lunes, 16 de febrero de 2009

Un análisis de sangre indica el estado de salud de los ovarios


Fabiola Czubaj LA NACION
La búsqueda de un embarazo que demora en llegar suele producir mucha ansiedad y estrés, pero no menos gastos en cada intento con pronóstico incierto. Pero un simple análisis de sangre, que no requiere esperar un momento determinado del ciclo femenino, permite conocer el estado de salud de los ovarios y cómo estos responderán a cualquier estrategia reproductiva.
El test, que en el Hospital General de Agudos Carlos Durand se le realiza a toda mujer que consulta porque no puede quedar embarazada, mide el nivel de una hormona que regula el crecimiento de los folículos ováricos al inicio del ciclo menstrual: la hormona antimulleriana (HAM). Esos folículos, llamados primordiales o primarios, son los que se esfuerzan y compiten entre sí todos los meses para producir ese óvulo que finalmente estará por unos días a la espera de ser fecundado.
Un estudio realizado el año pasado por el Grupo de Reproducción Humana del hospital Durand y el equipo del Instituto de Investigaciones Endocrinológicas del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez reveló que más del 70% de las mujeres que consultan al médico porque no pueden quedar embarazadas tienen una baja reserva ovárica para su edad. Eso quiere decir que sus ovarios no responderán del todo bien ante cualquier intento de fertilización.
"Recién se está empezando a reconocer el valor que puede tener esta hormona -explicó a LA NACION el doctor Carlos Allami, jefe del grupo del Durand-. Probablemente, se comience a usar el test en las mujeres que ya hayan tenido intentos reproductivos fallidos. Pero es evidente que contar con un indicador endocrino que nos diga a los médicos si una mujer tiene mejor o peor pronóstico antes de iniciar un tratamiento reproductivo es muy valioso, y esto es lo que estamos tratando de lograr."
Aunque la HAM se conoce desde hace más de 40 años, su utilidad reproductiva en la mujer es relativamente nueva. "Estaba limitada a evaluar la función testicular en los chicos o como indicador de respuesta al tratamiento oncológico en adultos", explicó Allami.
Para la prueba, que en laboratorios privados cuesta unos 200 pesos, sólo hay que extraerle a la mujer una muestra de sangre y con un reactivo de alta sensibilidad se mide el nivel de la hormona. Ese resultado se compara según la edad de la mujer con una curva que indica si la paciente tiene una reserva ovárica dentro de los márgenes más adecuados.
"No existe aún un valor de corte estandarizado, pero hay investigaciones que sugieren que cuando el resultado está por debajo de cierto nivel, la paciente tiene un peor pronóstico para la edad", indicó el ex presidente de la Sociedad Argentina de Endocrinología Ginecológica y Reproductiva (Saegre).
El trabajo realizado junto con el equipo del doctor Rodolfo Rey, del Hospital de Niños, se dividió en dos etapas. En la primera, los investigadores reunieron a 77 mujeres: a 20 se les había diagnosticado falla ovárica (menopausia) precoz y 57 habían tenido intentos previos fallidos para lograr un embarazo, ya sea porque tenían signos de falla ovárica o eran mayores de 35 años.
El análisis de sangre reveló que el 90% de las mujeres tenían bajos niveles de HAM, lo que confirmó el diagnóstico de una falla primaria del ovario. "Hasta ese momento ignoraban si sus ovarios tenían o no óvulos", indicó Allami. En la segunda etapa, cuyos resultados se presentaron en el último congreso de la Saegre, los especialistas se concentraron en las 57 mujeres a las que los tratamientos productivos no les había dado resultado. El test confirmó la sospecha: en el 72,2% de los casos, el nivel de la HAM era bajo para la edad.
La indicación del test debería limitarse a las mujeres que consultan por infertilidad o que hayan realizado tratamientos sin éxito o que tengan antecedentes clínicos o laborales que hayan podido dañar su salud ovárica (tratamientos oncológicos, quirúrgicos o exposición a sustancias tóxicas, incluido el tabaco). Para Allami, no debería pedirse como un indicador pronóstico de embarazo.
"Un médico debería poder decirle a una mujer si tiene alto, mediano o bajo pronóstico de respuesta ovárica. Eso no quiere decir que le vamos a decir en qué porcentaje podrá quedar embarazada con el tratamiento, sino si sus ovarios responderán de manera satisfactoria o no según su edad", concluyó Allami.

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