Fabiola Czubaj
LA NACION
Ponerse la camiseta -y sobre todo la argentina- para salir a la cancha a competir a la altura de lo que millones de espectadores esperan desde el primer segundo de juego demanda gran capacidad para manejar esa mezcla de ansiedad, presiones y temores, tan traicionera. Y, más aun, si se trata del deporte que más "especialistas" tiene en la Argentina.
La preparación mental para actuar en equipo es tan importante como la física para lograr el éxito deportivo. Faltando pocas horas para el puntapié inicial que dará la Selección en Sudáfrica, ¿cómo funciona la psiquis en una competencia que provoca tanta ansiedad?
"La mayoría de los jugadores en este Mundial están triunfando en las ligas más exigentes del mundo y están preparados psicológicamente para enfrentar presiones y exigencias de un campeonato. Pero es importante distinguir entre un club y la selección. El exceso de responsabilidad y el miedo de no poder dar lo que el otro espera de mí, o a lesionarse hace que no todos los jugadores estén preparados para esa tarea. Para algunos, el Mundial será un gran desafío", opinó el licenciado Marcelo Roffé, presidente de la Asociación de Psicología del Deporte Argentina.
Es que, como ya se anticipa en los debates al paso en algún bar o en las discusiones más especializadas, representar en el fútbol a países como la Argentina, Brasil o Uruguay puede volverse un desafío aún mayor que ganar la Copa mundialista. "Y más aún a un país con 40 millones de técnicos como el nuestro, y donde el exitismo hace caminar por la delgada línea que divide el éxito del fracaso", agregó el autor del libro Psicología del jugador de fútbol , con la cabeza hecha pelota (Lugar Editorial), entre otros.
A diferencia de los atletas que se preparan para los Juegos Olímpicos, los jugadores de fútbol ponen a prueba en la cancha sus habilidades físicas y psicológicas todas las semanas.
Esa exposición, junto con la orientación de especialistas en psicología del deporte, les va dando recursos para no dejar que factores como la ansiedad, el miedo, el nerviosismo y las presiones del entorno los supere.
"Tenemos un equipo de jugadores con gran habilidad, mucho talento y mucha experiencia. A niveles tan altos del fútbol, la sobreactivación de la psicofisiología la pueden transformar en una mayor agresividad instrumental", explicó a LA NACION la doctora Patricia Wightman, fundadora y responsable del Departamento de Psicología del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard).
Esa agresividad instrumental, o positiva, no es exclusiva de los deportistas de elite. "Todos la tenemos -aseguró la especialista, que es médica y psicóloga-. Es la que gatilla las hormonas y los neurotransmisores que se necesitan para enfrentar con más asertividad y contundencia una tarea. Esa agresividad positiva aumenta la respuesta fisiológica del atleta."
De pizarrón
Con la misma precisión con que se diseñan las jugadas o se definen las posiciones en el campo de juego, es necesario también potenciar los principales pilares de la fortaleza mental en la cancha.
Son ellos la motivación, la concentración, el manejo de los miedos y las presiones, la autoconfianza, la toma de decisiones y la cohesión de equipo. "Son fundamentales", aseguró Roffé, que sumó a la lista a la formación de la mentalidad ganadora y la tolerancia a la frustración. "Se calcula que este Mundial tendrá unos 670 millones de espectadores en todo el mundo -planteó-; si se sale a la cancha pensando en eso, sería imposible rendir bien. En algunos casos, es muy importante trabajar la focalización en la tarea para poder tener el máximo rendimiento sin bloquearse."
Las selecciones de España, Inglaterra y Brasil, por ejemplo, cuentan en sus planteles con especialistas en psicología del deporte que asistirán a los jugadores durante el mes que dura el Mundial. "Es muy importante contar con alguien en quien descargar la ansiedad o los problemas que vayan surgiendo, o que pueda actuar en las distintas crisis que son imposibles de prever y mantener la coherencia interna", detalló Wightman, que integra el selecto grupo de 250 consultores certificados en el mundo por la Asociación Estadounidense de Psicología del Deporte Aplicada.
En los equipos en que hay tanto en juego, esos especialistas forman parte de un equipo interdisciplinario que resguarda la unidad cuerpo-mente a través del descanso reparador, la alimentación saludable, el manejo de noticias desagradables que puedan surgir, los roces personales, etcétera. Ante la consulta de LA NACION, fuentes del equipo médico de la AFA indicaron que la institución no cuenta con psicólogos.
Paso a paso
Hoy, cuando la selección salga a la cancha, los partidos comenzarán a jugarse uno por uno. Y el apoyo de los hinchas en ese camino es parte del entorno de los jugadores.
"Es importante evitar el desgaste antes y después del primer partido para mantener durante toda la competencia un ambiente que no sea ambiguo para el equipo y en el que se sientan contenidos y les permita lograr una buena concentración", dijo Wightman.
Además, en el mes que dura el Mundial, la motivación puede disminuir y es ahí, según la especialista, cuando importa la energía interna que da la cohesión del equipo, la fluidez en el trato con el entrenador y la retroalimentación constante con el público, ya sea porque jugaron bien o no. "A partir de hoy, los partidos se piensan uno a uno. Y, luego de ganar un partido, un festejo controlado y pensar nuevamente en el siguiente juego", finalizó.
lanacion.com
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Ponerse la camiseta -y sobre todo la argentina- para salir a la cancha a competir a la altura de lo que millones de espectadores esperan desde el primer segundo de juego demanda gran capacidad para manejar esa mezcla de ansiedad, presiones y temores, tan traicionera. Y, más aun, si se trata del deporte que más "especialistas" tiene en la Argentina.
La preparación mental para actuar en equipo es tan importante como la física para lograr el éxito deportivo. Faltando pocas horas para el puntapié inicial que dará la Selección en Sudáfrica, ¿cómo funciona la psiquis en una competencia que provoca tanta ansiedad?
"La mayoría de los jugadores en este Mundial están triunfando en las ligas más exigentes del mundo y están preparados psicológicamente para enfrentar presiones y exigencias de un campeonato. Pero es importante distinguir entre un club y la selección. El exceso de responsabilidad y el miedo de no poder dar lo que el otro espera de mí, o a lesionarse hace que no todos los jugadores estén preparados para esa tarea. Para algunos, el Mundial será un gran desafío", opinó el licenciado Marcelo Roffé, presidente de la Asociación de Psicología del Deporte Argentina.
Es que, como ya se anticipa en los debates al paso en algún bar o en las discusiones más especializadas, representar en el fútbol a países como la Argentina, Brasil o Uruguay puede volverse un desafío aún mayor que ganar la Copa mundialista. "Y más aún a un país con 40 millones de técnicos como el nuestro, y donde el exitismo hace caminar por la delgada línea que divide el éxito del fracaso", agregó el autor del libro Psicología del jugador de fútbol , con la cabeza hecha pelota (Lugar Editorial), entre otros.
A diferencia de los atletas que se preparan para los Juegos Olímpicos, los jugadores de fútbol ponen a prueba en la cancha sus habilidades físicas y psicológicas todas las semanas.
Esa exposición, junto con la orientación de especialistas en psicología del deporte, les va dando recursos para no dejar que factores como la ansiedad, el miedo, el nerviosismo y las presiones del entorno los supere.
"Tenemos un equipo de jugadores con gran habilidad, mucho talento y mucha experiencia. A niveles tan altos del fútbol, la sobreactivación de la psicofisiología la pueden transformar en una mayor agresividad instrumental", explicó a LA NACION la doctora Patricia Wightman, fundadora y responsable del Departamento de Psicología del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard).
Esa agresividad instrumental, o positiva, no es exclusiva de los deportistas de elite. "Todos la tenemos -aseguró la especialista, que es médica y psicóloga-. Es la que gatilla las hormonas y los neurotransmisores que se necesitan para enfrentar con más asertividad y contundencia una tarea. Esa agresividad positiva aumenta la respuesta fisiológica del atleta."
De pizarrón
Con la misma precisión con que se diseñan las jugadas o se definen las posiciones en el campo de juego, es necesario también potenciar los principales pilares de la fortaleza mental en la cancha.
Son ellos la motivación, la concentración, el manejo de los miedos y las presiones, la autoconfianza, la toma de decisiones y la cohesión de equipo. "Son fundamentales", aseguró Roffé, que sumó a la lista a la formación de la mentalidad ganadora y la tolerancia a la frustración. "Se calcula que este Mundial tendrá unos 670 millones de espectadores en todo el mundo -planteó-; si se sale a la cancha pensando en eso, sería imposible rendir bien. En algunos casos, es muy importante trabajar la focalización en la tarea para poder tener el máximo rendimiento sin bloquearse."
Las selecciones de España, Inglaterra y Brasil, por ejemplo, cuentan en sus planteles con especialistas en psicología del deporte que asistirán a los jugadores durante el mes que dura el Mundial. "Es muy importante contar con alguien en quien descargar la ansiedad o los problemas que vayan surgiendo, o que pueda actuar en las distintas crisis que son imposibles de prever y mantener la coherencia interna", detalló Wightman, que integra el selecto grupo de 250 consultores certificados en el mundo por la Asociación Estadounidense de Psicología del Deporte Aplicada.
En los equipos en que hay tanto en juego, esos especialistas forman parte de un equipo interdisciplinario que resguarda la unidad cuerpo-mente a través del descanso reparador, la alimentación saludable, el manejo de noticias desagradables que puedan surgir, los roces personales, etcétera. Ante la consulta de LA NACION, fuentes del equipo médico de la AFA indicaron que la institución no cuenta con psicólogos.
Paso a paso
Hoy, cuando la selección salga a la cancha, los partidos comenzarán a jugarse uno por uno. Y el apoyo de los hinchas en ese camino es parte del entorno de los jugadores.
"Es importante evitar el desgaste antes y después del primer partido para mantener durante toda la competencia un ambiente que no sea ambiguo para el equipo y en el que se sientan contenidos y les permita lograr una buena concentración", dijo Wightman.
Además, en el mes que dura el Mundial, la motivación puede disminuir y es ahí, según la especialista, cuando importa la energía interna que da la cohesión del equipo, la fluidez en el trato con el entrenador y la retroalimentación constante con el público, ya sea porque jugaron bien o no. "A partir de hoy, los partidos se piensan uno a uno. Y, luego de ganar un partido, un festejo controlado y pensar nuevamente en el siguiente juego", finalizó.
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