Todos escuchamos hablar alguna vez del tantra, ya sea dentro o fuera de la cama. Oímos las supuestas “ocho horas” de Sting
y las ideas sobre los extensos preparativos, por lo que podemos
imaginar que estas técnicas resultan impracticables en nuestra vida
actual. Pero, ¿de qué se trata realmente todo esto? Maximiliano García,
responsable del Taller de Tantra Kriya Yoga en el espacio Masajes para
el Alma, responde todas nuestras preguntas.
La palabra “tantra”
viene de dos términos sánscritos: “tanoti”, que significa expandir, y
“trayati”, liberar; es decir, expandir la conciencia y liberarse del
nivel físico del ser. El Tantra Kriya Yoga, por su parte, se centra en
la reactivación de la energía sexual, basado en la afirmación de que la
energía de las hormonas de las glándulas sexuales son las que ponen en
funcionamiento el resto del sistema corporal. Entonces, “apunta a
retener y generar energía no sólo para los momentos eróticos de la
persona, sino para ser transmutada y utilizada en su costado creativo y
actividades diarias”, explica Maximiliano, director de teatro,
instructor de yoga, masajista especializado en técnica californiana y,
desde hace 10 años, investiga las raíces de la filosofía tántrica para
adaptarla al mundo actual. Así, insiste que no se debe confundir la
energía sexual con sexo.
El Tantra Yoga es la unión de los
principios masculinos y femeninos del universo, una ciencia del cosmos.
¿Cuál es la importancia de la esencia de lo femenino?
En
el tantra la esencia de lo femenino es fundamental, ya que es una
filosofía matriarcal, donde la figura femenina es venerada, respetada y
cuidada como símbolo de creación del origen de la vida. La mujer logra
polarizar, imantar la energía masculina y, así, crear la unidad
necesaria para completar el universo cósmico.
Existe cierto prejuicio acerca del tantra que supone que se requiere de mucho tiempo para practicarlo. ¿Esto es así?
Yo
creo que se requiere más atención que tiempo. Perdemos excesiva
cantidad de tiempo pensado en el pasado y en el futuro. Si logramos
estar más en el “aquí y ahora”, si estamos presentes -esencia del
concepto tántrico de placer-, podremos incorporar de a poco el tantra a
nuestras vidas. No quiero decir que sea un camino sencillo, sólo que
quienes logran sentirse seducidos por él y se dejan llevar podrán ver
los beneficios.
¿Cómo sumarlo a la rutina de las parejas?
Lo
primero que debe hacer una pareja para incorporar algunas de sus
premisas a su rutina es, justamente, salirse de ella. Ambientar un
espacio (su cuarto) con elementos que lo tornen más místico, privado y
exótico. Poner telas, sabanas suaves de seda, muchas fragancias
(hornillos, vaporizadores), luces tenues, pequeñas figuras o cuadros con
sutiles toques de erotismo. Respecto del trabajo corporal, con lo
primero que pueden comenzar es con los masajes: recorrer todo el cuerpo
de la pareja y, aunque se reduzca la cantidad de encuentros sexuales,
tener un espacio de tres horas disponibles para entregarse a sus
caricias.
En la pareja, ¿quiénes suelen ser los que proponen practicar el tantra?
Mi
experiencia en los talleres indica que son las mujeres: ellas son las
que llaman y me dicen “intentaré convencerlo a mi marido. Si no, lo haré
sola”. Buscan caminos para volver a encontrar su esencia femenina,
vedada o restringida por la sociedad patriarcal en la que se
desarrollan. Quieren recuperar el infinito placer del cual podrían gozar
pero no logran explorar junto a sus parejas.
¿Cuál es la reacción de los hombres?
La
reacción de los hombres -por suerte- es justamente esa: reaccionan,
sienten que hay algo que evidentemente está fallando o faltando. Se
asustan un poco pero, en general, terminan acompañándolas. De hecho, hay
mujeres que han empezado solas porque la pareja no las acompañaba, y a
las dos semanas aparecía su partener.
¿Es una buena opción para condimentar una pareja rutinaria?
Sí,
porque se realizan sutiles trabajos en pareja que amplían la
sensibilidad y la sensitividad, lo que darán vía de escape a los
encuentros habituales que puedan tener cotidianamente. El hecho de
compartir esas experiencias con otro grupo de gente que está en su misma
situación potenciará la libido para llevarlos a investigar un poco más
sobre su sexualidad.
Algunas personas sufren la falta o disminución del deseo erótico. ¿A través del tantra es posible modificar esta situación?
Es
sumamente posible, aunque tampoco es mágico. Es un proceso psicofísico,
donde el facilitador debe conocer parte de la historia de la persona
para aplicar las técnicas más efectivas. Con una secuencia de ejercicios
y constancia es posible reactivar el deseo, también es fundamental la
situación sentimental o la apertura de esta persona a la posibilidad de
habilitar el encuentro con otros.
Al taller pueden ir
parejas, pero también personas solas. ¿Es más fácil practicar el tantra
cuando los vínculos están afianzados (es decir, no en situaciones de
sexo casual)?
Sí, es mucho más fácil. Diría que es casi
la única forma. Es casi imposible poder practicar el tantra en
situaciones de sexo casual, ya que solo podría darse en el caso que
ambos integrantes conocieran muy bien la filosofía tántrica. De hecho,
el tantra requiere una preparación previa que difícilmente se de en los
encuentros esporádicos.
¿Podrías recomendar algunas técnicas simples para practicar en casa?
Hay
muchas técnicas y se ejecutan en combinación con otras. Pero puedo
comentar una básica para movilizar un poquito la energía: el Aswini
Mudra. Es la contracción del esfínter anal y puede ser realizado tanto
por hombres como por mujeres. La idea es sentarse en una posición cómoda
(preferentemente, con las piernas cruzadas en posición de loto o medio
loto), respirar bien profundo manteniendo el aire en los pulmones,
realizar 30 contracciones y luego exhalar por la nariz hasta vaciar bien
los pulmones de aire. Descansar dos o tres respiraciones y volver a
comenzar. En una primera instancia, sería ideal realizar esta secuencia
diez veces. Esto genera que la energía acumulada circule y suba por el
cuerpo, vitalizándolo, y fortalece los músculos pubocoxígeos, que son
los que permitirán luego avanzar en la extensión de las sensaciones de
placer.
El próximo Taller de Tantra Kriya Yoga (práctico-vivencial)
comienza el jueves 17 de mayo a las 19 horas y tiene una duración de
tres meses. Se realiza en Espacio Loft, Arias 2764, Belgrano. Por
consultas, podés comunicarte con Maximiliano por mail (maximiliano@masajesparaelalma.com.ar) o por teléfono: (011) 15-4409-4238 ó (011) 15-5979-4836.
entremujeres.com
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