viernes, 4 de junio de 2010

Un sondeo revela que 7 de cada 10 argentinos apoyan el regreso del servicio militar obligatorio

Siete de cada 10 argentinos están de acuerdo con el retorno del servicio militar obligatorio con orientación comunitaria. Sólo dos de esos 10 rechazan la polémica iniciativa, mientras que el resto dijo no saber si estaba de acuerdo o no. En la Argentina este sistema fue abolido durante el gobierno de Carlos Menem luego del crimen del soldado Omar Carrasco en una unidad militar de Neuquén.
El sondeo al que tuvo acceso ámbito.com se realizó entre abril y mayo pasado y abarcó a residentes mayores de 18 años de todo el país, aunque sólo relevó 2.188 casos. El resultado es a priori contundente: el 69,5% de los entrevistados apoya el regreso forzoso de los jóvenes a los cuarteles, bases navales o aéreas. Un 24,3% repudió la propuesta y 6,2% se reservó la opinión.
El perfil de los fervientes adherentes es un hombre de entre 50 y 55 años, con estudios primarios completos y del interior del país. Los que más se oponen residen en el área metropolitana de Buenos Aires, tienen entre 18 y 29 años y su formación es de nivel universitario.
El trabajo fue encargado por el bautizado "príncipe de la soja" Alfredo Olmedo, ahora más conocido como "el diputado del servicio militar" (Ver vinculada). Con los datos en la mano, el legislador salteño presentó la semana pasada en el Congreso el proyecto de ley para aplicar la instrucción militar y laboral durante el plazo de seis meses a un año. A diferencia del servicio derogado por decreto el 31 de agosto de 1994, la propuesta Olmedo es para todos los varones de 18 años sin excepción ni número bajo.
El artículo 9 del proyecto del empresario sojero establece que además de la instrucción militar en los regimientos se enseñará a cuidar el medio ambiente, tácticas de socorro en catástrofes, protección de la fauna y la flora, ecuación vial, cómo organizar un centros cultural o comunitario, oficios de acompañante terapéutico, gasista, carpintero, plomero, albañil, enfermero, y toda actividad que no sólo beneficie el interés propio, sino "el de su propia familia y la sociedad".
En la sección de análisis cualitativo del estudio elaborado por la consultora Aresco de Julio Aurelio se remarca que del casi 70% que está de acuerdo con el servicio el 38,8% cree que es una "solución a los problemas sociales". El listado de esos "problemas" incluye el principal motivo expuesto para justificar la conscripción: "sacar a los chicos de la calle" (10.3%). En menor medida los encuestados consideraron que serviría para "tener mejor educación" (9,7%), "menos delincuentes/inseguridad" (7,7%) y "menos libertinaje-vagancia" (6,5%), entre otros.
Otros motivos elegidos corresponden a la categoría "relacionadas con los valores". En este grupo encabeza el argumento "hace falta respeto/orden" (9,3%), le siguen "recuperaría valores éticos" (6,9%) y "le da amor a la Patria" (2,1%). Arbitrariamente el estudio postula como propios de las clases más postergadas a la droga y al alcohol. En el grupo "problemas asociados a la pobreza" una de las opciones más elegidas es "sacaría a los chicos de la droga y el alcohol" (8,2%).
A pesar de tratarse de una obligación a cumplir para las Fuerzas Armadas con el objetivo esencial de "contribuir a la defensa nacional" sólo 0,8% dijo que "es necesario para el país tener quien nos defienda".
Del grupo que repele la oferta de Olmedo el 11,2% no quiere el retorno de las botas para chicos porque "hubo muchos problemas de maltrato" como el fatídico caso Carrasco. El 8,8% dijo que debería ser "optativo", el 8,3% que "no sirve para nada" y un 7% aseguró que "los militares no dejaron un grato recuerdo".
Dentro de los motivos para rechazarlo, por grupos de categoría, el 24,9% considera que es "inútil", el 20,5% que las fuerzas están "desprestigiadas", el 17,2% que el servicio coarta la "libertad" de los jóvenes.
Para recolectar de datos, los encuestadores utilizaron un cuestionario estructurado. El diseño muestral es probabilístico con selección de la unidad final al azar simple; el error estadístico es de +/- 2,14%, y el nivel de significación llega al 95,45%.
Mientras en la Argentina Olmedo intenta volver a poner en debate el tema, en Bolivia, Colombia, Chile e Israel es obligatorio; España lo abolió durante el gobierno de José María Aznar; en México es voluntario, y en Venezuela es un deber no forzoso.
ambito.com

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