lunes, 14 de junio de 2010

La poesía también puede nacer en prisión

Micaela Urdinez
Fundación LA NACION
Ciertamente llega/ una historia con anteojos que grita/ a mis ojos que escuchan/ a mis dientes que sueñan/ a mis dientes que bailan/ por un corazón muerto/ que sobrevive a la soledad/ y aún me atrevo a soñar. Este poema titulado "Cuando estemos sin el mundo" es hoy noticia porque su autor, Ezequiel Galiano Acevedo, es interno del pabellón N° 10 del Complejo Penitenciario N° 48 de San Martín.
Galiano Acevedo es uno de los participantes de los cursos de formación que se brindan en el penal desde 2008 gracias a una exitosa articulación entre la organización Va de Vuelta y la Universidad de San Martín (Unsam). En este espacio, los reclusos pueden aprender computación, carpintería, derechos humanos y formación ciudadana.
"Nosotros lo que buscamos es generar oportunidades para los presos. El 60% tiene un promedio de 22 años y son, en su gran mayoría, pobres. Entonces, apoyándonos en el dato de que sólo el 3,5% de los internos que estudia en la cárcel reincide, buscamos disparar sus potencialidades fortaleciendo el vínculo entre educación y trabajo", explica Ernesto Paret, vicepresidente de Va de Vuelta.
Pero eso no es todo. En una experiencia novedosa e integradora, esta alianza consiguió que 63 internos y guardiacárceles estén cursando juntos el 1er. y 2do. año de la carrera de sociología. "En los contextos carcelarios, la educación y el trabajo son ciencia ficción. Y nosotros luchamos todos los días contra el sistema para conseguirlo. Queremos sembrar una conciencia de que hay otros caminos dentro de la cárcel y de que se pueden hacer cosas positivas aun en un lugar de encierro", dice Gustavo (quien no quiere revelar su apellido), un recluso que terminó la secundaria en el penal de Varela y hoy es presidente del Centro de Estudiantes del penal de San Martín y va por su segundo año de sociología.
En septiembre de 2009, a pedido de los internos, abrieron el taller de escritura.
"Las principales temáticas que se reflejan en los poemas no son diferentes de las que surgen con cualquier poeta. La poesía es lo que les está restituyendo a muchos internos una dignidad que nunca tuvieron y deberían haberla adquirido en una escuela primaria", sostiene Cristina Domenech, quien junto con Pedro Nazar ?ambos poetas? coordinan el taller de poesía.
Primeros trabajos
Con la idea de sacar la palabra de los internos al mundo se animaron a la titánica tarea de hacer el libro Ondas de Hiroshima, que se acaba de presentar en el Festival Internacional de La Habana con una repercusión muy fuerte. Poder publicar esta obra implicó un esfuerzo por parte de todos. "Cada uno aportó su granito de arena. La universidad nos dio los materiales, los internos armaron un taller de encuadernación y empezaron a armar el libro con una prensa de matambre. Los cosen ellos mismos, y todo es un trabajo en grupo", agrega Domenech.
Con la intención de poder seguir creciendo en las ofertas educativas para los internos y sostener el taller de poesía, Va de Vuelta solicita la colaboración de voluntarios y de donaciones de dinero.
"Este es un bondi, que pasa, y vos te subís o bajás en donde querés. Lo que no vas a poder decir es que no tuviste una oportunidad", finaliza Paret, con la esperanza de que estos chicos puedan, algún día, volver a creer en ellos mismos.

Datos de contacto: www.vadevuelta.org.ar , 5917-7924.
lanacion.com

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