La joven neoyorquina Gisela Marrero, de 30 años de edad, nunca se imaginó que debería asumir una decisión tan delicada como la que le tocó vivir en estos días. Tras la repentina muerte de su pareja, la mujer decidió recurrir a la Justicia para poder extraer el semen del hombre y conservarlo para, en un futuro, tener un segundo hijo suyo por métodos científicos. Pero al no estar casada legalmente con Johnny Quintana, quien fuera su pareja por más de 14 años, tuvo que pedir la autorización de los padres de su pareja y, además, conseguir una orden legal para la extracción. Todo parecía terminar en un hecho disparatado hasta que un juez de la Suprema Corte del Bronx dio su visto bueno, cuando faltaban cuatro horas para que venciera el plazo de conservación.
Antes de que se cumplieran las 36 horas, tiempo máximo que puede ser guardado el semen, Gisela pidió a los médicos que se pusieran manos a la obra para extraer la simiente. El cadáver de Quintana estaba alojado en la morgue del Centro Médico Jacobi y el personal del banco de esperma se apresuró para realizar la maniobra.
Aunque no se reportaron complicaciones durante la intervención, hasta mañana no se sabrá con certeza si el procedimiento se realizó con éxito. El hecho que motivó esta decisión fue que unas horas antes de la muerte de Quintana, curiosamente, la pareja había hablado de casarse, comprar un departamento y tener un segundo hijo. Ya tenían un nene de 2 años.
Por eso, tras el infarto cardíaco que derivó en la muerte de este mecánico de 31 años, la mujer decidió inmediatamente seguir adelante con los planes de quedar embarazada de su compañero. "Esto es algo que queríamos los dos. Lo acordamos antes de su muerte y si lo puedo poner en práctica lo haré", dijo Marrero.
Apenas un mes atrás, en Austin, Texas, ocurrió un caso similar. Nikolas Colton Evans, un joven de 21 años, murió como consecuencia de los golpes que había sufrido en una pelea. Cuando el muchacho aún respiraba, un urólogo le extrajo el semen. Su madre fue a la corte del Condado de Travis buscando un fallo que permitiera la criopreservación de su esperma para una reproducción futura. Según la resolución judicial, el esperma debía recolectarse menos de 24 horas después de que le retiraran al paciente los aparatos que lo mantenían con vida y el cuerpo debía mantenerse a una temperatura de 4 grados centígrados bajo cero para permitir el trabajo del médico forense.
Una técnica de avanzada
La criopreservación es una técnica que consiste en congelar y posteriormente almacenar semen y embriones en nitrógeno líquido en forma indefinida, para su posterior utilización en reproducción asistida. El proceso consiste en utilizar el frío extremo (196° bajo cero) para disminuir las funciones vitales de una célula o un organismo y poderla mantener en condiciones de vida suspendida durante cierto tiempo. El banco de esperma congela el semen para: la realización de inseminación artificial con semen de donante y la congelación del mismo en varones con patologías que pueden causar esterilidad.
clarin.com
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