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ROMA.- Recomendaciones sobre el trato con políticos,
opiniones acerca de los escándalos sexuales dentro de la Iglesia y
referencias a cuestiones candentes que golpearon la reputación de la
Curia romana en el último tiempo. El papa Benedicto XVI intercambió
cartas referidas a estos temas con personalidades del Vaticano en
rigurosa confidencialidad. Sin embargo, ese hermetismo se vio alterado
por un periodista que consiguió esos documentos y los recopiló en un
libro que hoy comienza a venderse en Italia y que ya despertó una fuerte
polémica.
En un año difícil para la Santa Sede, golpeada por el
escándalo "VatiLeaks", ayer se hizo pública la mayor filtración en la
historia de la Iglesia, como ya aventuran algunos especialistas en temas
eclesiásticos. Incluye principalmente cartas confidenciales a Benedicto
XVI y a su secretario personal, Georg Gaenswein. Todas ellas se reúnen
en el libro Su Santidad. Las cartas secretas de Benedicto XVI, del periodista Gianluigi Nuzzi, que ya provocó malestar en la Iglesia cuando publicó Vaticano SA, sobre las finanzas de la Santa Sede.
Si bien algunas de las cartas llegaban directamente al
fax del secretario del Papa, posteriormente pasaban a la Secretaría de
Estado. Allí es donde fuentes calificadas filtraron cerca de un
centenar de documentos hacia Nuzzi. El Vaticano todavía no se pronunció
sobre el tema.
En un adelanto del libro que saldrá a la venta hoy en
Italia, el diario Corriere della Sera reveló ayer detalles de misivas y
documentos reservados que tratan temas diversos, como los cruces con la
canciller alemana, Angela Merkel, respecto del Holocausto, o el alto el
fuego de ETA.
Entre las misivas también están las confesiones del
secretario histórico del fundador de la Congregación Mexicana
Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, castigado por Benedicto XVI por
abusar sexualmente de seminaristas, por sus "gravísimos e inmorales"
comportamientos y por la vida que llevó "sin escrúpulos y sin verdadero
sentimiento religioso".
La mayoría de los documentos filtrados, no obstante, ponen el foco en cuestiones internas de Italia.
El encuentro del Papa con el presidente italiano,
Giorgio Napolitano, inspiró cartas con recomendaciones sobre los temas a
tratar. Silvio Berlusconi también fue protagonista de informes
confidenciales. Pero, en este caso, sobre su presunto vínculo con la
prostitución de menores, en el conocido "caso Ruby".
Las filtraciones que despertaron más comentarios dentro
de Italia se relacionan con el mediático "escándalo Boffo". Hace dos
años, medios locales acusaron a Dino Boffo, director del diario de los
obispos italianos, Avvenire, de acosos homosexuales. Como consecuencia,
debió dejar su lugar en el periódico hasta que se confirmó que las
denuncias eran falsas.
El libro publica cartas enviadas por Boffo a Gaenswein,
en las que afirma que se trató de una conspiración contra él. En ese
sentido, afirma que quien filtró a la prensa los falsos documentos fue
el director del diario vaticano L'Osservatore Romano, Gianmaría Vian, y
apunta al secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, como
mentor.
Contra Bertone
El cardenal Bertone, "número dos" del Vaticano, parece
ser el principal blanco de las filtraciones que comenzaron en enero
pasado. Entre sus principales detractores se encuentra la vieja guardia
de la Curia romana, que responde a su antecesor, Angelo Sodano.
Bertone fue protagonista de un fuerte escándalo cuando
se dieron a conocer dos cartas confidenciales al Papa del actual nuncio
en Estados Unidos y ex secretario de la Gobernación del Estado Vaticano,
Carlo María Viganó, sobre casos de amiguismo y corrupción. Nuzzi
también participó de esta difusión.
En otras misivas, además, se develó un clima de guerra
oculta por el poder dentro del gobierno central del Vaticano, a través
de cartas que incluían a Bertone. Dado que el segundo del Papa figura en
buena parte de los documentos publicados en el nuevo libro de Nuzzi,
algunos medios apuntaron que se trata de una operación mediática para
atacarlo.
En marzo pasado, como consecuencia del llamado
"VatiLeaks", que según la Santa Sede buscaba desacreditar a la Iglesia,
Benedicto XVI designó una comisión para conocer el origen de la inédita
fuga de información.
Agencias AFP y EFE
Otras filtraciones
- Corrupción. A fines de enero pasado, se divulgaron cartas del actual nuncio en Estados Unidos y ex número dos del Governatorato, Carlo Maria Viganó, enviadas al Papa y su segundo, Tarcisio Bertone. Viganó -quien, en su paso por el Vaticano, intentó sanear el sistema de licitaciones- denunciaba "situaciones de corrupción y mala gestión".
- Lavado de dinero. Se difundió un memo anónimo que sugería que una nueva ley del Vaticano contra el lavado de dinero no sería retroactiva.
- Evasión. Se conocieron documentos que denunciaban que el IOR, el banco del Vaticano, transfirió millones de euros a bancos extranjeros para evitar controles de las autoridades italianas.
- Complot. En febrero, sorprendió la difusión de una carta anónima "estrictamente confidencial" enviada al Papa que hablaba de un supuesto complot en su contra. La misiva daba cuenta de que el cardenal italiano Paolo Romeo, arzobispo de Palermo, habría dicho que "el Papa morirá en 12 meses" y que estaría trabajando para su sucesión.
- Disputas. En marzo, el diario de izquierda Il Fatto Quotidiano publicó otras dos cartas reservadas que revelaban una lucha de poder dentro del Vaticano.
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