domingo, 21 de noviembre de 2010

Justifica el Papa el uso limitado del preservativo

Elisabetta Piqué
ROMA.- En un giro en la postura que había mantenido hasta ahora, el papa Benedicto XVI sorprendió al mundo al justificar el uso de los preservativos en algunos casos puntuales, pero insistió en que no es la "verdadera" manera de combatir el sida, al señalar que es necesaria una "humanización de la sexualidad".
"Puede haber singulares casos justificados, por ejemplo, cuando una prostituta utiliza un profiláctico y éste puede ser un primer paso hacia una moralización, un primer acto de responsabilidad para desarrollar la conciencia del hecho de que no todo es permitido y no se puede hacer todo lo que se quiere. Sin embargo, no se trata del modo verdadero para vencer las infecciones del HIV", afirmó el Papa en un libro de entrevista, que será presentado pasado mañana en el Vaticano y anticipado por el L'Osservatore Romano.
Se trata de la primera vez que un Papa admite el uso del preservativo, aunque sea en casos específicos.
Titulado Luz del mundo. El papa, la Iglesia y las señales de los tiempos, el libro fue realizado por el periodista alemán Peter Seewald, el mismo que realizó otros dos libros entrevista con Joseph Ratzinger cuando aún era cardenal (La sal de la tierra, en 1994, y Dios y el mundo, en 2000).
En la obra, que en Italia fue editada por la Libreria Editrice Vaticana y que saldrá en diez idiomas, el Papa se muestra totalmente abierto a responder a todotipo de preguntas, que van desde el escándalo por abusos de niños, la relación con judíos y musulmanes y el relativismo hasta el rol de las mujeres en la Iglesia.
Al hablar sobre la sexualidad, antes de admitir en ciertos casos el uso del preservativo, algo nunca antes hecho por un papa, Benedicto XVI dijo: "Concentrarse sólo en el profiláctico quiere decir banalizar la sexualidad, y esta banalización representa justamente la peligrosa razón por la cual muchas personas ven la sexualidad como una droga antes que una expresión de su amor".
En marzo de 2009, durante un vuelo que lo llevaba hacia Africa, Benedicto XVI había desencadenado un gran revuelo internacional al manifestarse totalmente en contra del preservativo, al señalar que "no soluciona el problema del sida, sino que lo agrava", reiterando la tradicional postura católica al respecto.
Si bien el Papa pareció confirmar esta idea, con su apertura al uso del preservativo en algunos casos puntuales insinúa la continuación de una línea ya considerada dentro de la Iglesia.
En los últimos años, de hecho, pudieron oírse varias voces en favor del uso del preservativo, entendido como un mal menor, siempre en el ámbito de una pareja casada, ejemplo que, sin embargo, el Papa no utilizó.
El revuelo por Martini
En abril de 2006, por ejemplo, el cardenal italiano Carlo Maria Martini, un experto en la Biblia conocido por ser un intelectual de posturas progresistas, admitió el uso del condón en ciertas situaciones, lo que generó un gran revuelo en Italia.
Martini habló de la situación "particular" de una pareja casada en la cual uno de los dos cónyuges está infectado de sida. "Esta persona está obligada a proteger a su compañera, y ésta también debe poder protegerse", dijo el purpurado, ahora enfermo de Parkinson.
En febrero de 2005, el cardenal George Cottier, de nacionalidad suiza y entonces teólogo de Juan Pablo II, manifestó que, aun sosteniendo que "la vía mejor para contrastar el contagio sigue siendo la castidad y la educación", el uso del preservativo podía ser considerado legítimo en situaciones especiales.
Antes que él, el cardenal belga Godfried Danneels dijo en una entrevista que, aunque hay que evitar las relaciones sexuales con alguien seropositivo, si se hace, debe usarse el condón "para no desobedecer el mandamiento que condena el homicidio".
El cardenal británico Cormac Murphy O'Connor se manifestó en sintonía con su colega de Bruselas, y muchos prelados del continente africano se pronunciaron de la misma forma, así como diversos organismos de las conferencias episcopales de Estados Unidos, Francia, Brasil y España.
Hace unos años hasta el cardenal mexicano Javier Lozano Barragán, entonces "ministro" de Salud del Vaticano, al reiterar que "la mejor receta es la castidad", admitió que en casos especiales el preservativo puede ser válido, como por ejemplo en el caso de una mujer que tiene derecho a pedirle a su marido enfermo de sida que use el condón antes de mantener relaciones sexuales.
lanacion.com

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