miércoles, 14 de julio de 2010

A los hombres les gustan los pies pequeños

Los hombres presentan unas preferencias consistentes respecto a la anatomía femenina. Sin embargo, en el caso contrario no es así.
A los hombres les gustan las mujeres con pies pequeños, incluso cuando no pueden ver sus pies. Podemos discutir si este punto es cierto o no, pero un reciente estudio sobre rostros femeninos puede aclarar la cuestión. Si el lector es varón (presumiblemente la mayoría de los lectores de esta web son varones) puede ponerse a prueba con la foto adjunta. ¿Cuál de las dos caras le parece más atractiva, la de la izquierda o la de la derecha? Tómese un tiempo para elegir antes de seguir leyendo.
Resulta que la mayoría de los hombres heterosexuales eligen a la mujer de la izquierda. Cada una de esas imágenes es una composición computacional, o morphing, hecha a partir de un promedio realizado sobre un grupo de rostros de mujeres reales. Lo que es sorprendente es el criterio de clasificación de esos dos grupos: el tamaño de los pies. La foto de la izquierda está compuesta por un grupo de mujeres con los pies inusualmente pequeños y la de la derecha por un grupo de mujeres con pies inusualmente grandes.
Al parecer, las mujeres con pies pequeños tienen caras más bonitas, al menos según los hombres participantes en el estudio (el lector puede probar a realizar su propio estudio entre sus conocidos).
Jeremy Atkinson y sus colaboradores de la Universidad de Albany (New York) han realizado estos dos morphings, que califican como los dos más notablemente distintos que han visto hasta el momento.
El grupo de Atkinson midió la longitud de las manos, de los pies, del fémur, de la cadera y de otros parámetros anatómicos de 60 estudiantes universitarias y ajustaron cada medida para tener en cuenta diferencias individuales en el tamaño promedio. Para cada una de las 16 medidas anatómicas seleccionaron 8 mujeres con las medidas más largas y más cortas, construyendo un morphing promedio de los rostros para cada grupo. Entonces, un conjunto de 77 varones heterosexuales puntuó el atractivo de cada uno de ellos.
Los hombres fueron tres veces y media más proclives a elegir el morphing correspondiente al grupo de pies pequeños como el más atractivo frente a su contrapartida. A diez frente a uno le parecía además más femenino.
De manera similar, 11 veces más varones elegían el morphing correspondiente a las caderas más estrechas y 8 veces más varones elegían el morphing correspondiente a largos muslos frente a sus contrapartidas correspondientes.
El estudio fue presentado en el congreso sobre comportamiento humano y evolución social celebrado recientemente en Eugene (Oregón).
Atkinson cree que los hombres encuentran estas características atractivas porque sirven como indicadores de una infancia sana. Los biólogos saben que el estrés y una nutrición pobre durante el desarrollo fetal y la infancia pueden afectar a los niveles de las hormonas sexuales y provocar una pubertad anticipada. Esto puede dejar a algunas mujeres con un fémur más corto, mientras que una infancia benigna permite que siga creciendo, alcanzándose un cuerpo más esbelto y una cara y un cuerpo más estereotípicamente femeninos que los hombres encuentran más atractivo.
La idea tiene sentido, ya que los cuerpos y los rostros están modelados por las mismas hormonas, así que en teoría se puede predecir el atractivo de una parte del cuerpo basándose en otra.
Pero al contrario no se reproducen los mismos resultados. Los investigadores hicieron lo mismo con 67 hombres y solicitaron a 82 mujeres que puntuaran el atractivo y masculinidad de los morphings obtenidos a partir de ellos. Se basaron en el mismo tipo de medidas anatómicas. Las mujeres eligieron como más atractivo el morphing correspondiente a los hombres con el torso más ancho, pero también puntuaron como más atractivo el morphing correspondiente a muñecas pequeñas.
Según Atkins las mujeres carecen de una preferencia consistente, porque un hombre masculino y fuerte puede ser una mezcla afortunada, evolutivamente hablando. Si una mujer van a por el macho alfa obtendrá buenos genes para su descendencia, pero quizás no tengan ayuda a la hora de criar a los niños que obtengan de él. Un hombre que no sea macho alfa, será más benefactor para su familia y, aunque no tenga tan buenos genes, puede tener más éxito reproductor al cuidar más de sus hijos. La estrategia del macho alfa es desperdigar sus genes al máximo con la esperanza de que alguno prospere, mientras que los demás cuidarán mucho de la poca descendencia que tengan.
En este experimento el doble de mujeres juzgó que el morphing correspondiente a la muñecas gruesas era más propenso a tener sexo sin amor, pero el mismo resultado se obtenía para el morphing de muñecas pequeñas cuando se preguntaba a las mujeres sobre el mejor candidato para una relación a largo plazo.
Un curioso experimento que estos investigadores no hicieron, y que el lector puede realizar, es mostrar la foto adjunta a mujeres para que juzguen su atractivo, curiosamente también prefieren el rostro de la izquierda.
neofronteras.com

No hay comentarios: