sábado, 3 de abril de 2010

Los atentados en Rusia fueron perpetrados por dos "viudas negras"

MOSCÚ.- Las dos terroristas suicidas que el pasado lunes se hicieron explotar en el metro de Moscú eran viudas de jefes guerrilleros del Cáucaso abatidos por agentes de seguridad, según fuentes de la investigación que cita hoy la prensa rusa.
Las dos mujeres fueron identificadas de forma preliminar como Dzhennet Abdurajmánova (según otros datos, Abduláyeva), de 17 años y oriunda de la república caucásica de Daguestán, y Marja Ustarjánova, chechena de 20 años, según fuentes que cita el diario Kommersant.
Abdurajmánova era viuda de Umalat Magomédov (Al Bar) el líder ("emir") de los guerrilleros islámicos de Daguestán abatido por la policía el 31 de diciembre pasado en la ciudad de Jasavirt junto a otros tres combatientes que habían abierto fuego contra los agentes.
Ustarjánova, a su vez, era viuda de Saíd-Emin Jizríev, el jefe de los islamistas de Gudermes, la segunda ciudad más importante de Chechenia, eliminado en octubre pasado cuando preparaba un atentado contra la vida del presidente chechén, Ramzán Kadírov.
El doble atentado con bomba fue cometido en hora punta de la mañana en dos estaciones de metro y causó 40 muertos y más de 80 heridos, según los últimos datos oficiales.
El Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso declaró tras el doble ataque del metro que tenía datos de que éste fue organizados por grupos islamistas del Cáucaso Norte de Rusia y perpetrados por mujeres kamikaze, llamadas por la prensa "viudas negras" por ser familiares de guerrilleros abatidos por los servicios secretos.
El FSB supone que las kamikaze de Moscú podían pertenecer al grupo de 30 "viudas negras" instruidas primero en Turquía y luego en el Cáucaso por uno de los principales ideólogos de los islamistas, el ruso Alexandr Tijomírov, más conocido como Saíd Buriatski, a su vez liquidado hace un mes en la república de Ingushetia.
Esas mujeres suicidas, nueve de las cuales de habrían inmolado antes del atentado de Moscú, se subordinan directamente al líder islamista de Chechenia y el Cáucaso Norte, Dokú Umárov, "emir del Emirato del Cáucaso", quien reivindicó los ataques terroristas en la capital rusa y prometió extender la guerra por todo el país.
Los datos. La investigación considera que ambas kamikaze llegaron a Moscú en un autocar interurbano desde la ciudad daguestaní de Kizliar, la misma donde dos días después las explosiones de Moscú otro doble atentado suicida, esta vez perpetrado por hombres, causó once muertos y casi 30 heridos.
La identificación inicial se llevó a cabo mediante la comparación de fotos de las cabezas de ambas suicidas halladas tras el atentado con las de las bases de datos de personas buscadas por actividad guerrillera, simpatizantes con los islamistas y desaparecidas.
Ustarjánova, que se consideraba desaparecida desde que entablara contactos con los islamistas y abandonara su casa, según la policía chechena tenía en la barbilla una cicatriz como la que fue hallada en la cabeza de una de las terroristas del metro.
Según fuentes del diario "Moskovski Komsomolets", una de las terroristas llevaba encima una carta de amor escrita en árabe que terminaba con la frase: "Nos volveremos a encontrar en los cielos".
A su vez, uno de los dos hombres que se hicieron explotar en Kizliar fue identificado como Daúd Magomédov, de 21 años, conocido por la policía como seguidor del wahabismo, una corriente radical del islam profesada por la guerrilla separatista del Cáucaso ruso.
Además de los retratos de las kamikaze de Moscú, la policía ha difundido imágenes captadas por las cámaras del metro de un hombre que se supone que acompañó a ambas terroristas y que podría ser el organizador del atentado.
Según fuentes de la investigación, se supone que ese hombre podría ser oriundo de la ciudad de Volgogrado, al igual que otro terrorista buscado, el ruso Pável Kosolápov, también wahabí profeso.
El FSB considera que Kosolápov fue el autor de uno de los dos atentados con bomba perpetrados contra el tren rápido que circula entre Moscú y San Petersburgo, mientras el segundo ataque lo había reivindicado antes de ser abatido el citado Saíd Buriatski.
El director del FSB, Alexandr Bórtnikov, informó la víspera al presidente ruso, Dmitri Medvédev, de que ya han sido identificados y son buscados los organizadores de los ataques suicidas de Moscú y de Kizliar.
"Se confirma la versión de que los actos terroristas fueron cometidos por bandas concretas vinculadas con el Cáucaso Norte. Conocemos personalmente a los organizadores", declaró.
Además, agregó que "se llevan a cabo operaciones de búsqueda y ya han sido detenidas una serie de personas, que están siendo interrogadas". EFE

Medvedev promete "métodos crueles"
MOSCU.- En una sorpresiva visita al Cáucaso Norte, la inestable región a la que conducen todas las pistas de los atentados suicidas de esta semana en Rusia, el presidente Dimitri Medvedev exigió a las fuerzas de seguridad que aplicaran medidas "más crueles y firmes" para castigar a los líderes terroristas responsables de los ataques.
En Majachkala, capital de Daguestán, el mandatario insistió en que se deben tomar decisiones estrictas para evitar nuevos atentados. "La lista de medidas antiterroristas debe extenderse. Los métodos no sólo deben ser más eficaces, sino más firmes, crueles y preventivos. Debemos castigar, dar golpes profundos, destruir a los terroristas y sus guaridas", subrayó Medvedev durante una reunión con los líderes de las repúblicas del Cáucaso, entre ellas Daguestán, Ingusetia y Chechenia, escenarios de la insurgencia islamista.
Además, el presidente señaló que el Ministerio de Interior y el Servicio Federal de Seguridad (FSB), principal órgano encargado de la lucha antiterrorista, deberían reforzarse para lidiar con el desafío, y pidió a la comunidad internacional crear un frente común contra el terrorismo.
Los dichos de Medvedev, un día después de que los terroristas provocaron la muerte de 12 personas en ataques en Daguestán, marcaron un endurecimiento de la retórica del jefe del Kremlin sobre cómo lidiar con la insurgencia, a pesar de que entregó pocos detalles.
Los rusos, acostumbrados en los últimos años a que la violencia islamista y separatista estuviera confinada esencialmente al Cáucaso Norte, quedaron consternados por los ataques del lunes pasado en dos estaciones de subterráneo en Moscú, que dejaron 39 muertos y decenas de heridos.
En el último episodio de violencia de esta semana, dos personas murieron en la madrugada de ayer en Daguestán, al estallar su vehículo, cargado de explosivos. Este incidente hizo temer que se estuvieran preparando nuevos atentados y agudizó la alerta en que se encuentra Rusia.
"Hemos arrancado las cabezas de los bandidos más infames, pero parece que esto no fue suficiente. A su debido tiempo, los encontraremos y castigaremos a todos, tal como hicimos con los anteriores", aseguró ayer Medvedev, quien, además, pidió a los medios que evitaran dividir a la sociedad en la cobertura de los ataques terroristas con la criminalización de todos los habitantes del Cáucaso del Norte. "No es una provincia extranjera; es nuestro país", dijo.
En tanto, el FSB informó ayer que ya identificó a los organizadores de los atentados en Moscú y Daguestán. "Se confirmó la hipótesis de que los actos terroristas fueron cometidos por bandas vinculadas al Cáucaso Norte. Conocemos personalmente a los cerebros de los atentados", dijo Alexandre Bortnikov, director del FSB, según la agencia Interfax.
Además, el funcionario indicó que la investigación de los atentados progresaba y que varias personas ya habían sido detenidas. "Las operaciones de búsqueda continúan", dijo Bortnikov. La autoría de los ataques en Moscú fue reivindicada anteayer por el líder guerrillero checheno Doku Umarov, que pretende instaurar un emirato en el Cáucaso Norte.
Según fuentes de la investigación, citadas por el diario Kommersant , las dos mujeres kamikazes ("viudas negras") que perpetraron los atentados en la capital rusa llegaron a la ciudad en ómnibus procedentes precisamente de la ciudad daguestaní de Kizlyar, donde se produjo el doble atentado de anteayer.
Según el FSB, la mujer que cometió el atentado en la estación Park Kultury del subterráneo de Moscú fue identificada como una residente de Daguestán, cuya identidad no fue dada a conocer. La mujer era la viuda de Umalat Magomedov, jefe de la guerrilla de Daguestán, que murió el 3 de diciembre pasado en una operación de las fuerzas especiales rusas.
El Kommersant informó que los investigadores están verificando una pista según la cual la otra mujer suicida sería Markha Ustarkhanova, de 20 años, viuda de un guerrillero checheno que murió en octubre pasado mientras preparaba un atentado contra el presidente de esa república caucásica, Ramzan Kadyrov.
Funerales
Por otra parte, ayer se realizaron los funerales de la mayoría de las 39 víctimas del doble atentado suicida en Moscú, en diferentes cementerios de la capital rusa. La comuna moscovita decidió pagar todos funerales. También se preveían ceremonias en otras ciudades del país.
En tanto, en un clima cargado de nerviosismo ante el temor de que los atentados terroristas se propaguen por todo el país, miles de personas fueron evacuadas ayer en San Petersburgo, luego de una serie de amenazas de bomba en estaciones de tren, centros comerciales y en una catedral, informó la policía.
Agencias EFE, AP, AFP y Reuters
lanacion.com

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