miércoles, 30 de noviembre de 2011

Automedicación: ¡Cuidado con los chicos!

Uno de los ideales de esta época tiene que ver con la capacidad de adaptarse al entorno. Por eso, cuando un niño se muestra “inadecuado” y poco “adaptado” se considera que no está sano. Esta es la explicación que da cuenta de la cantidad creciente de chicos llamados “anormales” en las aulas y del crecimiento exponencial en la administración de medicamentos. 
Se controla al niño para que se ajuste a las exigencias del medio. Paradójicamente todas las teorías pedagógicas y psicológicas dicen que el aprendizaje surge a partir del error. La inteligencia no tiene que ver con la adaptación. La inteligencia, aunque resulte extraño, está íntimamente asociada a la capacidad de tolerancia frente a la inadecuación, a las diferencias, a lo que no es posible y a lo que no encaja exactamente.
Algunas investigaciones de la industria farmacéutica están al servicio de lograr sujetos adecuados y adaptados Por lo tanto, ya no se producen medicamentos sólo para salvar vidas. Se transita una época en la que existe una oferta de satisfacción inmediata inédita e insólita. Una de esas propuestas es la automedicación. 
A nadie ya le quedan dudas que ante una mínima molestia acudirá al botiquín de su hogar o de la oficina para encontrar la pastilla mágica que todo lo solucione. Las estadísticas de automedicación en la Argentina y en Latinoamérica han crecido a pasos agigantados en las últimas décadas con datos alarmantes; hecho especialmente incitado por la propaganda y el marketing de medicamentos de venta libre que pueden encontrarse en góndolas de farmacias como si fueran supermercados. La “recomendación” entre amigos o familiares ha reemplazado la consulta clínica para determinar una administración ajustada y eficaz. 
Algunas advertencias
El autoconsumo de antibióticos administrado por los padres (sin consulta previa) puede generar estos problemas:
* No detiene la infección. Encima, la puede complicar y generar resistencias para futuras enfermedades. 
* Puede enmascarar el cuadro clínico de base y tapa los síntomas originales.
* Puede producir un acostumbramiento a determinada droga, lo que obliga a nuevos consumos.
* Los analgésicos de última generación consumidos sin control y en dosis a largo plazo pueden ocasionar, en los chicos, problemas gástricos y de coagulación. 

Por el licenciado Fernando Osorio, autor de “Hijos perturbadores, negativistas y desafiantes” de Noveduc Libros.
entremujeres.com

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