sábado, 19 de junio de 2010

EDUCA A TUS HIJOS

El amor que les tenemos a nuestros hijos, nos lleva muchas veces a cegarnos y a olvidar lo que los hará felices .
Es muy común en estos tiempos, que los padres de familia, sobre todo los de ciertos recursos económicos, les construyamos un mundo irreal, sacado de un cuento de hadas.
Cuando tarde, o temprano el cuento termina, nuestros hijos se enfrentan a un mundo que desconocen, que no comprenden, lleno de trampas y callejones sin salida que no saben sortear, y las consecuencias son peores a las que quisimos evitar.
La vida de cientos de padres de familia de estas épocas, estan atrapadas en una agenda saturada de trabajo y de compromisos fuera de casa.
Papás que compensan la falta de atención a sus hijos con bienes materiales. Los inscriben en las mejores escuelas, los rodean de lujos y comodidades y piensan que con eso ya cumplieron con su tarea de padres, cuando lo único que han logrado es formar niños que desconocen el hambre y tiran con demasiada facilidad lo que no les gusta.
Hijos tiranos, pequeños monstruos insoportables y prepotentes que sufrirán y harán sufrir a sus semejantes porque desde pequeños se han salido con la suya.
Muchachitos que creen que sentir frío, o calor es cuestión de aire acondicionado, que el cansancio que han sentido se limita a caminar unas cuantas cuadras porque no hallaron estacionamiento frente a la discoteca, jovencitos que piensan que el trabajo de los padres es firmar cheques para que ellos tengan todo lo que se les antoja.¿Qué posibilidades tienen nuestros hijos de convertirse en hombres y mujeres de bien si los papás les damos todo y no les educamos la voluntad? ¿Qué hijos estamos formando si con nuestra actitud les mostramos que el dinero es lo más importante en la vida?
Confucio decía ‘Educa a tus hijos con un poco de hambre y un poco de frío’. Proverbios señala ‘Corrige a tus hijos’. Cuánto bien hacen los padres a los hijos cuando ponen esa máxima tan sencilla en práctica. Y cuánto daño les hacen al ponerles todo en bandeja de plata.
Hay muchas realidades que como padres quisiéramos desaparecer; el sufrimiento de los hijos, el exceso de sudor, de esfuerzo, y las carencias económicas. Sin embargo, quizás esas realidades no los hagan felices de momento, pero a la larga puedan forjarlos comohombres y mujeres de bien.
Ojalá que más padres de familia tengan la inquietud de enterarse por dónde andan sus hijos. Que no les vaya a pasar que cuando les ocurra una tragedia, deban decir: ‘Estaba demasiado ocupado y no me di cuenta.
yoreme.wordpress.com

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