
The New York Times
Para Alyssa Pometta todo empezó, como sucede tan a menudo con esta clase de hábitos, con un aperitivo. Estamos hablando, por supuesto, del brillo de labios.
Ella comenzó a usarlo en cuarto grado después de usar un bálsamo de labios durante años y fingir que era Revlon. Pero la emoción suscitada por el brillo de labios con sabor fue fugaz y, en enero, a la edad de 11 años, Alyssa preguntó a su madre si podía pasar al plato fuerte: lápiz labial, delineador y rimel.
El primer impulso de la mujer fue enviar a su hija a su habitación, pero lo volvió a pensar. En cambio, la llevó a una prueba de maquillaje.
"Estoy utilizando la estrategia de padres del tipo elige tus batallas ", razonó la señora, quien es una publicista independiente de Plainfield, Illinois, en una entrevista telefónica. "Me di cuenta de que era mejor que ella estuviera informada y que tuviera las herramientas adecuadas antes de que se iniciara en esto a ciegas con sus amigas, en el baño, y saliera como un payaso".
Hace tiempo que la elección entre la prohibición y la reducción de daños ha dividido a los padres en dos bandos respecto de temas espinosos: ¿prohibir el alcohol o supervisar la inevitable fiesta con cerveza? ¿Predicar la abstinencia o comprar preservativos? Ahora, la lucha muestra signos de llegar a un nuevo frente: el mostrador de cosméticos.
El uso regular de ciertos productos cosméticos está aumentando drásticamente entre las niñas preadolescentes, según un nuevo informe de NPD Group, una compañía de investigación sobre los consumidores. Desde 2007 hasta 2009, el porcentaje de niñas de 8 a 12 años que utilizan regularmente el rimel y el delineador de ojos casi se ha duplicado (al 18 por ciento, del 10 por ciento, para el rimel y al 15 por ciento, del 9 por ciento, para el delineador de ojos). El porcentaje de las niñas que usan lápiz labial también aumentó, al 15 por ciento del 10 por ciento.
Mientras tanto, las mujeres de todas las demás edades, incluyendo a las adolescentes, dicen usar menos maquillaje, según NPD. La economía parece estar desempeñando un papel importante, dijo Karen Grant, analista senior de la industria de la belleza en NPD, ya que las mujeres recortan sus gastos en productos de belleza para ahorrar dinero y las mujeres desempleadas se sienten menos obligadas a maquillarse cada mañana.
Entonces, ¿cómo es que las alumnas de las escuelas primarias se salen con la suya? La respuesta es fácil: Mamá es quien lo compra. Cuando se les pidió que nombraran su principal influencia a la hora de adquirir y aplicar maquillaje, el 66 por ciento de las 365 niñas encuestadas por NPD señaló a un miembro de la familia o un amigo adulto de la familia.
"No están escondiendo los productos", dijo Grant. "Ellas hacen las compras con sus madres, obtienen el dinero de sus mamás y de sus familias. Esto casi se está convirtiendo en parte del ejercicio de la familia".
¿Falta de criterio por parte de los adultos o padres progresistas? Como sucede con la mayoría de estas cuestiones, todo depende de a quién se le pregunte. Stacy Malkan, autora de Not Just a Pretty Face: The Ugly Side of the Beauty Industry ( No sólo una cara bonita: La otra cara de la industria de la belleza ), dijo que los padres han luchando una batalla perdida contra la industria de la belleza, la cual ahora dirige campañas destinadas a los niños de manera tan agresiva que invita a una comparación con los esfuerzos de las grandes tabacaleras, como Joe Camel.
"Existe una presión de comercialización incesante sobre las jóvenes para que parezcan mayores", dijo la señora Malkan. "No sólo desde las revistas y desde los anuncios de televisión, sino también desde programas como 90210 . Se supone que esos niños están en el tercer y cuarto año de la secundaria, pero parece que tienen 25 años".
De hecho, los pasillos de Sephora y de CVS están repletos de cosméticos destinados a las fanáticas de Miley Cyrus. Las pasarelas de moda están repletas de chicas muy maquilladas, de 14 años. Neutrogena ofrece una línea de maquillaje para la remoción del acné que aparece en la sección Neutrogena Teen de su sitio web. Incluso Dylan´s Candy Bar, la exclusiva tienda de dulces, cuya sucursal ubicada en el barrio Upper East Side, de Manhattan, se ha convertido en una atracción turística, tiene una línea de productos de belleza que incluye loción corporal de bizcocho y protector de labios de regaliz de fresa. ("Los labios siempre debe estar acaramelados y dulces para besar", dice el sitio web.)
Para algunos padres, esta clase de seducción apenas está registrada en la lista de los peligros del mundo real. Para otros, estos productos y los mensajes que envían son invasores frente a las puertas de la inocencia de sus hijas. Kris Grande, patóloga del habla en Apex, Carolina del Norte, se horrorizó cuando su hija de 13 años, Kaileigh, intentó salir por primera vez de la casa usando rimel en quinto grado.
"Ella es hermosa", dijo, y el maquillaje "la hace ver demasiado grande. Inmediatamente la hace mayor".
Los temores de una infancia truncada por los cosméticos no pueden ser totalmente metafóricos. En un estudio publicado este mes, la Facultad de Medicina del Hospital Monte Sinaí observó que niñas menores de 10 años exhiben un inicio temprano de la pubertad y descubrió una alta incidencia de los disruptores endocrinos que se encuentran en algunos esmaltes de uñas y en otros cosméticos. Esto sin mencionar los daños en la piel que pueden ser ocasionados por los productos químicos que se encuentran en el maquillaje, o las posibles reacciones alérgicas.
Pero las empresas de cosméticos dicen que sólo responden a lo que los consumidores buscan comprar. "Por lo menos tres de cada cuatro consumidores, de 14 a 17 años, utilizan un maquillaje base, y el uso es realmente un poco más alto para el rimel y el brillo de labios", dijo Cara Robinson, quien es la directora de marca del grupo de cosméticos Neutrogena. Ella también dijo que Neutrogena no dirige sus campañas a los consumidores menores de 13 años de manera intencional.
Respecto del factor relacionado con la salud, Robinson dijo que las fórmulas para los productos de Neutrogena orientados a las adolescentes eran diferentes de las utilizadas en sus productos para adultos. (No pudo precisar exactamente cómo difieren, argumentando "tecnología patentada" de la empresa.)
Los padres podrían decir que las empresas de cosméticos se lavan las manos al utilizar la excusa de que venden solamente lo que las niñas piden. Pero las madres que llevan a sus hijas de 11 años a pruebas de maquillaje actúan bajo un principio similar: que en la actualidad muchas niñas preadolescentes son lo suficientemente sofisticadas como para, al menos, tomar algunas de sus propias decisiones relacionadas con la belleza. ¿Y quién sabe? Quizás podrían saber de lo que están hablando.
Cuando se le preguntó si había una celebridad en particular o ícono de la moda que ella trataba de emular a la hora de maquillarse, Alyssa Pometta dijo: "No tomo una fotografía de una celebridad y trato de hacerme ver como ella. Trato de hacerme ver como soy".
Traducción de Angela Atadía de Borghetti
lanacion.com
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