¿Quién no se enamora después de tener buen sexo? Esta consideración
no implica género: tanto mujeres como hombres se enamoran cuando han
tenido un sexo espectacular y han conseguido un placer intenso en la
intimidad.
Desde todos los tiempos, una buena cama nos hace sentir
jóvenes, deseados y con autoestima. Esto no diferencia entre sexos, es
absolutamente equitativo.
Las mujeres esperan, entre otras cosas,
encontrar un buen amante y conseguir en el terreno sexual el añorado
orgasmo. Si este llega de la mano de un artesano, tendrá el amor eterno.
En
el terreno sexual se juegan tantos aditivos que cuando llega el momento
la mayoría de los seres humanos suelen sentirse frustrados. Aún cuando
todo hasta el momento ha sido perfecto, una cama que no gusta puede
llegar a tirar abajo todos los sueños y fantasías futuras.
"Es
perfecto en todos los ámbitos, pero no me llevo bien en la cama", dicen y
llega el peor de todos los males posibles: empezar a pensar cómo será
el futuro con alguien con quien no existe compatibilidad ni entiende
cuáles son esos requerimientos mínimos para el goce de la pareja.
Más
allá del Viagra y de las emociones, existe un factor de común
denominador y es la apatía que se siente cuando el sexo no es lo que
pensábamos que sería, ni da resultado.
Los hombres suelen tener el
mismo deseo. Una buena amante los enamora, los intensifica, y pueden
llegar a hacer lo que jamás hubieran pensado hacer, dejar esposas de
años, poner fecha de casamiento, convivir, viajar, y un gran etcétera,
solo por unas cuantas noches de placer intenso.
Es que a pesar de
la creencia popular, de que la cama solo dura unos minutos, es uno de
los elementos principales para crear una historia de amor y fanatismo.
Por lo general, las mujeres que suelen ser fantaseosas, que incentivan
la líbido masculina, que pueden evitar la rutina sexual, son las que
vencen a la hora de tener un proyecto.
Y es que la cama en la
actualidad no es un terreno fácil. Los condicionantes son muchos para
pocos resultados. Por lo tanto, poner énfasis en este aspecto de las
relaciones de pareja es llegar a resultados óptimos. Frente a la
decisión a futuro de una elección de pareja siempre vence la mejor cama,
tener piel o química.
Los hombres quieren variedad, quieren
pasión, quieren seducción. Y esa tarea femenina debe ser tomada en
cuenta para clavar la flecha de cupido. Cambiaron las épocas donde la
mujer más modocita, más ignorante en el terreno sexual, pasiva o
inocente triunfaba frente a la elección de matrimonio. Hoy en día la
seducción está primera en la lista, los hombres quieren movimiento, y
buscan de por sí una mujer que los estimule para sentirse viriles y
expertos en este terreno.
Es una cuestión de ego. Así que debemos
aprovechar la revolución del sexo para cumplir con los objetivos
principales, animarnos a la evolución y crecer en todos los aspectos
para alcanzar el amor sin límites.
Por Sandra Lustgarten, psicóloga, sexóloga
entremujeres.com
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