viernes, 18 de junio de 2010

El 80% de las fumadoras no abandona el tabaco durante el embarazo

LAURA TARDÓN
MADRID.- Cuando confirman su estado de buena esperanza, sólo el 20% de las mujeres deja de fumar y este porcentaje aumenta simplemente en un punto durante los cuatro primeros meses de embarazo. Así lo confirma un estudio español presentado en el Congreso de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SemFYC), que se está celebrando en Valencia.
¿A qué se debe tan bajo porcentaje? Como explica el doctor Plácido Gascó, coordinador del Grupo de Abordaje de Tabaquismo de SemFYC, "a las embarazadas les ocurre lo que al resto de la sociedad. Tienen una baja percepción de los riesgos que el tabaco supone en el feto, a pesar de toda la información que existe al respecto".
Como argumenta el especialista, el consumo de tabaco es el factor de riesgo modificable más importante para la salud del bebé y de la madre. "Aumentan los riesgos de aborto y de que el bebé nazca con bajo peso (las mujeres que fuman entre 10 y 20 cigarrillos diarios tienen bebés con 200-300 gramos menos) y tendrá más posibilidad de sufrir infecciones respiratorias (neumonía) y más problemas de oído (como la otitis)".
Además, "entre el 30% y el 40% de los casos de muerte súbita en los lactantes son atribuibles al tabaco", asegura el doctor Gascó, quien señala que su centro respiratorio está madurando y es más sensible al humo.
Este especialista cree que los profesionales vinculados a la salud de la mujer deberían hacer más hincapié en este asunto. "Está claro que no hemos influido de forma muy clara". De hecho, hay un mensaje muy extendido entre las mujeres que sería recomendable "tirar por tierra" cuanto antes. "No es cierto que sea preferible fumar algún cigarrillo antes que someterse al estrés de la abstinencia. Esto no tiene ningún fundamento científico". Y así lo argumenta: "No hay ningún cigarrillo seguro y desde el primero, los componentes tóxicos pasan al feto".
Según los expertos, el estrés por la abstinencia de la madre puede desencadenar taquicardias en el pequeño y un aumento del nivel de la adrenalina, pero esto "también lo provoca la nicotina", apostilla el experto.
Otro de los mensajes erróneos que muchas mujeres tienen interiorizados es que hay que 'dejar de fumar durante el embarazo por tu hijo'. "Esta idea es la que origina que después del nacimiento del bebé, muchas retomen el hábito".
Consecuencias del tabaquismo pasivo
Un segundo estudio observacional, realizado a 1.068 niños de cinco escuelas de primaria en Barcelona, arroja datos alarmantes sobre el consumo de tabaco entre los padres. En el 40% de los niños estudiados, bien el padre o la madre, son fumadores; en un 18% de los casos, ambos fuman. En opinión del doctor Gascó, "estas cifras indican que algo estamos haciendo mal y que el mensaje de que el tabaco puede ser un problema serio de salud para nuestros pequeños no está calando como debería". Y añade: "Está demostrado que los adolescentes también se inician al hábito por imitación de los adultos".
Además, tal y como indica el especialista, entre las patologías más frecuentes de los niños expuestos al humo, destacan "los problemas digestivos, nutricionales, de las vías respiratorias, de oído, alteraciones inmunitarias, vasculares, tumores, alteraciones neurológicas y psicológicas...".
El tabaquismo activo y el pasivo son, respectivamente, la primera y la tercera causa de mortalidad evitable en los países desarrollados y se estima que en España mueren al año, por tabaquismo activo, más de 54.000 personas y por el pasivo, más de 6.300.

elmundo.es

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