Belen Quelet
Fundación LA NACION
"¡Se rió!", exclamó la madre de una beba de diez meses, mientras ésta compartía su chupete con un payaso. "Pensé que no iba a volver a reírse...", dijo.
Es tal la angustia de los padres cuando un hijo está internado, que la madre realmente creyó que no volvería a sonreír jamás.
Por eso, la organización Alegría Intensiva decidió que su objetivo sería tan simple como necesario: llevar alegría a niños enfermos u hospitalizados, sus padres y profesionales de la salud, a través del arte clown.
Mariano Rozenberg, médico clínico, es el director general; junto con él, Andrés Kogan, pediatra, contrataron a cinco artistas: Irene Sexer (coordinadora artística), Silvina Sznajder, Ariel Kotlar, Luciana Wiederhold y Gabriel Cohan, que desde hace dos años, una vez por semana, visitan las salas de espera y cuartos de los chicos internados en el hospital Garrahan.
La idea la tomaron de Doutores da Alegría, una organización brasileña que les abrió sus puertas para conocer la experiencia y poder tomar lo que pudiera serles útil.
En la recorrida que hacen los payasos, que dura cinco horas cada martes, las salas de internación y los pasillos se transforman, por medio de la imaginación y de la improvisación: algunas narices rojas, unos zapatos violeta, títeres, anillos de colores, prendedores vistosos y una guitarra acompañan la visita de estos profesionales.
Todos los recursos posibles se ponen en marcha para que, por unos momentos, lo único intensivo sea la alegría.
"Cada uno tiene su saber; aquí están los mejores profesionales médicos; por eso, buscamos traer arte de primer nivel. El arte puede que no cure, pero sí mejora la calidad de la internación para el chico, sus padres y los médicos", dice Kogan.
Por eso, también llevaron su trabajo al teatro, como una forma de mostrar una historia de superación frente a la adversidad y el desarraigo, teniendo en cuenta que el hospital Garrahan recibe chicos de distintos puntos del país, algunos de ellos, muy lejanos.
"Una historia para no dormir", es el título de la obra, que deja en evidencia el protagonismo que tienen la alegría, la música y el color en la vida de un chico.
Estrenarán el 3 de julio próximo en el Teatro Del Nudo, en la avenida Corrientes 1551, de esta Capital.
Datos de contacto, en la página de la organización, en www.alegriaintensiva.org.ar , por teléfono al (011) 15-5329-6221, o por e-mail, info@alegriaintensiva.org.ar.
lanacion.com
Fundación LA NACION
"¡Se rió!", exclamó la madre de una beba de diez meses, mientras ésta compartía su chupete con un payaso. "Pensé que no iba a volver a reírse...", dijo.
Es tal la angustia de los padres cuando un hijo está internado, que la madre realmente creyó que no volvería a sonreír jamás.
Por eso, la organización Alegría Intensiva decidió que su objetivo sería tan simple como necesario: llevar alegría a niños enfermos u hospitalizados, sus padres y profesionales de la salud, a través del arte clown.
Mariano Rozenberg, médico clínico, es el director general; junto con él, Andrés Kogan, pediatra, contrataron a cinco artistas: Irene Sexer (coordinadora artística), Silvina Sznajder, Ariel Kotlar, Luciana Wiederhold y Gabriel Cohan, que desde hace dos años, una vez por semana, visitan las salas de espera y cuartos de los chicos internados en el hospital Garrahan.
La idea la tomaron de Doutores da Alegría, una organización brasileña que les abrió sus puertas para conocer la experiencia y poder tomar lo que pudiera serles útil.
En la recorrida que hacen los payasos, que dura cinco horas cada martes, las salas de internación y los pasillos se transforman, por medio de la imaginación y de la improvisación: algunas narices rojas, unos zapatos violeta, títeres, anillos de colores, prendedores vistosos y una guitarra acompañan la visita de estos profesionales.
Todos los recursos posibles se ponen en marcha para que, por unos momentos, lo único intensivo sea la alegría.
"Cada uno tiene su saber; aquí están los mejores profesionales médicos; por eso, buscamos traer arte de primer nivel. El arte puede que no cure, pero sí mejora la calidad de la internación para el chico, sus padres y los médicos", dice Kogan.
Por eso, también llevaron su trabajo al teatro, como una forma de mostrar una historia de superación frente a la adversidad y el desarraigo, teniendo en cuenta que el hospital Garrahan recibe chicos de distintos puntos del país, algunos de ellos, muy lejanos.
"Una historia para no dormir", es el título de la obra, que deja en evidencia el protagonismo que tienen la alegría, la música y el color en la vida de un chico.
Estrenarán el 3 de julio próximo en el Teatro Del Nudo, en la avenida Corrientes 1551, de esta Capital.
Datos de contacto, en la página de la organización, en www.alegriaintensiva.org.ar , por teléfono al (011) 15-5329-6221, o por e-mail, info@alegriaintensiva.org.ar.
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