domingo, 6 de junio de 2010

Las diez razones por las que será un Mundial distinto

PRETORIA.- Cada Mundial deja su marca. Pero está todo dado para que éste, Sudáfrica 2010, sea definitivamente distinto de todos los anteriores. Y que quede en la historia por esas diferencias. ¿Por qué habría de ser distinto?
1) Por Africa
Será el primer Mundial en continente africano, después de 10 en Europa, 7 en América y uno en Asia. Y aunque Joseph Blatter, presidente de la FIFA, ha declarado que cumple una promesa que se hizo a sí mismo en 1981, cuando ingresó en la organización, y a los africanos, en tiempos más recientes, es más fácil encontrar la clave en su reelección de 1998, cuando con los votos del continente venció al favorito, el europeo Lennart Johansson, por 111 votos a 80. Perdió la oportunidad de devolverles el favor en la elección de la sede para 2006, que ganó Alemania, pero lo logró el 15 de mayo del 2004, cuando él mismo definió: "Estaba muy feliz de no haber tenido que desempatar en un 12-12. Hace poco, Franz Beckenbauer me preguntó cuál habría sido mi voto. Le dije que estaba anotado en un papel y que lo rompí".
2 ) Sudáfrica
El próximo 25 de junio, cuando se estén jugando cuatro partidos en cuatro puntos cardinales de este país -en Pretoria; en Durban; en Bloemfontein; en Nelspruit- se estarán cumpliendo 15 años, nada más, de aquel otro partido "que salvó a una nación": la final del Mundial de rugby que los Springboks le ganaron a los All Blacks y que, por la prédica de Nelson Mandela, fue festejada por todos los sudafricanos, tanto blancos, fanáticos de aquel equipo de camiseta verde, como negros, que hasta ese momento veían en esa misma camiseta el símbolo del aberrante apartheid que habían sufrido.
Quince años no es nada, y por eso la pelota -esta vez, redonda- pica en calles donde todavía la historia, de tan reciente, se palpa y se vive. Cómo se palpan y se viven las sensaciones más contradictorias: la amabilidad, la cordialidad, la alegría y el colorido de la gente en las calles, contrastadas con cifras que asustan, como que el 50% de los habitantes vive en la pobreza, que la expectativa de vida cayó por debajo de los 50 años, o que 1000 personas por día mueren por el sida. Que el Mundial se juegue aquí lo hace, en sí mismo, diferente. Y deja abierta la pregunta: ¿si el de rugby le sirvió para tanto, para cuánto le servirá el de fútbol?
3) La Música
Será un Mundial con música y no precisamente agradable. Pasarán los años, se repetirán los partidos que habrán de jugarse aquí, y no será necesaria ni la imagen ni el relato para darse cuenta de dónde y cuando fue: detrás, estará sonando ese instrumento, una corneta que hace sentir que un enjambre de abejas se le están metiendo a uno en el oído. Ni Shakira ni K´nann: la música del Mundial serán las vuvuzuelas.
4) Maradona
Con Diego Maradona pasa lo mismo que pasaba con Sudáfrica: hace sólo un año, tal vez un poco más, nadie garantizaba que estarían haciendo hoy lo que están haciendo: organizando un Mundial uno, dirigiendo a la selección argentina el otro. De los dos se desconfiaba, pero aquí están. Conociendo a Maradona, una sola cosa puede arriesgarse: no pasará inadvertido.
5 ) Por Messi
Maradona llegó al Mundial de México como candidato a ser el N°1; Lionel Messi llega a Sudáfrica 2010 como el N°1. Es cierto, Diego tenía 25 años, la edad ideal, cuando alcanzó el reinado. Pero a los 23 que cumplirá Leo en plena competencia, el 24 de junio, habrá que agregarle en su favor la extraordinaria cosecha de títulos -y por lo tanto, de experiencia- en los últimos años: 2 Ligas, 1 Champions, 1 Mundial de clubes, 1 Copa del Rey, 1 Supercopa española y 1 Supercopa europea. Desde que se levantó de aquel banco de suplentes en la eliminación de Alemania 2006 -¿el España ´82 de Maradona?- hasta hoy, en Barcelona ha jugado 180 partidos y ha convertido 118 goles.
Ahora tiene la oportunidad de coronarse. En 2006, Fabio Cannavaro fue más que la figura, el representante de la defensa italiana y Zinedine Zidane dejó caer la corona con un cabeza. El trono está vacante. Competirá con Cristiano Ronaldo, con Sabih o con goleadores como Rooney. Pero él llega antes.
6) Los que no están
El síndrome Mundial golpea siempre, pero esta vez ha sido una pandemia. Entre los que no fueron elegidos por sus entrenadores, los que se lesionaron en sus clubes, los que se lesionaron estando ya en la selección, el listado de ausentes o de posibles ausentes es notable: Ballack, Ronaldinho, Beckham, Owen, Ashley Cole, Ferdinand, Cabañas, Essien, Mikel, Ibrahimovic, Robbie Keane, Carew, Berbatov, Cech, Keita, Adebayor y, por qué no, Juan Román Riquelme, entre otros, más las sombras que cayeron sobre Drogba y Robben en las últimas horas.
7) Por el juego
Quizá bajo el influjo de los globales duelos entre Barcelona e Inter, la discusión táctica ha vuelto al fútbol. También las chicanas, cierto, pero esa es otra historia. La verdad es que, en un ambiente en el que "hace 20 años no se cambia nada", según la opinable definición de Carlos Bilardo, y en un contexto como en el de los mundiales, en el que cuesta mucho encontrar buenos partidos, parece todo dado para los duelos de estilo. En todo caso, basta tomar como referencia lo que sucede con dos de los máximos favoritos: esa España cada vez más brasileña y ese Brasil cada vez más europeo.
8) Por las barras
Si bien el "nunca antes se había visto algo igual" ha sido bastardeado, en este caso vale. Nunca se había visto tanta impunidad y nunca se habían visto tantas barras de viaje a un Mundial. Apoyados por unos o por otros, por protagonistas o por funcionarios, aliados o enfrentados, pero todos salpicados. Las Hinchadas Unidas Argentinas y la Banda Oficial de la Selección pasarán, tristemente, a la historia, en un Mundial en el que la seguridad incluye por primera vez a Interpol y a fuerzas extranjeras para controlar tanto el terrorismo internacional como a la inseguridad local.
9) La hiperconexión
Está dicho y escrito mil veces, pero cada Mundial obliga a repetirlo. A renovarlo. Cada cuatro años, este acontecimiento se ofrece como mesa de pruebas para los avances tecnológicos: del télex en México ´86 al fax en Italia ´90; de la computadora en EE.UU. ´94 a las redacciones remotas en Francia ´98; del WI-FI en Japón-Corea 2002 al blog en Alemania 2006. En Sudáfrica 2010 manda la hiperconexión, con Twitter como herramienta más novedosa pero, más que eso, con información al instante, 24 horas por día, todos los días. Será distinto por eso, sí, pero ya vendrá Brasil 2014 con algo nuevo.
10) Por el desempate
Quiso el destino, o vaya a saber qué, que el gran duelo entre América del Sur y Europa se dirima en terreno neutral. Será en Africa donde desempatarán, ya que de los 18 torneos han ganado hasta aquí nueve cada uno. También puede suceder, claro, que el equilibrio no se rompa, pero aparezca un tercero en cuestión: ¿y si un africano gana en tierras africanas? Sería por eso, y más que nunca todavía, un Mundial diferente.

lanacion.com

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