martes, 15 de noviembre de 2011

Teletrabajo: guía de consejos para organizar la oficina en casa

TRANSICION DIFICIL. LA DEL TRABAJO “FORMAL” AL TRABAJO A “DISTANCIA”, POR CUESTIONES DE ORGANIZACION.
Estaba haciendo una entrevista desde mi oficina, que también uso como casa, y me sentía frustrada porque el ruido que hacía afuera el jardinero ahogaba mis palabras. Empecé a caminar de un cuarto a otro tratando de encontrar un poco de calma y tropecé con el canasto de la ropa para lavar. Todo el tiempo quería sonar profesional. Casualmente, estaba haciendo una entrevista sobre los inconvenientes y los placeres de trabajar en la casa. El concepto no es nuevo, pero trabajar desde la casa se volvió cada vez más fácil y más necesario. Más fácil, con las computadoras y los teléfonos inteligentes, más necesario para los que quieren o deben crear sus propias empresas.
La transición de una oficina normal a la casa puede resultar difícil. El peligro más común es perder horas sin ningún resultado concreto. ¿Vamos a quedarnos todo el tiempo en Facebook o mirando TV? La verdad es que las personas encuentran en su mayoría una manera de estructurar su jornada de trabajo para que sea tan productiva –o más– como si estuvieran en una oficina tradicional. Pero no existe una solución para todos.
“Todos somos diferentes, y la forma en que trabajamos es diferente”, dice el consultor Peter Bregman. Y sugiere que nos concentremos en lo que nos permite hacer las cosas que necesitamos hacer. Descubra qué funciona y qué no funciona para usted, propone. Por ejemplo, ¿se distrae con los constantes e-mails? Reserve sólo algunos momentos del día para chequear los mensajes o apague su Wi-Fi si no tiene disciplina.
Otra cuestión clásica del trabajo en casa: pijama versus ropa de trabajo. Mi amiga Lois, que hace poco dejó de trabajar en una oficina, me dijo: “Yo creí que seguiría arreglándome, pero al poco tiempo pensé, ‘¿para qué?’ Así que ahora estoy experimentando con ropa que cómoda, pero que mejore mi regla número uno: ni jogging ni la vieja remera de mi marido”.
Además de lucir profesional, existe el problema de sonar profesional, cosa que puede resultar difícil cuando los ruidos que asociamos con la casa, como perros que ladran, cortadoras de césped y el berrinche de un chico saltan durante una llamada importante. Una buena manera de silenciar el ruido externo es instalar un aire acondicionado, que también puede servir como ruido de fondo.
Y, por supuesto, están los hijos. Pese a que trato de hacer todo el trabajo cuando no están en casa, no siempre es posible. Roz Chast, una caricaturista, encontró una forma ingeniosa de engañar a su hijo pequeño: se despedía y salía por la puerta, y el marido llevaba al hijo hasta la parte posterior del departamento. Entonces ella volvía a entrar y se escabullía escaleras arriba. Bregman halló dos soluciones. Una fue la regla de que sus hijos debían golpear a su puerta si estaba cerrada y esperar a que les dijera que entraran. Y la segunda, un cerrojo en su puerta. “Hay que establecer reglas, y esas reglas no se pueden violar”, propone.
Otro tema es lidiar con la suposición de los otros de que el teletrabajo no es en realidad trabajo. “Es mejor decir ‘trabajar a distancia’ o ‘afuera’ que ‘trabajar en casa’ –sugiere Lois–. Mi marido ahora dice ‘¿Podrías ir a buscar mis camisas a la tintorería y fijarte en lo de las vacaciones?’. Cuando yo trabajaba en la oficina, no me pedía eso”.
Por supuesto, una de las ventajas de trabajar a distancia es la posibilidad de hacer actividades personales durante la jornada laboral. Pero también hay que aclararle a la familia, amigos y vecinos, que estamos trabajando con la misma seriedad que cuando íbamos todos los días a la oficina, explica Lisa Kanarek, consultora en materia de oficinas caseras.
El problema opuesto es la soledad. Los lugares de trabajo ofrecen una camaradería que cuesta abandonar: charlar sobre deportes, quejarse de cónyuges y jefes, festejar cumpleaños. Si sus amigos están cerca, pueden encontrarse para desayunar o almorzar. Si no es posible, recurra a Skype y engánchese en seminarios en la Web para estar con gente. Bregman sugiere organizar el almuerzo a la misma hora que la pareja y hablar por teléfono 30 minutos. “Es una forma increíble de tener un romance con el propio cónyuge”, afirma.

CLAVES

La transición de una oficina normal a la casa puede resultar difícil. Busque la manera que mejor se ajuste para estructurar su jornada de trabajo para que sea productiva.

Si se distrae con los e-mails, reserve sólo algunos momentos del día para chequearlos.

Establezca reglas claras con la pareja, los hijos y los otros miembros de la familia, que todos deban cumplir. El trabajo “en casa” también es trabajo.

Haga inversiones básicas: una silla cómoda, un buen par de auriculares, un teléfono con función de silencio y una computadora que se utilice sólo para el trabajo para evitar los virus.

Si utiliza el teléfono para conversaciones laborales, trate de reducir el “ruido ambiente”. Una forma es instalar un aire acondicionado.

Para combatir la soledad, organice encuentros para almorzar con sus amigos que están cerca. Utilice Skype y engánchese en seminarios en la Web.

Si necesita mantener una reunión empresarial y un bar le resulta demasiado informal, puede recurrir al alquiler de una oficina o a los espacios de co-working.
Traduccion: Cristina Sardoy
clarin.com

1 comentario:

beauty dijo...

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