso de la mano y también en los dedos.

Dolor y estética

Las principales causas de consulta, según los registros hospitalarios revisados, son la estética y el dolor que producen estos quistes, especialmente cuando recién aparecen o al mover la mano, los dedos o la muñeca.
"Si un paciente siente dolor con un quiste en la muñeca, por ejemplo, cuando aplique una carga le va a molestar mucho, seguramente -indicó Muratore-. Y sobre todo cuando no sienten dolor, consultan por cosmética, porque no les gusta tener una «joroba» en el dorso de la mano u otro lugar visible. A veces, detectamos estos bultos por algún examen que hacemos o el paciente consulta porque tiene algún antecedente oncológico. En este caso, lo viven con mucho miedo."
Pero cuando no está en riesgo la salud, médico y paciente pueden acordar el mejor tratamiento, que incluye drenar el líquido para una mejoría estética pasajera o extirpar el quiste como solución más definitiva.
"Si el paciente no se quiere operar, se puede hacer un control vigilado. En las mujeres de más de 60 o 70 y sin mucha actividad, cuando el quiste no molesta estéticamente, se opta por controlarlo. Si no, se realiza una cirugía ambulatoria con cirugía local para extirparlo", agregó el experto. En ese caso, se utiliza una férula o una muñequera rígida para inmovilizar la articulación durante dos semanas. Una vez cicatrizados los tejidos, se puede empezar a mover la mano para hacer la rehabilitación.
10%
De los quistes reaparece

A pesar de la efectividad de la cirugía, en uno de cada diez pacientes el bulto vuelve a formarse.
lanacion.com

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