Juana Libedinsky
LA NACION
LONDRES.- Kate Woodthorpe es rubia, joven y sonriente. Está lejos de ser una chica gótica, de negro eterno, melancólica, depresiva. Y, sin embargo, el tema al que dedica su vida cotidiana es la muerte. De hecho, Woodthorpe -que durante esta entrevista estaba recorriendo los camposantos británicos para entregar el galardón Mejor Cementerio 2009- es una de las nuevas estrellas de una disciplina que se afianza: los estudios sobre la muerte en las universidades del mundo anglosajón.
Autora de La cultura y las economías de la muerte y profesora de la Open University británica, Kate Woodthorpe se convirtió en la voz de referencia de los medios tras fenómenos como las demostraciones masivas que siguieron a la muerte de Michael Jackson. Para ella, "estudiar la muerte es también estudiar la vida, y dice mucho de los valores, de las personas, los lugares y las cosas".
-¿Cómo comenzó su interés en el manejo de la muerte como objeto de estudio? ¿No le resulta deprimente?
-Creo que la muerte es un objeto de estudio bastante especial por su universalidad: es de los pocos que realmente nos afectan a todos. No encuentro que sea tan deprimente. Estudiar el tema me ha hecho más consciente de lo finito de la vida, pero a la vez la reafirma y me recuerda a cada momento cuán preciosa es.
-¿Cambió la manera en que nos relacionamos con la muerte en los últimos años?
-Por un lado, la muerte está más controlada y oculta que nunca. Ocurre detrás de puertas cerradas. Por el otro, se sabe más sobre la muerte y es más visible que nunca con la cobertura que recibe de los medios de comunicación y la forma en la que es documentada. Creo que la discusión entre estos dos puntos de vista se va a intensificar en la medida en que debates éticos como la eutanasia y el suicidio asistido continúen. Mis propios pensamientos sobre el tema varían, pero de lo que sí estoy segura es de que las consecuencias de los tratamientos que permiten prolongar la vida tienen que ser analizadas en profundidad antes de instrumentarlos.
-¿Cuál es la relación entre cementerios y museos, sobre la cual ha trabajado?
-Con mi colega Morgan Meyer hemos escrito sobre la relación entre cementerios y museos, basados en la premisa de que ambos convierten lo ausente -tanto el pasado como las personas muertas- en presente, a través de objetos. Con la creciente presión que hay sobre los cementerios en el Reino Unido -ya que nos estamos quedando sin lugar para enterrar y, a la vez, los cementerios existentes se venden para desarrollos inmobiliarios o nuevos usos- se ha abierto un interesante campo para estudiar los cementerios como lugares similares a los museos, lugares de historia social local. Nos pueden ilustrar sobre la arquitectura y el diseño de paisajes de un tiempo determinado, y hasta su estilo literario a través de los epitafios. Definitivamente, impulsaría a cualquiera a que diera una vuelta por su cementerio local y vea todo lo que puede aprender. Cuando hice mi investigación en el cementerio de la ciudad de Londres, me encontré con muchos ejemplos de acontecimientos significativos de la historia local: dos de las víctimas de Jack el Destripador estaban enterradas allí, y las cenizas del futbolista Bobby Moore están en el Jardín del Recuerdo...
-Elige los mejores cementerios. ¿Qué toma en cuenta?
-Hay una serie de criterios que uso al evaluar: por ejemplo, si se utilizan o no lápidas de piedra, el mantenimiento y planes a largo plazo. Mirando los años que vendrán, me imagino que tendremos una mayor cantidad de alternativas respecto de qué hacer con nuestros cuerpos no sólo en vida, sino también tras la muerte, por ejemplo a través de procesos de cremación menos agresivos para el medio ambiente o incluso la disolución de cadáveres con químicos. Hay tantas personas viviendo hoy en el planeta que necesitamos pensar estratégicamente sobre la manera en la que vamos a lidiar con todos esos cuerpos. Este tipo de discusión tiene que desarrollarse de una manera abierta.
-¿Qué opina de las series de televisión como CSI , Six Feet Under o Huesos , que giran alrededor de muertos y cadáveres? ¿Nos está diciendo algo sobre la sociedad contemporánea esta fascinación?
-Por un lado, mostrar la muerte en programas destinados a entretener, como Six Feet Under , sobre una familia que regentea una empresa funeraria, puede ayudar a levantar la tapa, por decirlo de alguna manera, sobre lo que pasa detrás de escena cuando la gente muere, y así ayudar a familiarizar a los televidentes, a disminuir su ansiedad frente a lo desconocido. Por otro lado, es cierto que la televisión da un tratamiento sensacionalista a la muerte y la transforma en un show. Pero creo que, como consumidores de estos fenómenos populares, la decisión está en cada uno, y quien encuentre estos programas de mal gusto siempre podrá cambiar de canal.
-¿Cómo se vivieron la muerte de Michael Jackson y la histeria que desató desde las torres de marfil del mundo académico?
-El gran debate radica en si la forma en que la gente expresa públicamente su respuesta al fallecimiento de una celebridad que nunca conoció personalmente es una manera posmoderna de conexión humana o si es una especie de dolor recreacional. Pero no todo es falso o inventado. Para las personas comunes, existe un factor movilizador genuino en la nostalgia y el deseo de sentirse parte de un acontecimiento cuando está teniendo tanta repercusión.
-¿Cuán importante cree que es morir joven para ser un mito?
-No sé si lo importante es morir joven o la causa de la muerte. Es más sexy la muerte de James Dean en un accidente de auto que la muerte de Elvis en el baño. Y, por supuesto, está el tema de que morir joven no está atado, en realidad, a la juventud. Se puede considerar que alguien de 70 años murió joven. El tema es haberse ido antes de tiempo...
El personaje
KATE WOODTHORPE
sociologa, escritora y profesora
Edad : 30 años.
Nació en : Yorkshire, Inglaterra.
Tesis de doctorado : Ambigüedad y falta de certezas. El paisaje de los cementerios actuales.
En los Comunes : fue invitada al Parlamento a dar una conferencia. La tituló "¿Ositos de peluche o jacintos silvestres? Recordatorios en un entorno natural".
Obras : además de sus libros, es autora de varias entradas de la Enciclopedia de la Muerte.
LA NACION
LONDRES.- Kate Woodthorpe es rubia, joven y sonriente. Está lejos de ser una chica gótica, de negro eterno, melancólica, depresiva. Y, sin embargo, el tema al que dedica su vida cotidiana es la muerte. De hecho, Woodthorpe -que durante esta entrevista estaba recorriendo los camposantos británicos para entregar el galardón Mejor Cementerio 2009- es una de las nuevas estrellas de una disciplina que se afianza: los estudios sobre la muerte en las universidades del mundo anglosajón.
Autora de La cultura y las economías de la muerte y profesora de la Open University británica, Kate Woodthorpe se convirtió en la voz de referencia de los medios tras fenómenos como las demostraciones masivas que siguieron a la muerte de Michael Jackson. Para ella, "estudiar la muerte es también estudiar la vida, y dice mucho de los valores, de las personas, los lugares y las cosas".
-¿Cómo comenzó su interés en el manejo de la muerte como objeto de estudio? ¿No le resulta deprimente?
-Creo que la muerte es un objeto de estudio bastante especial por su universalidad: es de los pocos que realmente nos afectan a todos. No encuentro que sea tan deprimente. Estudiar el tema me ha hecho más consciente de lo finito de la vida, pero a la vez la reafirma y me recuerda a cada momento cuán preciosa es.
-¿Cambió la manera en que nos relacionamos con la muerte en los últimos años?
-Por un lado, la muerte está más controlada y oculta que nunca. Ocurre detrás de puertas cerradas. Por el otro, se sabe más sobre la muerte y es más visible que nunca con la cobertura que recibe de los medios de comunicación y la forma en la que es documentada. Creo que la discusión entre estos dos puntos de vista se va a intensificar en la medida en que debates éticos como la eutanasia y el suicidio asistido continúen. Mis propios pensamientos sobre el tema varían, pero de lo que sí estoy segura es de que las consecuencias de los tratamientos que permiten prolongar la vida tienen que ser analizadas en profundidad antes de instrumentarlos.
-¿Cuál es la relación entre cementerios y museos, sobre la cual ha trabajado?
-Con mi colega Morgan Meyer hemos escrito sobre la relación entre cementerios y museos, basados en la premisa de que ambos convierten lo ausente -tanto el pasado como las personas muertas- en presente, a través de objetos. Con la creciente presión que hay sobre los cementerios en el Reino Unido -ya que nos estamos quedando sin lugar para enterrar y, a la vez, los cementerios existentes se venden para desarrollos inmobiliarios o nuevos usos- se ha abierto un interesante campo para estudiar los cementerios como lugares similares a los museos, lugares de historia social local. Nos pueden ilustrar sobre la arquitectura y el diseño de paisajes de un tiempo determinado, y hasta su estilo literario a través de los epitafios. Definitivamente, impulsaría a cualquiera a que diera una vuelta por su cementerio local y vea todo lo que puede aprender. Cuando hice mi investigación en el cementerio de la ciudad de Londres, me encontré con muchos ejemplos de acontecimientos significativos de la historia local: dos de las víctimas de Jack el Destripador estaban enterradas allí, y las cenizas del futbolista Bobby Moore están en el Jardín del Recuerdo...
-Elige los mejores cementerios. ¿Qué toma en cuenta?
-Hay una serie de criterios que uso al evaluar: por ejemplo, si se utilizan o no lápidas de piedra, el mantenimiento y planes a largo plazo. Mirando los años que vendrán, me imagino que tendremos una mayor cantidad de alternativas respecto de qué hacer con nuestros cuerpos no sólo en vida, sino también tras la muerte, por ejemplo a través de procesos de cremación menos agresivos para el medio ambiente o incluso la disolución de cadáveres con químicos. Hay tantas personas viviendo hoy en el planeta que necesitamos pensar estratégicamente sobre la manera en la que vamos a lidiar con todos esos cuerpos. Este tipo de discusión tiene que desarrollarse de una manera abierta.
-¿Qué opina de las series de televisión como CSI , Six Feet Under o Huesos , que giran alrededor de muertos y cadáveres? ¿Nos está diciendo algo sobre la sociedad contemporánea esta fascinación?
-Por un lado, mostrar la muerte en programas destinados a entretener, como Six Feet Under , sobre una familia que regentea una empresa funeraria, puede ayudar a levantar la tapa, por decirlo de alguna manera, sobre lo que pasa detrás de escena cuando la gente muere, y así ayudar a familiarizar a los televidentes, a disminuir su ansiedad frente a lo desconocido. Por otro lado, es cierto que la televisión da un tratamiento sensacionalista a la muerte y la transforma en un show. Pero creo que, como consumidores de estos fenómenos populares, la decisión está en cada uno, y quien encuentre estos programas de mal gusto siempre podrá cambiar de canal.
-¿Cómo se vivieron la muerte de Michael Jackson y la histeria que desató desde las torres de marfil del mundo académico?
-El gran debate radica en si la forma en que la gente expresa públicamente su respuesta al fallecimiento de una celebridad que nunca conoció personalmente es una manera posmoderna de conexión humana o si es una especie de dolor recreacional. Pero no todo es falso o inventado. Para las personas comunes, existe un factor movilizador genuino en la nostalgia y el deseo de sentirse parte de un acontecimiento cuando está teniendo tanta repercusión.
-¿Cuán importante cree que es morir joven para ser un mito?
-No sé si lo importante es morir joven o la causa de la muerte. Es más sexy la muerte de James Dean en un accidente de auto que la muerte de Elvis en el baño. Y, por supuesto, está el tema de que morir joven no está atado, en realidad, a la juventud. Se puede considerar que alguien de 70 años murió joven. El tema es haberse ido antes de tiempo...
El personaje
KATE WOODTHORPE
sociologa, escritora y profesora
Edad : 30 años.
Nació en : Yorkshire, Inglaterra.
Tesis de doctorado : Ambigüedad y falta de certezas. El paisaje de los cementerios actuales.
En los Comunes : fue invitada al Parlamento a dar una conferencia. La tituló "¿Ositos de peluche o jacintos silvestres? Recordatorios en un entorno natural".
Obras : además de sus libros, es autora de varias entradas de la Enciclopedia de la Muerte.
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