WASHINGTON (AFP).- Con la irrupción de las redes
sociales en Internet, las personas viven un fenómeno distinto que hoy es
analizado desde diversos ángulos por científicos. Escribir de uno mismo
en Facebook, Twitter u otra red social y publicar puntos de vista sobre
distintos temas en las logra gratificar al cerebro de la misma manera
que la comida y el sexo, según concluyó un estudio publicado en Estados
Unidos.
El estudio publicado por la Academia Nacional de
Ciencia de Estados Unidos (PNAS, por sus siglas en inglés) reveló que
hablar de uno mismo genera una secreción de dopamina, un químico
vinculado a los sentimientos de placer o la anticipación de una
recompensa.
Los investigadores afirman que la mayoría de la gente
dedica de 30% a 40% de su discurso a "informar a otros de sus propias
experiencias subjetivas, pero en los medios sociales este porcentaje
llega al 80%".
"La gente hace confidencias tan voluntariamente porque
hablar de uno mismo es en sí mismo un acto con un determinado valor,
como lo son las actividades que generan una recompensa inmediata, como
comer o hacer el amor", explicaron los investigadores.
El estudio, que no citó específicamente a Facebook, se
centró en la respuesta del cerebro de las personas a "la oportunidad de
comunicar sus pensamientos y sentimientos a los demás."
"En la medida en que los seres humanos están motivados
para revelar lo que piensan, la oportunidad de dar a conocer lo que se
piensa se vive como una potente forma de recompensa subjetiva",
escribieron Diana Tamir y Jason Mitchell, del laboratorio de
neurociencia de la Universidad de Harvard, Massachusetts.
Respuesta cerebral
Según los investigadores, la conclusión sustenta la
idea de que los seres humanos, al igual que algunos otros primates,
dejarán de lado algunas recompensas por obtener una fuerte respuesta
cerebral.
El estudio dio a los participantes una recompensa en
efectivo por responder algunas cuestiones factuales sobre cosas que
observaban, y una recompensa menor por ofrecer sus propios puntos de
vista sobre un tema.
En muchos casos, los participantes eligieron una recompensa menor con tal de poder hablar de sí mismos.
"Así como los monos están dispuestos a renunciar a
recompensas para ver a sus compañeros de grupo dominantes y los
estudiantes universitarios están dispuestos a pagar para ver a miembros
atractivos del sexo opuesto, los participantes en el estudio estaban
dispuestos a renunciar al dinero para hablar de sí mismos", señalaron
los científicos.
lanacion.com
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