Alguna gente aprende algo de hebreo en su bar mitzvahs, o aprende inglés de su madre, o puede hablar algo de japonés por haber pasado un semestre en el extranjero.
Timothy Doner, de 16 años, no es una de esas personas. En el otoño de 2009, luego de estudiar para su bar mitzvah, decidió que quería aprender hebrero moderno, por lo que continuó con su tutor, desarrollando largos diálogos sobre la política israelí. Entonces se sintió atraído por el árabe, por lo que después del octavo grado participó de un programa de verano para estudiantes de college en la Brigham Young University. Le llevó cuatro días aprender el alfabeto, dijo, y una semana leer de manera fluida.
Luego se dedicó al ruso, italiano, persa, swahili, indonesio, hindi, ojibwe, pashto, turco, hausa, kurdo, idish, holandés, croata y alemán, aprendiendo por su cuenta mayormente de libros de gramática y aplicaciones en su iPhone. Esto junto con un estudio más formal de francés, latín y mandarín en la Dalton School, donde está en el segundo año.
En marzo pasado, durante el feriado de primavera, Timothy hizo algo que cambió el metabolismo de su estudio de idiomas. En el departamento de su familia en East Village de New York, hizo un video de sí mismo hablando árabe y lo subió a YouTube, con subtítulos en inglés. La respuesta fue escasa pero entusiasta, principalmente de gente en Medio Oriente: ¡Muy bueno, Tim! Hizo más videos y con cada uno sumó público, hasta que su video de pashto, subido el 21 de diciembre, fue visto 10.000 veces en dos días.
De pronto, Timothy tenía gente con quien hablar en todos sus idiomas, no solo nativos, sino también gente como él, interesada en los idiomas, una pequeña pero vibrante subcultura de locos por los idiomas, que solo puede existir gracias a internet.
El lingüista Michael Erard, en un reciente libro titulado "Babel No More: The Search for the World's Most Extraordinary Language Learners" (Se acabó Babel: la búsqueda de los más extraordinarios estudiosos de idiomas del mundo". Describe a estos autodidactas como una "tribu neural", unida no por un idioma común sino por una promiscuidad lingüística inquieta. Dado que el dominio del inglés ha hecho posible navegar más y más del mundo con solo un idioma, estos hiperpolíglotas ya no están aislados en su pasión por aprender docenas de idiomas o más.
Está Benny de Irlanda y Moses McCormick de Ohio, Alexander Arguelles en Singapur y Mike Campbell, a k a Glosska en Taiwán. Timothy se sintió inspirado por un video de Richard Simcott , un hiperpolíglota británico que habla 16 idiomas uno detrás de otro. Simcott, a su vez, presentó los videos de Timothy en un foro online en el que participa: Cómo Aprender Cualquier Idioma .
"Cuando Moses me envió un correo electrónico, pensé que era la cosa más piola del mundo" dijo Timothy de McCormick, que sube sus videos con la clave Laoshu505000. "Este es un tipo con videos en 50 idiomas. Era como hablar con un famoso".
McCormick, de 30 años, dijo que la incomprensión es la respuesta más común de gente de fuera de la tribu. "Tanta gente me dice que estoy loco", dijo. Cuando era estudiante de pregrado en Ohio State University, dijo, "la gente me decía que escogiera un idioma y lo dominara. Pero tengo una verdadera pasión por aprender muchos idiomas".
Cuando buscaba en Internet, según Timothy, "encontraba videos de gente que había estado estudiando por un año, avanzando lentamente, y yo pensaba, yo puedo hacer eso. Nunca pensé que sería el centro de tanta atención".
Un sábado a fines de febrero, Timothy recibió la visita de una compañera de estudios de nombre Tamvi Agrawal, que acordó ayudarlo con su aprendizaje del hindi. Venía estudiando el idioma seriamente desde hacía un mes, comenzando con el alfabeto y la gramática, y luego siguió con ejercicios y canciones de Bollywood. En una semana más pensaba hacer un video. Dijo que su pronunciación era terrible.
"Realmente no es mala" dijo Tamvi.
"Sabes lo que es una lengua ergativa?", le preguntó en referencia a la propiedad de algunos idiomas, incluyendo el hindi, por la que cambia el caso del sujeto de un verbo cuando el verbo es intransitivo. Ella dijo que no sabía lo que es.
Timothy a menudo produce construcciones como esta, cerebrales pero no arrogantes, un producto de muchas horas de estudio a solas. Si se lo alienta un poco, habla con entusiasmo de la historia de la expansión islámica o las áreas del cerebro asociadas con el idioma. Un día, hablando del turco, le preguntó a una visita si sabía lo que es un idioma aglutinante (Es un idioma en el que se crean nuevas palabras agregando prefijos y sufijos.) Aunque los idiomas son básicamente relacionadores sociales, su estudio para los más adquisitivos puede ser aislante. Cuando sale de la escuela, según Timothy, pasa hasta 15 horas al día estudiando, aprendiendo los rudimentos de un idioma en dos o tres semanas.
Los hiperpolíglotas han sido objeto de curiosidad al menos desde el siglo XIX, cuando se dice que el cardenal Giuseppe Mezzofanti de Boloña dominó más de 50 idiomas. Desde entonces la gente debate si es una capacidad innata o adquirida.
Los neurólogos ahora están descubriendo que se trata de un poco de ambas cosas, según Loraine Obler, lingüista y profesora de la City University of New York, que ha estudiado los efectos del bilingüismo en el cerebro. "Hay gente cuyos cerebros están preparados para aprender idiomas" dijo. "Del mismo modo que hay alguna gente con más talento para dibujar". Además, agregó, "la capacidad de absorción del cerebro aumenta al aprender más idiomas. Tener un segundo idioma de pequeño ayuda a aprender un tercero, aunque no esté relacionado con los otros dos".
Una teoría es que un aumento de los niveles de testosterona en el útero puede aumentar la asimetría del cerebro, creando una mayor proclividad a ser zurdo, a tener enfermedades auto-inmunes, a problemas de aprendizaje, homosexualidad y talento para la pintura, la música y los idiomas.
"Cuando leí eso pensé que estaba leyendo sobre mí mismo, la torpeza social, el ser zurdo", dijo Peter Brown, de 54 años profesor de español de la Universidad de Texas-Pan American, que se describe como un "acumulador" de idiomas. Al igual que muchos otros políglotas, Brown da una respuesta con distintos niveles, cuando se le pregunta cuantos idiomas conoce. "Hablo bien seis idiomas" incluyendo esperanto, dijo. "Leo sin problemas 12 idiomas. Y puedo leer algo de chino, árabe e indonesio".
Dijo que los videos políglotas de YouTube le resultan más interesantes que la televisión. "Esta gente tiene personalidad", dijo.
Para Timothy, las aventuras lingüísticas fuera de su hogar, en gran parte con taxistas, han sido cosa de suerte. Recientemente tuvo una conversación en hausa, un idioma de África occidental, que lo entusiasmo y sorprendió al chofer. Pero en otra ocasión se dirigió a una persona en árabe, pero descubrió que la persona hablaba bengalí u otro idioma.
En distintas ocasiones le han preguntado si es autista o si se prepara para ser asesino. En YouTube, algunos árabe-parlantes sugirieron que se está preparando para ingresar a la Mossad, la agencia de inteligencia israelí.
Pero ha habido momentos de triunfo: una vez, en un restorán israelí cerca de la Avenida A en el East Village Timothy estaba comiendo con su padre -abogado especializado en el negocio del entretenimiento que, al igual que su madre, no es políglota como su hijo- cuando tres clientes hicieron comentarios sobre ellos en hebreo.
"Se burlaban de estos judíos estadounidenses que comen comida israelí", en el sentido de que Timothy y su padre eran turistas culturales, tratando de absorber su identidad a través de la comida. Los dos siguieron comiendo sin prestar atención a sus vecinos. Finalmente, al final de la comida, Timothy se volvió hacia ellos. "Yo hablo hebreo" dijo. Y se fue con su padre.
Erard, que encuestó a 400 hiperpolíglotas para su libro dijo que muchos informaron de tener experiencias molestas en las que se les pidió que mostraran su dominio de idiomas. Pero también hablaron del lenguaje como una experiencia mística.
Mike Campbell escribió en un correo electrónico desde Taiwán que saber idiomas antiguos lo hace sentir "como que puedo hablar con la tierra".
"Y por cierto, cuando camino por las montañas o junto a las cataratas -agregó- prefiero pensar y hablar en Tao que en cualquier otro idioma". (Tao es un idioma casi desaparecido, que habla un grupo aborigen en Taiwán.)
"Sin duda hay palabra que quieren decir bus o teléfono, pero estas son completamente irrelevantes e inútiles para la relación que tengo con el tao", agregó.
El lunes pasado, durante una semana de exámenes de mitad de semestre en Dalton, Timothy grabó su video en Hindi y lo subió a Internet, pidiendo opiniones sobre su pronunciación. Es su undécimo video.
Su preparación final consistió en mirar teleteatro en hindi, que se ha convertido en un placer, dijo. "Me siento menos culpable por mirar basura en la TV", dijo. "Mirar The Bachelor en inglés es una cosa, pero en hindi está bien".
Un día más tarde apenas 100 personas habían visto el video y solo había unos pocos comentarios. Pero Timothy ya había pasado a otra cosa: turco, alemán. Su objetivo, dijo, no es hablar como nativo, sino aprender lo básico de la mayor cantidad de idiomas posibles mientras su cerebro aún lo pueda absorber.
Mientras tanto, dijo, sus estudios lingüísticos no han interferido con su vida social, aunque sus pares no compartan su intenso interés. Tiene amistades por correo electrónico y Skype con gente de todo el mundo, en una variedad de idiomas.
"No quiero que la gente piense que no soy normal, o que me veo distinto a ella", dijo. "No soy un nerd. No me interesa la matemática. Encontré mi nicho. No soy obsesivo. Es una manera de manejar la tensión".
© NYT Traducción de Gabriel Zadunaisky
lanacion.com
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