miércoles, 11 de agosto de 2010

Un entretenido compendio de voces americanas

Laura Casanovas
Para quienes piensan que un diccionario es algo aburrido, el de americanismos, que acaba de presentar en nuestro país la Asociación de Academias de la Lengua Española, es un buen caso para comenzar a revertir el prejuicio.
Con más de 70.000 voces, frases, lexemas y locuciones, y más de 120.000 acepciones, el Diccionario de americanismos permite que los hablantes de español conozcan su idioma y las diferencias entre la lengua que se habla en su país y la de los otros países americanos (incluso Estados Unidos y Filipinas).
Se trata de la obra de su tipo más completa del léxico americano. Y, como no es un diccionario normativo, permite conocer todas las palabras que se emplean con las dos únicas condiciones de que se usen y tengan documentación escrita.
Además, incluye apéndices, como el de gentilicios americanos, el de lenguas indígenas vivas de Hispanoamérica, y un índice sinonímico. Este último constituye un verdadero banquete de distintos vocablos con una parecida significación."El español americano es extraordinariamente rico en sinónimos. Hay palabras, como pene , que tienen más de 250 sinónimos, lo que habla de la riqueza del léxico hispanoamericano", dijo a LA NACION Humberto López Morales, secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española.
El especialista estuvo en nuestro país para presentar el Diccionario de americanismos en la Academia Argentina de Letras. Una obra cuya presentación se iba a hacer este año en el V Congreso Internacional de la Lengua Española, en Chile, que no pudo realizarse por el trágico terremoto que sufrió el país vecino.
Al ser un diccionario sobre los usos de la lengua, incluye en qué contextos se utilizan las palabras. "La marcación sociolingüística es muy importante para ayudar a la gente para que sepa que determinada palabra es vulgar o que, por ejemplo, sólo se puede utilizar en lenguaje espontáneo", explicó López Morales.
El Diccionario de americanismos es el resultado de un trabajo conjunto entre las 22 academias de la lengua española, que comenzó en 1996. Y si bien la obra, editada por Santillana, cuenta con más de 2000 páginas, quedaron afuera unas 600 palabras, por una cuestión fundamentalmente de espacio. Por este último motivo, la Asociación de Academias de la Lengua Española espera que cada academia americana haga su diccionario nacional. Una propuesta a la que nuestro país se adelantó puesto que, en 2003, la Academia Argentina de Letras editó el Diccionario del habla de los argentinos .
Y la academia argentina va por más. Su presidente, Pedro Luis Barcia, anticipó a LA NACION que en este momento la institución está preparando el diccionario de argentinismos netos, que incluirá las voces que únicamente se usan en nuestro país. Algunas de las palabras que allí se encontrarán, contó Barcia, son: abasto, abrelata, acaroína, achacar. Y se espera que esté listo para la próxima edición de la Feria del Libro de Buenos Aires.
A pesar de la variedad, López Morales indicó que en la lengua española hay un mínimo de un 80% de vocabulario común, lo cual no sucede, por ejemplo, ni en inglés ni en francés.

EJEMPLOS
"Maciza": en Guatemala es una persona "sinvergüenza" y en Honduras se refiere a un espectáculo o deporte que gusta.
"Correo": en Puerto Rico y en Panamá es sinónimo de persona chismosa.
"Parche": en Colombia los jóvenes lo usan como sinónimo de sitio de reunión. En Nicaragua, significa conflicto.
"Achinarse": en Venezuela significa quitarse alguien la ropa.

lanacion.com

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