sábado, 18 de abril de 2009

Cinco claves para detectar un infarto cerebrovascular


Los estudios coinciden en que la incidencia del ataque cerebral o accidente cerebrovascular (ACV) tiende a aumentar en todo el mundo. En la actualidad, son 5.700.000 las personas que mueren por año a causa de este tipo de ataques, cifra que lo coloca como la segunda causa de muerte a nivel mundial, sólo detrás de los ataques cardíacos. Y, lo que es aún más grave, para el año 2015 se estima que la cantidad de muertes anuales debidas al ataque cerebral podría ascender a 6.700.000 si no se toman urgentes medidas de concientización del público y de los profesionales de la salud, así como también de las instituciones gubernamentales.
Pero lo más inquietante de estas cifras reside en que, si los síntomas que anuncian su aparición fueran detectados a tiempo, un alto porcentaje de las muertes por ataque cerebral podrían ser evitadas, como así también disminuidas sus secuelas. De hecho, si se aplicaran los conocimientos actuales para su prevención y tratamiento, los especialistas sostienen que de aquí a diez años se podrían prevenir más de 6 millones de muertes.
El ataque cerebral es, básicamente, una alteración repentina de la circulación de la sangre en el cerebro, producto del taponamiento u obstrucción de una arteria (lo que se denomina ACV isquémico) o de la rotura de los vasos sanguíneos (lo que se denomina ACV hemorrágico), que actúa generando la muerte de las células cerebrales de la zona afectada a causa de la falta de oxigeno.
Con el objetivo de posibilitar su atención profesional a tiempo, la Asociación Argentina de Ataque Cerebral acaba de presentar las "5C", una regla mnemotécnica que facilita el recuerdo de las señales de alerta para los accidentes cerebrovasculares frente a las cuales el paciente debe consultar de inmediato a un especialista:
C1. Cuerpo: Sentirlo dormido o paralizado -cara, brazo o pierna-, en especial de un lado.
C2. Confusión: Problema súbito para hablar o entender.
C3. Ceguera: Dificultad repentina para ver.
C4. Caminata: Problemas para caminar, alteración del equilibrio.
C5. Cabeza: Dolor fuerte, severo, sin causa aparente.
Si bien ante un fuerte dolor en el pecho las personas suelen concurrir al médico en forma inmediata, al perder en cambio la visión en un ojo por unos minutos o al no poder levantar un brazo o mover una pierna no suele reaccionarse con la misma rapidez. Según declaraciones del doctor Pedro Lylyk, presidente de la Asociación Argentina de Ataque Cerebral, "cuando las señales aparecen, es importante no demorar la consulta médica y, de ser necesario, dirigirse a un "centro de stroke" (stroke es ACV en inglés) especializado, en donde es posible un diagnóstico precoz con tecnología de alta complejidad, la atención rápida por un equipo especialmente entrenado (neurólogos, neurorradiólogos, radiólogos, terapistas, enfermería, etétera) y un tratamiento de "rescate vascular" de acuerdo a la patología, que debe y puede realizarse a la brevedad y en forma mínimamente invasiva", y agrega que la población en general "desconoce que por cada minuto que una persona no recibe la atención adecuada cuando le ocurre un stroke pierde 1.9 millones de células neuronales, 14 mil millones de sinapsis -vitales intersecciones entre las neuronas- y 12 kilómetros de fibras mielinizadas a través de las cuales se generan las funciones neurológicas".
Es precisamente el contraste entre la gravedad de las consecuencias y la posibilidad de prevenir su aparición si se actúa a tiempo lo que hace indispensable el conocimiento, en este caso bajo la forma de las "5C", de las señales de alerta para identificar un ataque cerebral.
Juan Manuel Ríos
lanacion.com

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