jueves, 3 de junio de 2010

El manuscrito más importante de la biología, en disputa

Nicholas Wade
The New York Times
NUEVA YORK.- El manuscrito más importante de la historia de la biología moderna, que estaba perdido desde hacía mucho tiempo, reapareció en medio de una gran disputa sobre su titularidad. El documento contiene los pasos que siguió Gregor Mendel en sus experimentos con guisantes y de los que dedujo las leyes de la herencia y estableció las bases de la genética moderna.
Mendel leyó el manuscrito en 1865 en dos reuniones de la Sociedad de Historia Natural, de Brünn (hoy, Brno). Era monje agustino, luego abad, de la Abadía de St. Thomas en Brno, República Checa. El documento fue publicado al año siguiente en la revista de la sociedad, pero el trabajo de Mendel pasó inadvertido durante casi toda su vida. Recién 16 años después de su muerte otros científicos redescubrieron las leyes de Mendel.
El manuscrito original, en inglés, llamado Experimentos de h ibridación en plantas, pasó una larga época de oscuridad. "Es el documento científico más relevante del siglo XIX -dijo Robert C. Olby, historiador de ciencias de la Universidad de Pittsburgh-. No existe nada parecido en cuanto al diseño y la interpretación de un experimento. No tiene precio."
Pero la Sociedad de Historia Natural lo descartó en 1911 y, por suerte, lo rescató una maestra de secundaria que lo encontró en un cesto de basura de la biblioteca de la sociedad. Se volvió a incorporar a los archivos de la biblioteca, pero durante la ocupación alemana de Checoslovaquia pasó un tiempo en el maletín de un profesor alemán de botánica a cargo de la sociedad. En 1945, el manuscrito desapareció casi medio siglo.
Los primeros que volvieron a oír sobre el manuscrito fueron descendientes de las dos hermanas de Mendel, Verónica y Theresia. La familia se había mudado a Alemania occidental tras la Segunda Guerra.
Después de 1988, Erich Richter, descendiente de Mendel conocido como padre Clemens, también monje agustino, les dijo a otros familiares que tenía el manuscrito. Se lo había mandado un monje de Praga y quería ponerlo legalmente en posesión de la familia. En 2001, ocho integrantes ya mayores de la familia, incluido Clemens, formaron una empresa para preservar el documento como un tesoro cultural alemán. Colocaron el manuscrito en una caja de seguridad en un banco de Darmstadt, Alemania.
La doctora María Schmidt, una descendiente de Verónica Mendel e integrante de la empresa familiar, dijo que el padre Clemens había cambiado de opinión sobre la titularidad del manuscrito luego de que el padre Dominic de Viena, responsable de los agustinos del sur de Alemania y Austria, exigiera la entrega del documento a la orden religiosa. "Presionaron mucho a Clemens -aseguró Schmidt-. Lo amenazaron con expulsarlo del claustro."
El padre Dominic dijo que Clemens había recibido el manuscrito "para custodiarlo como monje agustino". Aseguró que no había pertenecido a la Sociedad de Historia Natural de Brno, sino que el impresor se lo habría enviado a Mendel con la primera prueba de galera y que, desde entonces, había sido de la orden.
El padre Clemens cambió su historia y empezó a decir que el manuscrito siempre había pertenecido a los agustinos, indicó William Taeusch, esposo de Schmidt. El 9 de mayo pasado, algunos familiares se lo entregaron a Clemens y los agustinos lo depositaron en la firma legal Wahlert, en Stuttgart, donde permanecerá hasta que se resuelva su titularidad.
lanacion.com

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