lunes, 19 de octubre de 2009

Bruxismo: una inconsciente amenaza para los dientes


NUEVA YORK (The New York Times).– Yo aprieto mis dientes a la noche. Lo he hecho durante años. Es mi secreto. Pero ahora tengo la tranquilidad de saber que al menos del 8 al 10% de la población adulta comparte mi mal.
Se llama bruxismo del sueño. También hay una versión diurna, un apretar de dientes inconsciente, mayormente debido al estrés, pero los orígenes son diferentes y los efectos no son tan malos como el que se da durante el sueño, cuando los mecanismos de defensa del cuerpo están inactivos.
Si no se trata, puede causar daño a los dientes y a los tejidos que los rodean y producir dolores de cabeza y de mandíbula.
El bruxismo puede ser al menos tan antiguo como la Biblia, donde se describe el infierno como un estado donde hay "rechinar de dientes". Puede ser acusado con justicia de hipérbole si revirtiera la ecuación y declarara que el bruxismo puede convertir al sueño en una especie de infierno. Pero que se entienda la idea. Es una verdadera molestia.
Presión sobre los dientes
"Es como tener un gran jugador de fútbol parado sobre los dientes", afirma el doctor Noshir Mehta, director de odontología general de la Escuela de Medicina Dental de la Universidad de Tufts y director de su Centro de dolor Cráneo-facial.
Durante el bruxismo del sueño, nos explica, los dientes superiores e inferiores pueden entrar en contacto directo unos 40 minutos por hora y, por ejemplo, sobre el primer molar puede ejercer una fuerza de 125 kg. De ahí lo del futbolista. Comparado con circunstancias normales en que los dientes de una persona hacen contacto durante alrededor de 20 minutos por día, al masticar y la presión es de sólo 10 a 40 kg.
Advertí su presencia de la misma manera que otros que sufren bruxismo. Mi novio de entonces me contó que lo despertaba con el terrible crujido que provenía del rechinar, mi dentista observó las marcas dejadas en mis dientes y confirmó el diagnóstico. El bruxismo del sueño no es una enfermedad, sino un desorden del sueño. El tercero más común luego del hablar y roncar. Es más habitual en los niños, que a menudo lo superan, y su origen puede ser diferente en los adultos.
"Las causas exactas son desconocidas", afirmó el doctor Gilles Lavigne. Si hay alguien que sabe es él: profesor de odontología y medicina de la Universidad de Montreal y presidente de la Sociedad Canadiense del Sueño que publicó extensamente sobre el tema.
En los años 60, explica, se pensaba que el bruxismo era una respuesta corporal a los problemas relacionados con la forma en que los dientes superiores e inferiores se ajustan, pero esa teoría fue desacreditada por falta de evidencia clínica.
Luego se pensó que la causa era el estrés. Pero esto no logra explicar por qué no todos los que sufren de bruxismo están estresados y no todos los que tienen estrés rechinan sus dientes. Investigaciones más recientes indican alguna relación de este mal con neuroquímicos como la dopamina, pero todavía hay desacuerdo en la importancia del papel que juegan.
Los últimos estudios del doctor Lavigne han identificado un patrón de activación en el sistema nervioso autónomo que se correlaciona fuertemente con el bruxismo del sueño.
Cuales son las causas subyacentes será demostrado por la ciencia a su debido tiempo y pueden ser varias, los factores inmediatos del mal ya se comprenden mejor. La literatura médica muestra que el estrés, fumar, el alcohol, la cafeína y otros factores pueden provocar o empeorar la condición.
Protector bucal
Entonces ¿qué debe hacer alguien que rechina sus dientes? Mi dentista me sugirió que inmediatamente me pusiera un pequeño aparato de plástico que cubre algunos o todos los dientes para protegerlos contra el daño, pero que no detiene el rechinar.
Me sentía frustrada por mi bruxismo persistente y estaba decidida a encontrar la forma de terminarlo para siempre. Como había comenzado en un período de mi vida especialmente agitado, entendí que era causado por el estrés. Probé con técnicas de relajación como el yoga, ejercicios, biofeedback e hipnosis.
Si bien esto puede haber ayudado a mejorar mi salud general, no parecía sacar al futbolista de mi cama. Por otro lado, si bien el factor estresante inicial había pasado, todavía estaba rechinando mis dientes.
Así que hice lo que cualquier persona razonable hubiera hecho: volví a las medicinas. La literatura médica sobre bruxismo me mostró que los medicamentos contra la ansiedad como la buspirona y el clonazepam habían funcionado con algunos pacientes, la buspirona sólo me puso nerviosa pero el clonazepam hizo que mi bruxismo se detuviera pronto.
"El clonazepam sería un tratamiento fantástico pero es potencialmente adictivo: funciona demasiado bien –afirmó el doctor Michael Gelb, profesor clínico de la Facultad de Odontología de la Universidad de Nueva York–. Cuanto mejor funciona un tratamiento, más dificultades tiene."
En dos meses me habitué a la droga y su efecto comenzó a disminuir. Ahora la tomo ocasionalmente. Se acabó con las medicinas.
En especial presté atención a los factores que parecían empeorar el problema, como el alcohol y malos hábitos para dormir e hice los cambios necesarios.
Finalmente volví adonde había comenzado: compré un protector de boca que cubre todos mis dientes. Había ya abandonado mi esperanza de terminar con el problema hasta que recientemente conocí a una mujer que había terminado con 10 años de padecerlo luego de un año de tratamientos regulares con acupuntura. Se me alentó a que intentara también con acupuntura y noté alguna mejora luego de pocos meses de una sesión semanal.
Clínicamente no está demostrado que la acupuntura cure o calme el bruxismo, pero deseo confiar en evidencias anecdóticas que sugieren que ayuda. A pesar de no saberlo en ese momento, había intentado la mayoría de los tratamientos recomendados para el bruxismo aunque con menos éxito que mucha otra gente.
El doctor Lavigne afirma que la gente que se levanta con dolor de cabeza o de mandíbula, es posible que rechine sus dientes y debe consultar al dentista o a los médicos de un centro universitario de dolor oro facial.
Allí los pacientes pueden recibir directivas de intentar algunas de las técnicas que yo usé u otras, y pueden ser diagnosticados por otros síntomas asociados como roncar. Estas medidas pueden reducir el bruxismo pero como no hay cura conocida, sólo sus efectos pueden ser tratados de manera confiable. Para terminar, los protectores bucales son todavía la mejor defensa.
Después de todo, si uno tiene que luchar todas las noches con un futbolista, se necesita protección.
Paul VanDeCarr
lanacion.com

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me recomiendan alguna clinica de tratamientos de bruxismo en Chile?

cheap cialis dijo...

Do you know if the composite analysis COMBINES the results of the static analysis with the results of the dynamic analysis or does the static analysis actually FEED the dynamic analysis to help it with coverage and precision?