jueves, 10 de junio de 2010

Los riesgos de usar el móvil al volante

CRISTINA G. LUCIO
MADRID.- Hablar por teléfono mientras se conduce es peligroso. No sólo lo advierte la Dirección General de Tráfico, sino que lo constata esta semana un artículo publicado en la revista médica 'New England Journal of Medicine'.
"Un 28% de los accidentes de tráfico que se producen en Estados Unidos se debe a llamadas telefónicas o envío de mensajes de texto", asegura el artículo, que cita cifras realmente alarmantes.
Según sus datos -basados en investigaciones previas- esta práctica aumenta hasta cuatro veces las posibilidades de accidente y sus riesgos pueden compararse a los de conducir bajo los efectos del alcohol.
"Las consecuencias [de conducir y hablar por teléfono al mismo tiempo] han alcanzado proporciones epidémicas", subraya Amy N. Ship, la autora de este artículo en el que anima a sus colegas médicos a advertir a sus pacientes sobre las consecuencias de usar al móvil al volante.
"De forma rutinaria se pregunta sobre hábitos de riesgo, como el uso de condones, cinturones de seguridad o consumo de tabaco alcohol y drogas. […] Es el momento de actualizar nuestro modelo de medicina preventiva y preguntar sobre las distracciones mientras se conduce" apunta esta especialista de la Universidad de Harvard y el Centro Médico Beth Israel Deaconess de Boston (EEUU).
Advertencias
"Sabemos que aconsejar a los pacientes sobre comportamientos de riesgo puede dar magníficos resultados", remarca Ship, quien afirma que mucha gente sigue sin conocer la verdadera dimensión del problema.
Por ejemplo, asegura, muchos creen que el uso de dispositivos de manos libres evita la distracción. "Y, en realidad, no hacen que la conducción sea más segura", indica. "Cuando mis pacientes no están convencidos de esto les pregunto cómo se sentirían si en su propia operación de apendicitis el cirujano estuviera toda la intervención hablando por el móvil, aunque fuera con manos libres". Plantear esta hipótesis, asegura, deja clara la esencia del problema: la dificultad de concentración que se produce mientras se usa un teléfono.
Según esta especialista, otra de las dudas más comunes es conocer por qué hablar por teléfono es más peligroso que hacerlo con otro ocupante del vehículo. "Hay varias razones. En primer lugar, obviamente por el riesgo asociado a las maniobras que hay que realizar para usar estos dispositivos", aclara. "Pero también porque, tal y como han demostrado varios estudios cognitivos, nuestras neuronas funcionan de forma diferente en función de si hablamos con alguien en persona o a través de algún medio", añade.
Ship asegura que no tiene ninguna cruzada contra la tecnología móvil. "Cualquier actividad que distraiga al conductor de forma visual o cognitiva incrementa el riesgo de accidente. Pero el caso es que el uso de los móviles en el coche está mucho más extendido que otras tareas [como la consulta de mapas]". En definitiva, concluye, es fundamental preguntar sobre las distracciones al volante en la consulta médica. "No hacerlo –y no educar a los pacientes para que reduzcan sus posibilidades de accidente- es poner en el camino del riesgo a aquellos que esperamos sanar", concluye.


Hablar por el móvil conduciendo equivale a ir borracho
ELI ZUBIRIA (elmundo.es)
MADRID.- Un estudio de la Universidad de Utah afirma que el riesgo de hablar por el teléfono móvil en el coche, aun con el manos libres, puede tener las mismas consecuencias que hacerlo ebrio.
Los atascos se han convertido en malos compañeros de viaje. En una sociedad en la que el tiempo es oro suponen una perdida de tiempo. De ahí que se intenten aprovechar para realizar las gestiones laborales a través del móvil. Se impone el 'manos libres'. Pero la obsesión por la optimización del tiempo puede traer consecuencias irreversibles al volante.
"Comprobamos que los que conducían con el teléfono móvil suponían el mismo peligro que los que superaban el máximo de alcohol permitido", afirma Frank Drews, coautor del estudio, en el informe publicado en 'The Journal of the Human Factors and Ergonomics Society'.
La investigación se realizó entre 40 personas, 25 hombres y 15 mujeres, con una media de edad de 25 años. Todos tenían carné de conducir y en torno a ocho años de experiencia al volante. Además, la mayoría utilizaba el móvil con frecuencia.
Las pruebas se realizaron en un simulador. La primera se llevó a cabo simplemente conduciendo, la segunda hablando por el móvil y la última después de beber vodka con naranja hasta alcanzar el máximo de alcohol permitido. Tanto en España como en EEUU el máximo de alcohol con el que se puede conducir es de 0,5 gramos por litro de sangre.
Después de cotejar los datos, se concluyó que el riesgo de accidente era igual después de haber bebido que mientras se hablaba por teléfono. Pese a ello la forma en la que el riesgo se manifestaba era distinta.
"Por eso es importante empezar a cuestionarse los riesgos que conlleva hablar por el teléfono móvil mientras se trabaja", expone Fran Drews.
Mientras se hablaba por el móvil la respuesta a las incidencias de la carretera era más lenta, el alcohol, por su parte, provocaba un modo de conducir más agresivo y el conductor frenaba con mayor brusquedad para no chocar con el coche de delante.
"Además, otros estudios señalan que a partir de los 90 segundos de conversación se empieza a perder la atención porque te abstraes con la conversación", explica Antonio Lucas, coordinador de seguridad vial del Real Automóvil Club de España (RACE).
Otros estudios
Este estudio es el tercero presentado por el equipo de psicólogos de la Universidad de Utah integrado por David Strayer, Frank Drews y Dennis Crouch. Todos ellos tienen relación con los teléfonos móviles. El primero concluía que el grado de distracción por llamar por teléfono con el 'manos libres' era igual que hacerlo sin él. Y el segundo, publicado en 2003 probaba que aunque los conductores miraran a la carretera en realidad no la veían porque estaban distraídos por la conversación telefónica.
David Strayer, principal autor de la investigación, añade que "al igual que se pone en riesgo la vida de los demás cuando se conduce ebrio también se hace cuando se habla por el móvil".
Según una encuesta realizada en diciembre de 2005 por la DGT, el 85,1% de los españoles afirma que nunca habla por el móvil cuando conduce. El 14,4%, por su parte, lo hace en alguna ocasión y el 2% reconoce hablar frecuentemente por el móvil al volante, especialmente los hombres, jóvenes, los grupos de estatus alto y quienes trabajan por cuenta propia.
"Lo más seguro en carretera es no usar los telefonos móviles", es la conclusión más contundente que se extrae del estudio publicado por el equipo de David Strayer. "Desde el RACE se recomienda utilizar el móvil sólo en los casos de necesidad y se aboga por un uso razonable", añade Antonio Lucas.
En España, hablar por el móvil mientras se conduce está considerado como falta grave y supone una multa que puede oscilar entre 91 y 300 euros. Además, con la entrada en vigor del carné por puntos está sancionado con la pérdida de tres puntos.
Sin embargo, se puede hablar con el 'manos libres' porque "la tendencia es a regular de modo que las manos estén siempre en el volante. Si se prohibiera el 'manos libres' habría que prohibir también otro tipo de distracciones como hablar con el acompañante",afirma Antonio Lucas. Frank Drews añade en este sentido que "hablar con el acompañante es peligroso, pero no tanto como hacerlo por el móvil".
elmundo.es

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