Para cortar con los kilos de más, con el aburrimiento, con la rutina, con las contracturas, e incluso con el mal humor, el Ministerio de Salud ahora aconseja las pausas activas en los lugares de trabajo . Pueden durar entre 10 y 15 minutos y practicarse individual o grupalmente. Y son herramientas efectivas en la lucha contra la epidemia de la inactividad física.
Las pausas activas, con ejercicios de estiramiento, respiración, fortalecimiento y postura , forman parte de un cambio integral que se intenta alcanzar en los lugares de trabajo. “Si mucha gente pasa gran parte del día en su trabajo, lo ideal es que sea un espacio saludable : con actividad física, alimentación saludable y sin tabaco”, dijo a Clarín Oscar Incarbone, coordinador del programa de actividad física del Plan Argentina Saludable de la cartera sanitaria.
La estrategia de las pausas activas forma parte de la lucha contra el sedentarismo creciente . Como informó Clarín el 10 de abril, hace siete años el 45% de los adultos en la Argentina eran inactivos. Pero la tendencia es hacia el aumento: en 2009 pasó al 55%. Y si tantos siguen sin moverse, los sedentarios ya serán el 65% de la población en el año 2016 , según la proyección de Salud. Al moverse poco, la gente corre mayor riesgo de sufrir enfermedades y acortar los años de vida . Lo mínimo es realizar 30 minutos de actividad aeróbica al menos 5 días por semana.
No es fácil ponerse en movimiento. “En las empresas privadas, se vienen generando diferentes estrategias para alentar la actividad física de los empleados . Algunos subsidian el gimnasio. Otros organizan carreras de calle, salidas de fin de semana y campeonatos de fútbol. Pero a esas opciones no adhieren muchos empleados. Por eso, ahora se busca incentivar a través de las pausas activas en el trabajo: aunque sean poco tiempo, tienen su impacto en la salud ”, afirmó Jorge Navarro, presidente de la Sociedad Argentina de Lucha contra el Sedentarismo, que impulsa un programa para empresas y municipios. Algunas empresas también le suman la práctica de yoga y los masajes.
Para los empleados, la actividad física tiene muchos beneficios : previene la osteoporosis, mejora el control del peso, y reduce el estrés, la ansiedad y los sentimientos de depresión y soledad. Para las instituciones que habilitan el tiempo y el espacio para hacer actividad física dentro de la jornada laboral, también aporta ventajas: aumenta la productividad, disminuye las ausencias , baja la rotación de personal y los costos médicos, y mejora el clima laboral .
Aunque los expertos consideran que no resulta sencillo convencer a los directivos de las empresas. Algunos temen que hacer actividad física habilite la “vagancia” de los empleados. O también piensan que se necesita una gran infraestructura para que la gente se mueva. “Cuando les mostramos a los directivos el impacto sobre la salud de los empleados se dan cuenta del valor que tiene la actividad física en el trabajo. Porque hace que los empleados tengan un espíritu más proactivo , faltan menos, y sean más rápidos para resolver problemas”, acotó Navarro.
El Ministerio de Salud ofrece a las empresas un DVD gratuito (se pide por correo electrónico a afmsal@gmail.com ), que viene con un programa especial para hacer las pausas activas en el trabajo. Cuando se lo instala en la computadora, el programa presenta una encuesta para evaluar el nivel de actividad física que practica cada empleado . De acuerdo al resultado de la encuesta, el mismo programa le planifica al empleado ejercicios de respiración, postura y estiramiento que varían todos los días. A las pausas activas, se le puede agregar el uso frecuente de las escaleras, la instalación de espacios para guardar bicicletas y el servicio de consejería en actividad física para los empleados.
Claves para hacer los cortes
Apoyo de las autoridades. Que el director o el gerente de la institución esté motivado y comprometido es el primer paso para implementar un espacio de trabajo saludable. Si se difunde un documento formal, mejor.
Formar un comité. Se aconseja que representantes de diversos sectores se agrupen para hacer un análisis de la situación: se puede hacer una encuesta sobre alimentación, tabaco y actividad física.
Armar un proyecto. Se pueden fijar objetivos como mejorar las posturas en el trabajo y aumentar el nivel de actividad física. Las pausas activas se pueden implementar con un profesor de educación física. También se pueden poner calcomanías para alentar uso de escaleras en lugar del ascensor.
“Un clima más amigable”
Contar con una hora de actividad física era una misión imposible en la agenda de Verónica Jorba (42). Repartía su tiempo entre su trabajo como secretaria y su rol de madre de 3 hijos. Pero el año pasado su meta se hizo realidad. La empresa en la que trabaja, Level 3 –dedicada a las telecomunicaciones y a la tecnología de información–, creó un programa para el bienestar de sus empleados que incluye clases de yoga, masajes por 15 minutos, y pausas de 10 minutos con ejercicios de estiramiento, coordinados por un profesor. “Primero hicimos un testeo para saber si la gente se iba a animar. Este año lo largamos con todo. Las pausas activas hacen que el clima de trabajo sea más amigable”, cuenta Soledad Villarruel, directora de Recursos Humanos de la firma.
clarin.com
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