jueves, 21 de julio de 2011

Las frutas y verduras ayudan a vivir más












Si al menos la gente comiera 400 gramos diarios de frutas y verduras –lo que equivale a una manzana grande y a una ensalada mediana de zanahoria, remolacha, zapallo y tomate– cada año se podrían salvar 1,7 millón de vidas. ¿Por qué? Es que las frutas y las verduras –excepto papa, batata, mandioca y choclo– contribuyen a la prevención de enfermedades crónicas como las cardiopatías, el cáncer, la diabetes, la obesidad y también a mitigar la carencia de micronutrientes, sobre todo en los países menos desarrollados.
Así lo recomienda un informe publicado recientemente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO).
El nutricionista Sergio Britos, coordinador del Programa de Buenas Prácticas Nutricionales del Programa de Agronegocios y Alimentos de la UBA, explica a Clarín que la ingesta que recomiendan estas organizaciones es mínima, pero asegura que lo ideal es que por día se consuman 750 gramos divididos en 7 porciones de todos los colores, rojas, verdes, amarillas y anaranjadas.
“Para que una ingesta sea saludable se deben consumir 3 frutas y 4 hortalizas, crudas o cocidas, siempre suprimiendo la papa y otros tubérculos”, apunta Britos.
El informe de la OMS y la FAO indica que el consumo actual estimado de frutas y verduras es muy variable en todo el mundo, oscilando entre 100 gramos por día en los países menos desarrollados y aproximadamente 450 gramos diarios en Europa Occidental.
Se calcula que la ingesta insuficiente de frutas y verduras causa en todo el mundo aproximadamente un 19 por ciento de los cánceres gastrointestinales, un 31 por ciento de las cardiopatías isquémicas y un 11 por ciento de los accidentes cerebro vasculares.
Los expertos dicen que el hecho de que las personas coman pocas frutas y verduras responde a múltiples factores. “Entre ellos se encuentra el el alto costo; su poca disponibilidad –en algunos lugares hay que viajar para conseguirlas–; la escasa diversidad en la oferta según la región; la falta de promoción sobre sus propiedades protectoras y de ofertas por temporada, además de que se dañan más rápidamente, exigen lavarlas y consumirlas en un tiempo corto luego de ser adquiridas; y su ingesta no está incorporada culturalmente”, enumera Murcia Moreira, epidemióloga de la OPS/OMS en Argentina.
Britos coincide con Moreira y apunta: “Estas son las barreras típicas que también se dan en la Argentina.
El costo de las frutas y verduras no es accesible para todas las familias y además son productos que, en comparación con los fideos, el arroz o la carne, tienen un menor rendimiento.
También es cierto que las verduras requieren más tiempo de preparación, algo que hoy la mayoría de la población no dispone”.
Para revertir la tendencia del bajo consumo de frutas y hortalizas, Moreira, destaca la necesidad de introducirlas en la dieta de los niños desde el primer año de vida y poner en marcha campañas que destaquen las bondades de las frutas y las verduras según la estación del año, entre otras medidas.
Una ingesta variada no sólo garantiza un aporte suficiente de micronutrientes, de fibra dietéticia y de sustancias esenciales para el organismo, sino que además puede ayudar a desplazar a otros alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares y sal.
Una revisión sobre el consumo de frutas y verduras y el riesgo de cáncer, coordinado por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) concluyó que el consumo de frutas y verduras puede reducir el riesgo de cáncer, y en particular de cánceres gastrointestinales.
Las enfermedades no transmisibles (ENT) que ocasionan factores de riesgo como el consumo de tabaco, una dieta poco saludable, la falta de actividad física y el consumo nocivo de alcohol, será el tema central de la próxima reunión de las Naciones Unidas que tendrá lugar el 19 y el 20 de setiembre en Nueva York. Será la segunda conferencia global de la ONU sobre salud. La primera se realizó en 1991, cuando los líderes mundiales se reunieron para poner en la agenda internacional el VIH/sida.
Los expertos aseguran que las ENT ya conforman una epidemia global que afecta a todos y en todos los lugares. Hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, ricos y pobres, todos están en riesgo. Causan 36 millones de muertes cada año. De éstas, 9 millones se producen antes de los 60 años.
“Se necesita de todos los sectores porque la mayoría de los riesgos que afectan a la epidemia de las ENT se encuentran fuera del sector de la salud”, reclama Moreira.

También ayudan a equilibrar el peso corporal

Las frutas y verduras, en una dieta equilibrada, también ayudan a mantener saludable el peso corporal, un factor de riesgo en varias enfermedades. Precisamente, según señalaron ayer científicos de la Universidad de Oxford, en Inglaterra, el sobrepeso es la principal causa de la forma más común de cáncer de mama. Otros factores asociados son el alcohol y el consumo de tabaco. Para llegar a esta conclusión, analizaron los registros de 6.300 mujeres postmenopáusicas que habían participado en 13 investigaciones anteriores. Se compararon los datos de la edad, el tipo de menopausia (natural o provocada por cirugía), índice de masa corporal, tabaquismo, consumo de alcohol y factores reproductivos. Así comprobaron que el mayor impacto para el cáncer de mama lo tuvo el sobrepeso.

En las mesas del país, 50% menos de lo recomendado

En la mesa de los argentinos hay muy pocas frutas y verduras, una fuente importante de vitaminas y antioxidantes que previene muchas enfermedades. El tema preocupa a los expertos en este tema y será tratado del 10 al 13 de agosto en el XVIII Congreso Argentino de Nutrición que se realizará en la Ciudad.
Para estar saludable se recomiendan entre 4 y 7 porciones diarias (4 es el mínimo que indica la OMS y 7 es el consumo ideal); sin embargo, en el país se ingieren menos de la mitad. Por eso en diciembre pasado el Ministerio de Salud de la Nación lanzó una campaña para promover el consumo de las frutas y verduras que son estacionales (Ver “Una guía para saber...”).
“Es frecuente escuchar a los pacientes decir que no incorporan a la fruta en el invierno porque les da más frío o que la ensalada es una comida de verano, pero es muy importante el consumo de tres frutas por día, incorporándolas como postre y colación, y cuatro hortalizas crudas y cocidas”, detalla Patricia Tudor, nutricionista integrante del Centro de Diagnóstico de Urología.
“La dieta típica de los argentinos no combina más de 40 ingredientes que se repiten semana tras semana, cuando una dieta variada requiere por lo menos el doble. Superar la monotonía alimentaria y mejorar la calidad de la dieta de todos, no sólo la de los pobres sino también la del resto de la sociedad, implica incrementar el consumo interno de leche en un equivalente a un 20% de la producción actual; en verduras un 100% y en frutas casi un 50%”, explica Sergio Britos, coordinador del Programa de Buenas Prácticas Nutricionales del Programa de Agronegocios y Alimentos de la UBA, quien brindará la conferencia inaugural del próximo Congreso, en el que también participarán especialistas de Chile, Paraguay, Brasil y Uruguay.
clarin.com

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