Los millonarios del mundo están cavando profundo.
En Los Ángeles, el constructor Mauricio Oberfeld enterró casi un tercio de su casa de casi 840 metros cuadrados en un sótano que ocupa unos 280 metros cuadrados. Unas escaleras de cristal conducen al nivel inferior de la residencia de estilo contemporáneo donde hay un spa, una oficina, una bodega de vinos y una sala de cine.
"Lo que se ve desde la calle parece bastante discreto", dice Oberfeld de la casa, terminada en 2010. "No me gusta ser ostentoso", añade.
Tamara Ecclestone, la heredera del principal ejecutivo de la Fórmula 1, Bernard Charles Ecclestone, está sumando dos pisos subterráneos de más de 460 metros cuadrados a su casa de casi 1.580 metros cuadrados en el barrio de Kensington, en Londres. La modelo y celebridad compró el año pasado la propiedad por US$70 millones. Entre sus comodidades se incluyen una piscina con bar, una sala de billar, una pista de bolos y una discoteca, al igual que un amplio gimnasio y una sala de juegos para el novio de Ecclestone. El diseñador Gavin Brodin dice que el sótano también incluirá una sala de cine 3-D con ocho asientos especialmente diseñados, cada uno con un refrigerador y una máquina para hacer palomitas de maíz. Ecclestone, que declinó hablar sobre los costos del proyecto, señaló que quiere el espacio para entretener y agregó que decidió construir hacia abajo porque el estatus histórico del vecindario prohíbe la expansión en la superficie. "Por estos días, todo el mundo está cavando", aseguró.
Algunos constructores de casas de lujo apuntan a evitar un exterior demasiado llamativo sin sacrificar los metros cuadrados o instalaciones de gran tamaño. Otros buscan una manera de eludir las restricciones de desarrollo urbano que limitan el tamaño de las casas. En muchos casos, la decoración de estos espacios subterráneos rivaliza con lo que está arriba, con techos altos, mosaicos pintados a mano y pisos de piedra.
En los barrios más exclusivos del centro de Londres, la alta densidad, los estrictos códigos de construcción y un incremento de los precios de los bienes raíces -un alza de 43% desde marzo de 2009, según la firma inmobiliaria Knight Frank- están impulsando la tendencia de los subterráneos de lujo. En ese sentido, está en marcha la excavación para crear uno de los sótanos más grandes de la ciudad. Los planes aprobados por el distrito incluyen una sala de cine de dos pisos, un gran spa con una rotonda central, una piscina de 21 metros y dormitorios para el personal, según los registros públicos. Se estima que la construcción concluya en el segundo semestre de este año.
El arquitecto Robert Adam, que está encargado de la expansión de la casa, no quiso dar detalles sobre el proyecto, pero señaló que una piscina subterránea necesita una planta adicional para contener el agua. "Estas cosas son muy costosas de construir", añadió. La casa fue adquirida en 2008 por un extranjero que pagó US$80 millones a través de Safran Holdings, una firma con sede en las Islas Vírgenes Británicas. No se pudo contactar a un representante de la empresa para que hiciera comentarios.
El sur de California se ha convertido en otro punto de gran actividad en términos de excavaciones residenciales. Hasta hace relativamente poco, este tipo de construccionessubterráneas era extraño ya que el espacio en esa región es abundante. Pero una ordenanza aprobada en Los Ángeles en 2008 limita ahora el porcentaje de un lote que puede ser ocupado por una casa. En la mayoría de los barrios de la ciudad, los metros cuadrados sobre el nivel del suelo de viviendas recién construidas o ampliaciones no pueden exceder de entre 25% y 50% del tamaño del terreno, dependiendo de la zona y la topografía.
A medida que los valores de las propiedades de lujo comienzan a recuperarse, el número de solicitudes de permisos de construcción de viviendas que incluyen un significativo porcentaje de metros cuadrados bajo tierra ha aumentado. En Kensington y Chelsea, barrios de Londres, las solicitudes de planificación para desarrollos subterráneos subieron de 179 en 2009 a 225 en 2011, según la ciudad.
El precandidato republicano a la presidencia de EE.UU. Mitt Romney ha solicitado permiso para reemplazar una casa de playa de una sola planta de 280 metros cuadrados en La Jolla, California, con una construcción de casi 700 metros cuadrados, incluyendo un sótano adicional de unos 335 metros cuadrados, según los datos públicos. Un representante del político declinó comentar para este artículo. Tony Crisafi, uno de los arquitectos del proyecto, dice que por estos días, la mayoría de sus clientes quiere ser discreto sobre las dimensiones de sus casa y que una de las formas de conseguirlo es "construyendo bajo tierra".
Aunque la tecnología ha evolucionado para hacer posible proyectos más complejos, la construcción de grandes espacios subterráneos puede ser difícil. "Es un reto mayúsculo", dice Rodney Gibble, ingeniero estructural con sede en Manhattan, quien agrega que está trabajando en un número cada vez mayor de ampliaciones subterráneas con piscinas, gimnasios y pequeñas canchas de baloncesto. Gibble señala que los costos de construcción bajo tierra en Nueva York pueden ser de 50% a 100% más que los US$8.600 o US$10.700 que cuesta un metro cuadrado de renovación de una casa sobre el nivel del suelo en el centro de la ciudad.
Ecclestone, la heredera del ejecutivo líder de la Fórmula 1, ha hecho algunos cambios a sus planes originales, que incluían un spa para sus perros. (El lugar ahora se usará para una oficina). El objetivo, dice, es convertir el sótano en un espacio donde pueda compartir con sus amigos y familiares en privado. "Siento como si nunca tendré que salir de casa", señala.
lanacion.com
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