viernes, 29 de julio de 2011

“Él se apura”: un típico problema en la cama


Existe una diferencia notable entre el tiempo necesario (mucho más corto) para que un hombre alcance el estado de orgasmo y el tiempo necesario (bastante más largo) para que una mujer pueda lograr el éxtasis.
En promedio, el tiempo necesario para que una mujer pueda lograr un orgasmo profundo y satisfactorio es de 30 a 45 minutos. Si el hombre "termina" antes de este tiempo, la mujer no puede vivir plenamente el orgasmo.
Eventualmente ella puede vivir el orgasmo clitoridiano, pero es más superficial que el orgasmo vaginal y cérvico-uterino. En cambio, si el acto amoroso dura más tiempo (y con continencia sexual tántrica puede durar varias horas), la mujer puede vivir orgasmos múltiples con un importante aumento de la energía vital, afectiva y mental.

Distintas formas de “llegar”
Durante el acto erótico, la mujer secreta diferentes tipos de líquidos (eyaculación femenina). Representan el potencial energético de la mujer y son equivalentes al esperma masculino. Se diferencian, entonces, de los líquidos de lubricación.
Durante el orgasmo femenino hay contracciones específicas que eliminan estos líquidos y esto representa la pérdida del potencial vital de la mujer. Más allá de que exista un corto período de placer, después el nivel energético general baja considerablemente.
Por el contrario, si la mujer vive el orgasmo sin perder estas potencialidades, ella puede tener más y más energía y puede vivir orgasmos múltiples más y más refinados. Practicando el amor tántrico con continencia sexual, los amantes viven experiencias amorosas cada vez más intensas. Tienen un horizonte prácticamente ilimitado de conciencia, amor y felicidad. 
Si practica el amor tántrico con orgasmos sin descarga, o sea respeta la continencia sexual, el hombre logra un estado de gran potencia y puede hacer el amor durante varias horas y le concede a la mujer la posibilidad de vivir múltiples orgasmos. 
Por Daniel Ciuciulete
entremujeres.com

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