sábado, 18 de abril de 2009

Ejercicios que previenen la incontinencia y el prolapso


Por desconocimiento o por vergüenza, muchas mujeres padecen la incontinencia urinaria cuando ríen, estornudan o hacen algún esfuerzo, como un precio a pagar por el hecho de haber parido hijos. Este trastorno, así como alteraciones de la función sexual y el desplazamiento de los órganos de la parte baja del abdómen (prolapso), puede prevenirse con algo tan simple como una buena ejercitación del piso pelviano (los músculos que sostienen a la vejiga, el útero y el recto).
"La disfunción del piso pelviano cobra vigencia ahora porque las pacientes se animan a hablar de la incontinencia o de molestias en sus relaciones sexuales", dice el doctor Oscar Contreras Ortiz, profesor de Tocoginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y responsable del área de Uroginecología y Disfunciones del Piso Pelviano del Hospital de Clínicas.
No obstante, el problema es viejo como la maternidad, y sus soluciones también. Culturas milenarias de Asia y China utilizaban piedras y otros elementos para ejercitar el piso pelviano de las mujeres pre y post parto.
Las opciones actuales incluyen la gimnasia con balones de distintos tamaños y tensiones, que "permiten integrar el cuerpo en el espacio y reorganizar la postura", asegura la terapeuta corporal Muriel Gutman, quien enseña esta técnica junto a la fisiatra Ester Arditti.
También incluyen ejercicios sensoperceptivos que permiten visualizar y usar ergonómicamente todas las posibilidades de movimiento corporal, y gimnasia hipopresiva (con presiones suaves) que tonifica y estimula los músculos pelvianos.
Hay ejercicios para realizar a partir del cuarto mes de embarazo, que buscan otorgar flexibilidad a los músculos del piso pelviano. Y una vez producido el parto, hay que hacer otro tipo de ejercicios para restablecer la tonicidad de estos tejidos. Si bien es recomendable hacerlos en los meses posteriores a la maternidad, "esta gimnasia es efectiva en cualquier momento en que la mujer nota que tiene incontinencia", dice Gutman.
"Además de prevenir el prolapso, evita las lumbalgias y dolores de cintura, porque mejora la postura corporal", agrega la terapeuta. "Una vez que se aprende la técnica, son muy fáciles de hacer en casa en cualquier momento del día".
La césarea no debe usarse preventivamente
Si bien los hombres también tienen piso pelviano, este trastorno es mucho más frecuente en las mujeres que han tenido partos. Y se estima que entre un 30 a un 45% de ellas padecen incontinencia urinaria, de gases o de materia fecal y, un porcentaje de ellas puede padecer lesiones anatómicas que llevan al prolapso.
Cuando no es posible evitar o revertir el problema a través de los ejercicios, "se puede apelar a técnicas novedosas como la electroestimulación, y en casos extremos la corrección del prolapso con prótesis de material heterólogo (polipropileno) o la cirugía reconstructiva del piso pelviano", señala Contreras Ortiz.
Aunque la cesárea programada (antes del trabajo de parto) evita estos inconvenientes, "de ningún modo se trata de un tratamiento preventivo de la incontinencia urinaria o el prolapso", advierte el uroginecólogo. "Esta intervención quirúrgica tiene indicaciones médicas específicas, que generalmente tienen que ver con el sufrimiento fetal o el riesgo de vida".
Por otro lado, si bien el síntoma principal de los trastornos del piso pelviano es la incontinencia urinaria, este trastorno puede deberse a otras causas como la llamada "vejiga hiperactiva", producida por la contracción involuntaria del músculo responsable de vaciar el órgano cuando se llena (estrusor). En estos casos, las personas sienten la necesidad imperiosa de ir al baño en cualquier momento, aunque no hayan tomado nada.
Lo importante, destaca Contreras Ortiz, es "consultar al ginecólogo cuando se tienen problemas de incontinencia y aprovechar para realizar un exámen de sangre oculta en materia fecal. Este estudio que se indica poco, pero que sirve muchísimo para detectar el cáncer de colon, que lamentablemente es hoy más frecuente en la mujer que el de ovario", destaca el especialista.
María Naranjo
Síntomas de la disfunción del piso pelviano
Incontinencia urinaria al reírse, toser o hacer esfuerzo
Dolor durante las relaciones sexuales
Desplazamiento de los órganos del abdomen bajo (prolapso)
Dónde consultar
http://www.sistemaarditti.com.ar/
http://www.disfuncionpisopelviano.com/

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