Diferentes estudios llevados a cabo por diversas instituciones científicas de todo el mundo están intentando determinar, a la luz de los nuevos descubrimientos, el espectro completo de las funciones cumplidas por la vitamina D dentro del organismo. Esta vitamina, comúnmente asociada con la conducción nerviosa, el funcionamiento óseo y, debido a su falta, con enfermedades como la osteoporosis, estaría también involucrada en otro tipo de trastornos como la hipertensión, la hiperglucemia, la esclerosis múltiple y cierta clase de problemas cardíacos.
Un análisis realizado en los Estados Unidos sobre un grupo de 3600 adolescentes de entre 12 y 19 años dio como resultado que quienes poseían un bajo nivel de vitamina D en la sangre poseían un riesgo dos veces mayor de padecer hipertensión y altos niveles de azúcar en la sangre, a la vez que sus posibilidades de desarrollar síndrome metabólico (enfermedad que consiste en una conjunción de varios factores de riesgo que aumenta las posibilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular o diabetes) se multiplicaban por cuatro.
Pero si bien dichos resultados, presentados recientemente durante una conferencia de la American Heart Association en Palm Harbor, Florida, deben ser tomados como preliminares debido a que aún no está determinado fehacientemente el grado de incidencia de la vitamina D en los mencionados trastornos, no dejan de ser resultados sorprendentes, que abren una puerta a la investigación futura para su tratamiento. El doctor Robert Eckel, uno de los líderes del equipo de investigación norteamericano, declaró al comentar los progresos de la investigación: "encontramos la punta del iceberg".
Al respecto, el doctor Federico Etchegoyen, endocrinólogo del Hospital Universitario Austral, opina que, si pudiera probarse que el consumo de vitamina D evita e incluso es capaz de revertir la hipertensión o los altos niveles de azúcar en la sangre, esto "podría tener un gran impacto en la salud pública", ya que "aportar más vitamina D es operativamente muy fácil. Implicaría un cambio de perspectiva nutricional sobre la dieta durante la adolescencia".
Al otro lado del Atlántico, casi simultáneamente, científicos de la Universidad de Bonn, en cooperación con el Bad Oeynhausen Heart Centre, determinaron a través de un estudio publicado por el Journal of the American College of Cardiology que los individuos con fallo cardíaco crónico poseerían un nivel de vitamina D considerablemente más bajo. El estudio consistió en comparar los niveles de vitamina D en la sangre de 54 pacientes con fallo cardíaco crónico y de 34 personas saludables, lo que arrojó como resultado que el nivel de vitamina D de los pacientes con problemas cardíacos era menor en un 50% que el de los individuos saludables. Al mismo tiempo, se pudo determinar que, ante una deficiencia mayor de vitamina D, los casos de fallo cardíaco eran aún más serios.
Hasta el momento se sabe que si los niveles de calcio no son controlados, el músculo cardiaco se torna incapaz de expandirse y contraerse de un modo apropiado impidiéndosele, de este modo, bombear sangre al cuerpo eficazmente. La hipótesis manejada por los investigadores alemanes plantea que la vitamina D cumpliría un rol central en la regulación de la concentración de calcio en las células musculares cardíacas.
Si bien el cuerpo humano produce la vitamina D por sí mismo, sintetizándola a partir del contacto con la radiación ultravioleta proveniente del sol y, aunque en menor medida, a través de la dieta, la mala alimentación y el sedentarismo tan comunes en las sociedades modernas pueden ser contados como posibles causas de la deficiencia de dicha vitamina. Teniendo en cuenta los problemas de salud que esta deficiencia podría traer aparejados, y a partir de estudios como los comentados hasta aquí, es lícito pensar en la aparición de nuevas estrategias efectivas para mejorar nuestra salud en un futuro no muy lejano.
Juan Manuel Ríos
Más información
"La falta de vitamina D aumenta el riesgo de enfermedad coronaria"; en http://www.holapaciente.com.ar/ (en link a la nota es www.holapaciente.com.ar/accion.php?accion=ver&id=38 )
Un análisis realizado en los Estados Unidos sobre un grupo de 3600 adolescentes de entre 12 y 19 años dio como resultado que quienes poseían un bajo nivel de vitamina D en la sangre poseían un riesgo dos veces mayor de padecer hipertensión y altos niveles de azúcar en la sangre, a la vez que sus posibilidades de desarrollar síndrome metabólico (enfermedad que consiste en una conjunción de varios factores de riesgo que aumenta las posibilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular o diabetes) se multiplicaban por cuatro.
Pero si bien dichos resultados, presentados recientemente durante una conferencia de la American Heart Association en Palm Harbor, Florida, deben ser tomados como preliminares debido a que aún no está determinado fehacientemente el grado de incidencia de la vitamina D en los mencionados trastornos, no dejan de ser resultados sorprendentes, que abren una puerta a la investigación futura para su tratamiento. El doctor Robert Eckel, uno de los líderes del equipo de investigación norteamericano, declaró al comentar los progresos de la investigación: "encontramos la punta del iceberg".
Al respecto, el doctor Federico Etchegoyen, endocrinólogo del Hospital Universitario Austral, opina que, si pudiera probarse que el consumo de vitamina D evita e incluso es capaz de revertir la hipertensión o los altos niveles de azúcar en la sangre, esto "podría tener un gran impacto en la salud pública", ya que "aportar más vitamina D es operativamente muy fácil. Implicaría un cambio de perspectiva nutricional sobre la dieta durante la adolescencia".
Al otro lado del Atlántico, casi simultáneamente, científicos de la Universidad de Bonn, en cooperación con el Bad Oeynhausen Heart Centre, determinaron a través de un estudio publicado por el Journal of the American College of Cardiology que los individuos con fallo cardíaco crónico poseerían un nivel de vitamina D considerablemente más bajo. El estudio consistió en comparar los niveles de vitamina D en la sangre de 54 pacientes con fallo cardíaco crónico y de 34 personas saludables, lo que arrojó como resultado que el nivel de vitamina D de los pacientes con problemas cardíacos era menor en un 50% que el de los individuos saludables. Al mismo tiempo, se pudo determinar que, ante una deficiencia mayor de vitamina D, los casos de fallo cardíaco eran aún más serios.
Hasta el momento se sabe que si los niveles de calcio no son controlados, el músculo cardiaco se torna incapaz de expandirse y contraerse de un modo apropiado impidiéndosele, de este modo, bombear sangre al cuerpo eficazmente. La hipótesis manejada por los investigadores alemanes plantea que la vitamina D cumpliría un rol central en la regulación de la concentración de calcio en las células musculares cardíacas.
Si bien el cuerpo humano produce la vitamina D por sí mismo, sintetizándola a partir del contacto con la radiación ultravioleta proveniente del sol y, aunque en menor medida, a través de la dieta, la mala alimentación y el sedentarismo tan comunes en las sociedades modernas pueden ser contados como posibles causas de la deficiencia de dicha vitamina. Teniendo en cuenta los problemas de salud que esta deficiencia podría traer aparejados, y a partir de estudios como los comentados hasta aquí, es lícito pensar en la aparición de nuevas estrategias efectivas para mejorar nuestra salud en un futuro no muy lejano.
Juan Manuel Ríos
Más información
"La falta de vitamina D aumenta el riesgo de enfermedad coronaria"; en http://www.holapaciente.com.ar/ (en link a la nota es www.holapaciente.com.ar/accion.php?accion=ver&id=38 )
lanacion.com
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