Sebastián A. Rios
LA NACION
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Medir el pulso; llevar un registro personal del tratamiento de la diabetes; calcular cuántas calorías contiene el plato que se encuentra delante de uno o cuántas calorías uno ha quemado durante el día; recibir mensajes de aliento y consejos que acompañen el proceso que implica dejar el cigarrillo o estimar cuándo ocurrirá la próxima ovulación... Todo eso hoy es posible a través del teléfono celular.
Las aplicaciones (o apps ) médicas disponibles para ser descargadas a los teléfonos modernos (o smart phones ) ofrecen a sus usuarios una amplia variedad de herramientas sencillas -intuitivas, en su mayoría-, que colaboran con el cuidado de su salud y su calidad de vida.
Muchas de ellas gratuitas, las aplicaciones médicas destinadas a los pacientes convierten al teléfono celular en una extensión de la computadora hogareña, en la cual llevar un registro de la salud personal: qué se ha comido, cuánta actividad física se ha hecho, cuáles son los valores de glucemia, etcétera.
Pero son también una extensión del consultorio del médico, ya que por medio de estos dispositivos es posible obtener mediciones como la presión arterial o el pulso, o incluso compartir información (estudios diagnósticos, registros personales) con el médico de cabecera mediante aplicaciones especialmente diseñadas para ese intercambio.
Los médicos, por su parte, cuentan también con apps diseñadas a la medida de sus necesidades. Así, hoy pueden acceder con el celular a las más prestigiosas bibliotecas médicas (como PubMed o Medscape, entre otras), a las noticias más relevantes de su espacialidad y a herramientas que les permiten resolver en el momento y sin más que ingresar datos en el teléfono tareas tan cotidianas como calcular la dosis de un medicamento, determinar sus posibles interacciones con otras drogas o visualizar un estudio de diagnóstico por imágenes.
"Las aplicaciones las usamos siempre; incluso usamos el teléfono para pasarnos las historias clínicas por infrarrojo. Son muy útiles, por ejemplo, para calcular rápidamente el estado ácido base de un paciente internado y tomar una decisión. Además, hoy podés tener todos los libros de referencia y consultarlos en el celular", comentó el doctor Máximo Soto, médico de planta del Hospital de Clínicas y director médico del sitio Hola Paciente ( www.holapaciente.com.ar ).
Desarrollos locales
Uno de los principales obstáculos es que la enorme mayoría de las aplicaciones médicas provienen del mundo anglosajón y, por lo tanto, están en inglés. "Contamos con algún vademécum desarrollado localmente, pero no con mucho más", agregó el doctor Soto. Y si bien los médicos están acostumbrados a leer la bibliografía médica en inglés, el idioma puede ser un obstáculo para los pacientes, pues hace muy engorrosa su utilización.
Por eso, hay compañías locales que están comenzando a desarrollar aplicaciones adaptadas a nuestro sistema de salud y en nuestro idioma. "Estamos en la etapa de prueba de una aplicación para teléfonos celulares, que incluye, por un lado, una historia clínica", dijo el doctor Pablo Tregnaghi, CEO de Cedepap TV ( www.cedepap.tv ), institución que cuenta con un departamento de desarrollo de nuevas tecnologías aplicadas a la salud.
"Se trata de una innovación pensada en la portabilidad de los datos que pertenecen al paciente y que frecuentemente quedan atrapados en los centros de atención, por lo que se perjudica al paciente que no puede disponer de información crítica en la emergencia, la derivación o las interconsultas -agregó-. Esta aplicación se acompaña de un "turnero", que viene a solucionar el grave problema que tiene la recepción de las instituciones de salud. Le facilitará tanto al usuario el ingreso a través de una clave y contraseña a solicitar turno con la especialidad que necesite consultar. El sistema le brinda la información de la institución, especialista, horarios, para ser seleccionados."
El doctor Tregnaghi añadió: "Esta herramienta también le va a ser de gran utilidad al médico, ya que podrá consultar sus turnos a través de su celular y conocer de antemano los antecedentes clínicos de los pacientes que consulten por primera vez".
Todo a través del celular, un verdadero teléfono inteligente.
Como un cortaplumas suizo
Pablo Martín Fernandez
LA NACION
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Hubo un tiempo en que el celular sólo servía para hablar y a lo sumo traía algún juego simple y una calculadora. Pero, de la mano del iPhone, esto no lo pueden negar ni siquiera sus más acérrimos enemigos, las aplicaciones llegaron para quedarse en el mundo de los smartphones , esos equipos que se aproximan más a una computadora que a un teléfono.
Las apps , así se le dice en la jerga, son pequeños programas, hechos especialmente para los sistemas operativos de los móviles, que lograron, por su facilidad de uso y compra, que el usuario los compre en lugar de instalar copias falsas. Por eso son la última revolución en la industria y luego de que Apple lanzará su exitoso App Store, a mediados de 2008, todos los fabricantes los siguieron.
Hoy, la tienda de Steve Jobs, la más exitosa, ha vendido más de 10.000 millones de apps .
Así hoy BlackBerry tiene su App World, Google con Android su Market, Microsoft su Marketplace y Nokia su Ovi Store, todos impulsados tras el éxito de Apple. En todas estas tiendas, existe gran cantidad de apps gratuitas, pero también las hay de las otras.
Precios accesibles
La firma de la manzanita impuso un estándar de precios relativamente bajos, por lo que por menos de cinco dólares están disponibles gran cantidad de títulos con algunas excepciones extraordinarias que pueden acercarse a los tres dígitos.
La clave, y de eso Apple sabe, fue hacer una tienda fácil de usar con apps desarrolladas por terceros, pero que deben ser aprobadas por la compañía. Este sistema generó algunos rechazos, pero permitió que la experiencia de uso en el iPhone tenga un estándar de calidad determinado.
Todo esto es posible porque el usuario, en los inicios de la tendencia eran personas con varias horas de vuelo on line, no tiene miedo de sumar su tarjeta de crédito a la tienda para que luego, al elegir una app , pueda tenerla en el teléfono tras esperar los breves minutos en que se descarga.
Todo está pensado para que la compra o la descarga gratuita sean muy simples. Así lograron que personas que nunca abrieron la billetera para comprar software para sus PC, sí lo hicieran para sus celulares. Por eso la industria de desarrollo de aplicaciones y contenido específico tiene este fenómeno bajo la lupa y no quiere perderse su tajada en él.
lanacion.com
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